Capítulo 3 - El camarero ligero de ropa.

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No he entrado en todo el día, y cuando me ha dado por entrar ahora y veo de repente 40 visitas.... ¡Qué alegría me habéis dado! Entre esto y que hoy he visto que cada vez más gente está leyendo los libros que tengo publicados... Estoy de buenas, y para compensaros vuestras lecturas... os dejo el capítulo 3, espero que os guste :D

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Marisa estuvo súper pesada todo el día, yo, por el contrario, avisé a Juan Carlos de que iría con mi amiga a tomar algo, pero prometí recogerme temprano, por supuesto ni nombré la discoteca, no quería asustarlo

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Marisa estuvo súper pesada todo el día, yo, por el contrario, avisé a Juan Carlos de que iría con mi amiga a tomar algo, pero prometí recogerme temprano, por supuesto ni nombré la discoteca, no quería asustarlo.

Hugo me escribió un mensaje a las doce de la noche, justo cuando nos arreglábamos para irnos, pues tengo que reconocer, que yo tardaba poco, pero Marisa, eso era harina de otro costal. Ella solía tardar mínimo dos horas en hacer su magia, o así era como ella lo llamaba.

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Hugo:

Hola, soy Hugo, guarda mi número si quieres.

Lo he hablado con mi hermano, te metemos en lista a ti y a tu amiga, dime tu nombre completo y DNI para apuntarte.

Entrad por la puerta grande, cuando lleguéis, no tenéis que esperar cola ni nada. Si te preguntan dile que Óscar Ramírez te apuntó en lista.

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Yo iba muy simple, llevaba unos pantalones vaqueros que me marcaban bien la figura, una camiseta de tirantas, con la espalda descubierta de flores y volantes, unos tacones no muy altos, pues aún tenía dolida la pierna, y el cabello aleonado. Marisa me hizo uno de sus famosos ahumados, y me maquillé los labios en naranja.

Ella iba con un vestido negro, muy corto, con la espalda descubierta, y el pecho se lo hacía incluso más voluminoso. Iba con tacones de leopardo a conjunto con el bolso, con el pelo recogido en un moño, aretes y un maquillaje en tono borgoña, precioso.

Eran las dos de la mañana cuando salimos de casa, estuvimos un rato en "el pirata" un famoso bar del centro, hasta las tres y media, que nos fuimos en taxi a la discoteca "Live"

Había una cola que llegaba hasta los aparcamientos, era increíble, ¿por qué había tanta gente?

- Es normal, Blanca – aseguró mi amiga, mientras nos acercábamos a la puerta grande - ¿no te has leído el folleto? Van a hacer un estriptis ahí dentro.

Nos pedimos algo suave, yo un malibú con piña, y Marisa un disarono con mora, para luego buscar sitio, el lugar estaba a rebosar, y no quedaba ni un hueco libre cerca del escenario, así que nos quedamos cerca de la barra, no íbamos a ver una mierda, pero en fin... no había nada que pudiésemos hacer.

La música estaba a tope, y no era en lo absoluto de nuestro estilo, que preferíamos reguetón para bailar, pero no estaba mal, era un techno muy sutil. Ella lo dio todo bailando, yo menos, tenía que cuidarme la pierna.

El Chico Limón | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora