28

4.2K 496 194
                                    

Caminamos hasta un restaurante, esperaba que no hubiera fans locas de Shoto y tuviéramos que irnos como hace años. Entramos y nos recibió un señor algo mayor, nos dirigió a una mesa vacía y nos dio las cartas del menú.

Leí atentamente cada uno de los platillos, hasta que vi uno que me recordó muchas cosas. Sonreí inconscientemente y me preparé para ordenar.

(T/N): ¿Qué pedirás?

Shoto: Supongo que Soba, ¿y tú?

(T/N): Tonkatsu.

Pareció recordar el antiguo momento y sonrió, reímos por la extraña coincidencia. Al parecer los gustos de Shoto no habían cambiado mucho en estos años.

Se acercó un mesero algo notablemente más joven que el señor que nos atendió al principio.

Mesero: ¿Puedo tomar su orden?

(T/N): Un platillo de Tonkatsu.

Shoto: Y yo pediré Soba frío.

El mesero asintió, anotó la orden y después cambió de hoja para escribir algo más. Miré a Shoto, quien ya me estaba mirando antes, le sonreí tímidamente. El mesero llamó mi atención y me acercó una hoja arrancada de su libreta, iba a tomarla, pero Shoto lo hizo antes que yo. Lo volteé a ver algo confundida y el joven se fue de ahí aparentemente fastidiado.

(T/N): ¿Qué es lo que dice?

Shoto: Su número, ¿aún lo quieres?

Negué y me acomodé en mi asiento, rezaba para que no tuviéramos que ir a comer Takoyaki a un parque, de verdad tenía mucha hambre. Shoto pareció notar mi nerviosismo y me hizo seña de que me tranquilizara. Levantó su mano y el señor de la entrada se acercó a nosotros.

Dueño: Disculpen jóvenes, soy el dueño, ¿en qué los ayudo?

Shoto: Uno de sus meseros fue algo imprudente como para darle su número a mi acompañante.

Miré a Shoto alarmada, ¿buscaba que despidieran al joven?

Dueño: Disculpen, debió ser mi hijo. Les invitaremos algo, paga la casa.

Negué repetidamente, no era algo que necesitara.

(T/N): No se preocupe por eso, simplemente pídale que no lo haga, por favor.

El señor dio una pequeña reverencia y se retiró a su puesto. Miré a Shoto, quien me miraba algo extraño.

(T/N): No me mires así, no era necesario.

Asintió y esperamos calmadamente nuestros platillo. Conversamos sobre cosas pequeñas, recuerdos graciosos y algunos bonitos. Llegó la comida y nos dispusimos a comer en un silencio cómodo. Quién diría que cumpliría este gusto años después.

Cuando terminamos de comer, Shoto iba a levantarse a pagar, pero lo empujé a su silla de nuevo. Yo lo había invitado, por ley el que invita paga. Fui al mostrador de la entrada, pagué y giré a ver al bicolor para que me siguiera. Salimos del lugar y recorrimos las calles.

Shoto: ¿Por qué no me dejaste pagar?

(T/N): Yo te invité.

Le guiñé el ojo y soltó aire en seña de frustración. No sabía hacia dónde nos dirigíamos, pero no parábamos de caminar.

Shoto: Te extrañé.

Sentí como mi corazón se aceleraba al escuchar eso. Volteé a verlo y sonreí.

Fighters (Todoroki Shoto y tú) Where stories live. Discover now