Me carcome ese bicho interno. Ese monstruo que me quiere arrastrar a lo más hondo de la oscuridad. Y convencerme de que es lo mejor. A veces, uno cree que la solución es aquello que nos distiende de la realidad; y no hay mejor para ello que una droga. La droga más potente puede ser la autocompasión y la miseria, te extiende en sus brazos y te da calidez en las gélidas puntadas más dulces al corazón. Es tan fácil rendirse a la tentación de este monstruo que se disfraza de hombro al cual llorarle. O tal vez es lo de afuera lo que lo condiciona, tal vez la gente no lo hace más facil; hay tanto egoísmo y falta de respeto en el mundo, es difícil no nublarse por la oscuridad que sí escucha en silencio. Sea como sea, cualquier camino parece un arma de doble filo.
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Pintar Amor en mi Piel
PoetryNo pude evitar el torbellino de ideas y frases que surgían en mí mientras veía la película "To Write Love on Her Arms" (Escribir amor en sus brazos). Así que aquí va...
