Evil Emperor's Wild Consort (201 - 400)

Capítulo 230 : ¿Morir una muerte horrible? (I)

Pang Zihuang paseaba nerviosamente de un lado a otro en el estudio real. Sus ojos frecuentemente miraban hacia la puerta cuando la ansiedad se apoderó de su hermoso rostro.
Sh * t! El pensó. ¿Por qué ese pequeño mocoso aún no ha regresado? Ha pasado tanto tiempo. Vamos a darle un buen grito a su trasero una vez que regrese ...
En ese momento, la puerta se abrió. Aparte de Su Majestad Imperial la Emperatriz, solo una persona más podía conocerlo sin previo aviso. Pang Zihuang, lleno de ira, dejó escapar un rugido furioso y corrió hacia la puerta. Antes de que Pang Ran pudiera reaccionar, un fuerte brazo lo agarró y lo golpeó, justo en las nalgas.
"¡Mocoso!" Pang Zihuang gritó. "¿Cuándo regresaste? ¿Tienes alguna idea de cuánto tiempo te hemos esperado? ¡Mierda! Te escabulliste para comer cerdo asado rojo otra vez, ¿no? Vamos a golpear tu trasero hasta que sangra o estamos no es apto para ser tu padre imperial! "
Para Pang Zihuang, el viaje desde el palacio hasta la mansión del Sexto Príncipe normalmente tomaría alrededor de media hora, ¡pero este tipo tardó tres horas enteras en llegar a casa! Debe haber cedido a la tentación y colarse en un restaurante para tomar un aperitivo. Después de todo, no sería la primera vez. Todo lo que se necesita es un olor a carne y el mocoso se perdería por completo.
Pang Ran, sin embargo, no tenía idea de por qué su padre imperial se volvió balístico. ¡Para él, no hizo nada malo! Antes de que pudiera comenzar a darle sentido a la situación, otro golpe duro lo golpeó. Pang Ran saltó de dolor y corrió a refugiarse, gritando: "¡Padre imperial! ¿Qué podría haber hecho para enfurecerte? ¡Tu castigo no está justificado! ¡Oh, padre imperial, por favor, deja de golpearme! ¡Mis nalgas se abrirán! ¡Sálvame, Diosa! ¡Mi Padre Imperial me va a matar a golpes! "
Incapaz de esconderse de la mano de Pang Zihuang, Pang Ran ignoró todo lo demás y corrió hacia Gu Ruoyun.
En sus ojos, una vez que se escondió detrás de ella no le haría daño.
Fue solo cuando Pang Ran llamó a Gu Ruoyun que Pang Zihuang se dio cuenta de que estaba en la habitación. Rápidamente puso sus manos detrás de su espalda. Con su hermoso rostro mostrando claros signos de incomodidad, dijo: "¿Debes ser Lady Gu Ruoyun, la dueña del Salón de las Cien Hierbas? Este mocoso casi nos enoja hasta la muerte ... Debes haberte reído al vernos. "
"Uhm ... Bueno ..." dijo Gu Ruoyun avergonzado. "En realidad ... la razón por la que llegamos tan tarde no fue por la malicia de Su Alteza Real el Sexto Príncipe ... Fue mi culpa. Me topé con un viejo amigo en el camino, lo que causó nuestro retraso. Su Alteza Real no tenía absolutamente nada que hacer con eso."
"¿Oyes eso?" dijo Pang Ran enojado mientras se asomaba por detrás de la joven, pero rápidamente se escondió con miedo nuevamente cuando Pang Zihuang le lanzó una mirada mortal.
De repente, una voz retumbante llegó desde fuera del estudio real: "¡Su Majestad Imperial, el Asesor Imperial solicita una audiencia!"
¿El consejero imperial? Pang Zihuang pensó, frunciendo las cejas.

"Envíalo", fue su respuesta poco entusiasta.
Casi al instante, una mano abrió la puerta y un Lin Yue de túnica blanca entró en la habitación. Su mirada pasó a Gu Ruoyun y Pang Ran antes de aterrizar en Pang Zihuang. Dio un paso adelante y se unió a sus puños en un saludo antes de inclinarse profundamente, diciendo: "Su Majestad Imperial, yo, su humilde ministro, he venido ante usted para solicitar una decisión justa".
El Asesor Imperial ocupó una posición considerablemente alta en Black Tortoise Country. Era uno de los pocos que no necesitaba arrodillarse y arrodillarse cuando se encontraba con el Emperador. ¡Su privilegio podría llegar hasta tal punto no solo porque era clarividente, sino también porque su hermana menor se había convertido en una pequeña concubina de un pariente de la familia Xia en Heaven City! A pesar de que el hombre era solo un pariente lejano, y la hermana de Lin Yue era simplemente una concubina, no mejor que una amante; Mientras uno tuviera alguna conexión con el hogar Xia, incluso si fueran un simple barrendero, nadie se atrevería a cruzarlos.
Por lo tanto, Pang Zihuang no tuvo más remedio que mostrar respeto al Asesor Imperial a pesar de su disgusto personal hacia el hombre.