— ¿Quién es él?

— William, señor. Mucho gusto — dijo, extendiendo su mano.

Mi papá le estrechó la mano — Igualmente, entonces, ¿cómo conoces a Arabelle?

— Oh, bueno, soy un asesino de vampiros. Yo conocía a Nick y la conocí a través de él. Acabo de venir hoy por la boda, pero... — William se calló y papá asintió.

— Ya veo, ¿entonces eres un asesino de vampiros?

— Correcto.

— Interesante, pensé que ya no había más desde que murió el último en... ¿qué fue, 1950?

William asintió — 1951.

Papá me miró — Deberías vestirte, todavía te vas a convertir en Reina.

— ¿Qué? Pero no me voy a casar — dije con sorpresa.

— Lo sé, pero hemos decidido que aún debes convertirte en Reina y puedes casarte más adelante cuando encuentres una pareja más adecuada.

— Ah, bueno.

— Así que prepárate y reúnete con nosotros en la sala del trono, William, puedes quedarte y unirte a nosotros para el evento.

William sonrió y asintió, y papá salió de la habitación.

— Felicidades — me dijo William.

— Gracias, supongo — respondí.

— Te dejaré para que te prepares.

— ¿Qué vas a hacer? — inquirí y él se encogió de hombros — Si quieres puedes ir a buscar a mi hermano, probablemente esté en la cocina tomando café.

— Está bien — dijo y sonrió.

Subí corriendo las escaleras y fui a mi habitación. Corey estaba apoyado contra la pared junto a la puerta, me miró cuando entré en la habitación. Apenas lo miré, me dirigí a mi armario y luego a la ducha. Me vestí con un par de jeans negros y desgastados que tenían algunos agujeros y una camiseta blanca rota de la banda "Beatles". Me puse las botas de combate, el rímel y el delineador de ojos y salí del baño. Salí de la habitación, pero agarré el marco de la puerta y volví a entrar. Miré a Corey.

— ¿Vas a bajar conmigo?

— Si quieres — respondió.

— Puedes venir si tú quieres.

— No es mi decisión.

— Bien, entonces solo ven.

Salí de la habitación y bajé las escaleras. Eché un vistazo detrás de mí para ver si Corey me seguía y efectivamente, ahí estaba. Fui a la cocina y encontré a Drake y a William.

— Sí, y él... — Drake dejó de hablar cuando entré en la habitación — Oh, hola Bells, solo estaba hablando con el Señor Asesino de Vampiros.

Vi la atención de Corey dirigirse hacia William.

— ¿Sobre qué hablaban? — pregunté.

— Oh, nada — respondió Drake y William se puso de pie.

— ¿Eso es lo que vas a usar para convertirte en Reina? — preguntó William.

— Sí — repliqué.

— Estas empezando a agradarme aún más — declaró sonriendo y Drake se puso de pie.

— Yo iré en pijama, ¿te agrado ahora? — le preguntó y William soltó una carcajada.

— Ya me agradas — declaró y Drake sonrió.

— Hice un nuevo amigo. Bueno, deberíamos ir a la sala del trono para que la ceremonia pueda comenzar.

Nos dirigimos a la sala del trono, estaba llena de gente del pueblo y toda su atención se dirigió a mí. Papá se acercó a mí.

— Sabía que no usarías el vestido que tu madre había elegido para ti, así que te dejé vestirte por tu propia cuenta. Pero no tendrás ningún problema con usar la corona, ¿verdad?

—Mmm, probablemente no — respondí.

— Yo quiero usarla — comentó Drake.

— Bien, ahora toma asiento en el trono. Agregaremos otra silla cuando te cases — dijo mi padre y asentí.

— ¿Puedo subir con ella? — preguntó Drake y papá lo miró.

— Claro.

— ¡Sí!

Drake me empujó en dirección al trono, caminé por el pequeño espacio bloqueado por gente y subí los dos escalones. Drake tomó su lugar al lado de la silla cuando me senté.

— Esto es muy emocionante — me dijo Drake.

— Más bien, estresante— repliqué.

Y así comenzó la ceremonia, no duró mucho. Al final la corona fue colocada en mi cabeza, todos aplaudieron, luego termino la ceremonia y oficialmente me convertí en Reina. Hace menos de 24 horas pensé que estaría haciendo esto con Corey, pero él estaba de pie junto a la puerta, observando desde la distancia mientras yo me encontraba sentada en mi solitario trono.

— Felicidades — dijo una voz oscura y melódica a mi lado.

Todavía estaba en la sala del trono, pero ahora estaba de pie en medio de la multitud, Drake estaba caminando por la habitación hablando con gente al azar. Miré y había un hombre parado a mi lado que se destacaba del resto de la gente aquí, iba vestido con un traje blanco antiguo y un sombrero negro, tenía mechones de cabello negro que sobresalían del sombrero, con las puntas peinadas hacia arriba. Su piel era bastante pálida y tenía pómulos prominentes, y ojos oscuros y profundos que estaban rodeados de negro, pero no estaba segura de si era maquillaje o no. Él me sonrió.

— Soy Reaver — mencionó y extendió su mano enguantada en negro, la estreche.

— Mucho gusto — dije.

— Igualmente, he oído o mucho sobre usted.

— ¿En serio?

— Oh, sí, estoy aquí para ayudarle en su camino a ser reina. Me gustaría hablar con usted en privado si no le importa.

— Um, claro, sígueme — comenté y él asintió.

Lo conduje fuera de la habitación hacia la oficina de mis padres, que ahora sería mi oficina. Cerré la puerta para amortiguar los sonidos de la otra habitación. Me senté en el sofá, me quité la corona y la puse en el brazo del sofá cuando Reaver se sentó a mi lado.

— Entonces, ¿por qué me vas a ayudar? — le pregunté.

— Bueno, me imagino que manejar un país por su cuenta será bastante difícil. Sé bastante sobre el país y también sobre cómo manejar las cosas. Estoy aquí para ofrecerle consejos cuando lo necesite — explicó.

— Oh, bueno, eso es muy amable de tu parte.

No sé por qué, pero sentí una atracción inexplicable hacia él, la sentí casi inmediatamente después de verlo. Había algo en él que era tan encantador y fascinante. Él me sonrió, fue siniestro pero agradable.

— ¿Puedo decirle un secreto, su majestad?

— Por favor, llámame Arabelle y sí, puedes.

— Arabelle, soy un demonio.

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Kde žijí příběhy. Začni objevovat