Manual de la Mujer para salir a la Calle

5 0 0
                                    

Mis amigos se suelen reír de lo que tardo en llegar a cualquier lugar, siempre llego tarde.

Pero hoy me puse a pensar, y en realidad prepararme para salir es todo un proceso. Y no hablo sólo de mi imagen, a veces ni me centro en eso además de pensar en llevar ropa que se sienta cómoda y me guste usar; y no olvidarme de llevar las cosas importantes: billetera, documentos, llaves... Todo está ahí. 

Pero hay algo que es mucho más complicado. Y es que antes de salir me tengo que preparar para lo que me vayan a decir en la calle. Las miradas y prejuicios superficiales no son nada al lado de eso. Y siempre fui una chica de darle poca importancia, creía que denunciar a alguien por ese tipo de acoso era exagerado. Pero no deja de ser, en parte, eso, acoso. Y no culpo a muchos por no verlo así, justamente por esa ignorancia no voluntaria les creo el que no quieran realizar acoso adrede; pero eso no nos quita el derecho de hacerles entender que sentimos que es así, o cuando una persona lo sienta así, debería poder hacerlo saber.

Más de una vez al día debo salir a la calle. En más de una ocasión los pensamientos de qué debería decir o hacer, cómo reaccionar, se amontonan en mi mente antes de cruzar la puerta.

Antes era una chica de creer que el problema era a quien le decían las cosas en la calle ¿Por qué simplemente no defenderse? Tal vez la solución no deba ser tan drástica como denuncias o acusaciones. Sólo levantar la voz, y si eso no funciona, levantarla un poco más, y si eso no funciona hablar más claramente, y si ya no funciona, no darle importancia.

Pero ya probé de todo, doy fe de ello (y eso que tengo sólo 24 años). Ignoré casi siempre (pero eso nunca detiene nada), di media vuelta (y no me salieron las palabras), respondí luego de dar media vuelta (y sólo fui un chiste), grité, me enojé, hice gestos, traté de pedir que me dejaran por esta vez...

No quiero dramatizar en esta escritura. Simplemente me parece muy válido compartir experiencias propias (que seguramente se vean espejadas por otras ajenas) y reflexionar sobre ellas.

A veces ni salgo de casa y ya me siento cansada.

Estoy cansada de querer ser invisible por un día y no poder.

Estoy cansada de tener que pensar con adelanto en la respuesta a las críticas por lo que llevo puesto ¿Provocativo o poco femenino? ¿No hay algo en medio de esos dos extremos? ¿Por qué estoy maquillada? ¿Por qué "me animé" a no maquillarme hoy?

Estoy cansada de tener que pensar una y mil veces mas de lo normal los caminos que tomo, si me subo a un transporte y voy a llegar a destino, si tengo que pasar corriendo por una calle porque ya se puso oscuro, si voy a llegar al fin y al cabo.

Son experiencias como estar llorando por problemas personales muy profundos (pérdidas de seres queridos, problemas para centrarme en la universidad y problemas de pareja, todo al mismo tiempo) y que me grite un extraño "¡Ey, bonita! ¿Por qué estás llorando? ¡Vení que te seco las lágrimas!". Quiero decir ¿Es que tengo que llevar un cartel colgado que diga por qué estoy llorando? ¿Que diga "estoy llorando por algo muy serio, sean amables"? ¿Tengo que estar en frente de un velorio para que respeten mis pérdidas? Ah, no, tal vez no debería "animarme" de forma tan osada a dejar fluir mis sentimientos en medio de la calle; es lo normal.

Yo sé que esas cosas se dejan para la privacidad, pero por Dios no me digan que con experiencias tan fuertes a ninguno le pasó alguna vez de explotar emocionalmente, sin poder evitarlo.

Por otro lado, no tiene nada de malo querer hablar con alguien, acercarse de forma amable. Me ha pasado alguna vez que estaba notablemente mal en la calle y alguien se me acercó, de forma respetuosa, a preguntar si estaba bien. Eso me parece mucho más correcto que gritar de una vereda a la otra "Vení que te seco las lágrimas". No sé, tal vez estoy equivocada.

Incluso si sólo quieren acercarse a conocer a alguien. Sé que estamos en un momento muy delicado y sensible en toda la forma humana y social de la palabra, hay mucha gente a la defensiva y desconfiada. Pero yo he conocido gente en la calle, y he llegado a hacer amigos, todo porque supieron desde el principio acercarse de forma respetuosa y amable, y ser directos. Nada de trucos, nada de frases prefabricadas y ridículas, simplemente un "Hola, me acerqué porque realmente quería hablar con vos", tal vez iniciado por "¿Tenes hora?" o "¿Cuál es el nombre de esta calle?". Simple, real, sincero, y tan posible como lo ven escrito.

Así que es eso, simplemente una reflexión que me surgió hoy antes de salir a la calle. Lástima que no pude escribirla en el momento, las cosas siempre suenan mejor cuando uno las tiene en la cabeza, en el momento de iluminación por así llamarlo. Pero bueno, espero que les guste y se pueda hablar de este tema, me interesa cualquier opinión.

¡Que tengan muy buena noche, tarde o día!

Cami.

Pintar Amor en mi PielWhere stories live. Discover now