Hoy me puse a pensar en vos,
No sé por qué.
Algo leí, no me acuerdo qué.
Me dio una sensación de no sé qué.
Ese querer estar, de repente, compartiendo tus noches de telenovelas y té.
Algo me agarró, ese no se qué.
La sensación de caer años después en la cuenta de que no voy a sentir más tu perfume (esos perfumitos que te robaba de atrás del espejito del baño, y te hacía enojar), de que no me vas a volver a hablar como una nena incluso cuando tenga mis propios hijos, de que no vas a conocer - si llego a tener - mis hijos.
Me agarró ese no se qué,
Ese qué se yo,
De que pasen años y caiga tarde de que no vas a conocer la faceta de mí en que encontré otra forma de ser feliz.
Me agarró ese algo, ese no se qué,
De saber que no pude tener la autoestima de ahora para demostrarte más el amor que merecías,
Para decirte que yo te acompaño al centro a tomar un té.
Se me prendieron bastante tarde las luces para darme cuenta que podía invitarte yo, antes de esperar que lo hagas vos.
De darme cuenta de que podía abrir las puertas yo, dejar de encerrarme para que seamos dos en esta habitación.
Porque, incluso cuando siento que no le encuentro todavía el significado a la palabra ohana que todos se tatúan en la piel, aún siento que vos sos la única a la que dejaría entrar.
No porque nunca deje entrar a alguien más, vos sabes quién es, que ambas querríamos proteger antes de dejarle ver esta partecita triste en nuestro ser.
Porque hay veces que nos encerramos en este cuartito y nos olvidamos de prender la luz,
Y ni siquiera nos animamos a levantarnos para encenderla;
O siquiera a levantar la voz para pedirle a alguien más que lo haga.
Y me encantaría haberte dejado entrar a vos.
Cuando siento que nadie me va a entender,
Me da la sensación de que vos ibas a ser la única que me entendiera.
Y yo a vos, en el fondo, siempre.
Pero me agarraba ese no se qué tonto,
De fingir no saber, frente a la gente que no iba a entender.
Por ahí tenía miedo de enfrentar nuestras oscuridades y que se volviera un gran cuarto oscuro.
Por ahí temía tener que ser fuerte yo por las dos.
Por ahí debería haberlo hecho,
No sé.
Todo es "si hubiera, si hubiera, si hubiera",
Pero todos sabemos que, si siguieras acá, seguiríamos sintiendo esos tontos no sé qué que nos hacían hacer cualquier cosa.
Que se yo.
La vida no tiene ni un poco de sentido, y cuando queremos dárselo seguramente erramos y lastimamos a alguien en el camino, no sé.
Sólo sé que, ahora, daría lo que fuera para estar pasando esas noches de tecito y novelas, oliendo tu perfumito, viendo tus rulos que siempre me parecieron un peinado elegante a lo Marilyn (no recuerdo habertelo dicho, ojalá lo haya hecho), con esos arranques inesperados de cariño en los que me tratabas como una nena, esos abrazos que valen oro. Desearía estarte contando las historias de mis series, y escuchando cómo detalladamente me contabas cada capítulo de las tuyas. Desearía estar en ese momento, con ese no se qué tan especial, contándote todo lo que voy avanzando, todo lo que voy aprendiendo, las diferentes caras y caretas que le encuentro a este conejito blanco al que llaman felicidad. Desearía haberte dicho que nunca era tarde para hablar, para intentar algo que cambiara todo. No sé. Algo para armarnos un ohana de repente. No sé. Desearía haberte dicho que todo está bien.
Pero no te preocupes, que siempre me acuerdo: "Mejor salir caminando con la frente en alto, mirando hacia arriba y con una sonrisa" 🌻💜.
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Pintar Amor en mi Piel
شِعرNo pude evitar el torbellino de ideas y frases que surgían en mí mientras veía la película "To Write Love on Her Arms" (Escribir amor en sus brazos). Así que aquí va...
