Capítulo 59

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Justin se fue a su departamento durante la mañana del día siguiente y no asistió a clases ese día, Ryan se sentó a mi lado por petición mía y lo hice contarme todo lo que Justin le había contado, él no había estado durante la pelea pero supuse que Justin le había dado más detalles que a mí.

-Se dice que hoy en la noche Diesel estará por casa de Derek nuevamente, Justin de seguro irá, ya sabes cómo es, no le gusta dejar a Derek solo.

-¡No tienes que dejar que vaya! –le dije rápidamente.

-Creo que está bastante grande como para pedirme permiso a mí –se encogió de hombros-. Y no se te ocurra decirle que te dije esto, me matará.

-Entonces le diré que vaya a mi casa, se lo pediré como algo normal, como si no supiera nada.

-Creo que si le pides que vaya él irá primero a casa de Derek y luego a verte, o viceversa, pero no dejará de ir.

-¿Entonces qué hago? ¿No piensas ayudarme a que no vaya? ¿Quieres que lo maten?

-Deberías ir al departamento, quédate ahí ésta noche noche, mañana no hay instituto, ¿puedes quedarte o no? Contigo ahí jamás saldrá.

-Sí, es una buena idea, supongo que puedo decir que dormiré en casa de Any.

Esa era la mejor idea, así que en cuanto vi a Any le comenté todo y ella aceptó cubrirme ante mi papá.

-Sabes que es obvio que te ayudaré, aunque no me quieras contar nada –me dijo Any con expresión seria.

-¿Nada sobre qué? Te dije todo ahora.

-No sobre esto, sobre tú y Justin, sobre cómo va su relación y qué cosas nuevas han pasado –subió y bajó sus cejas continuamente y reí.

-¿Por qué piensas que pasó eso?

-Es obvio, su confianza ha aumentado, puedo notarlo. Además últimamente Justin te desnuda con su mirada –rió y sentí mis mejillas arder.

-Bueno sí, pasó, pero no quiero hablar de eso, lo siento Any, no soy de contar intimidades, me da vergüenza –reí.

-Oh vamos, solo cuéntame un poco, ¿fue bueno? –preguntó y asentí avergonzada-. ¿Fue una bestia en la cama? –volvió a preguntar y reí.

-¡No! –dije entre risas-. Fue... delicado.

-¿En serio? –hizo una mueca y ambas reímos-. Debe de quererte mucho, jamás lo había visto así por alguien.

-Me dijo que está enamorado de mí.

-¿Enamorado? –Any abrió sus ojos sorprendida-. No lo dudo, pero solo es raro oír que lo haya dicho –rió un poco-. ¿Y tú? ¿Estás enamorada de él?

-No lo sé, quizá –hice una mueca y desvié la mirada, Dylan se acercaba a nosotras y le pedí a Any cambiar de tema antes de que él llegara-. No quiero hablar de sexo delante de él –rodé los ojos y reímos.

Cambiamos de tema y el día siguió totalmente normal. A la salida de clases Any se fue conmigo para ayudarme con eso de pedir permiso a mi papá de quedarme supuestamente en su casa y no costó mucho conseguir un sí por respuesta, porque le dije que si me decía que no, iría de todos modos, así que supongo que me dijo que sí por resignación.

-Pero mañana debes llegar temprano, iremos a almorzar a un restaurant –me dijo mi papá.

-Pueden ir sin mí.

-Es por tu cumpleaños –me dijo mirándome serio.

-Ni siquiera recordaba que mañana es mi cumpleaños –bufé-. Ok, estaré aquí temprano.

-Gracias señor –dijo Any tan cordial como siempre antes de despedirse de mi papá-. ¿Te espero en mi casa en la noche entonces?

-Sí, nos vemos luego –sonreí y la acompañé a la puerta para agradecerle nuevamente.

-Espero que algún día cuando digas que dormirás en mi casa sea verdad –rió mi amiga antes de irse.

No le dije a Justin que iría a su departamento y confié en que Ryan tampoco le diría, después de todo él fue quien me dio la idea, no podía traicionarme. Me sentía un poco culpable al estar pensando en ir a quedarme al departamento de Justin para evitar que él saliera, quizá no debería entrometerme en sus asuntos, pero me aterra pensar que algo puede pasarle. Verlo golpeado y sangrando me dejó más aterrada que de costumbre, su vida no es la más segura, ninguna vida es segura, todos corremos riesgos al estar tarde en las calles o cosas por el estilo, pero él pareciera que desafía a la vida cada noche, corriendo a toda velocidad en un auto, teniendo tratos con gente peligrosa y metiéndose en peleas. No quiero perderlo a él ahora, no podría soportarlo.

Cuando estaba de camino al departamento de Justin en el taxi, me puse a pensar en que ni siquiera había recordado que mañana es mi cumpleaños, si no fuera porque mi papá me lo recordó ni siquiera lo sabría ahora. Mi mamá siempre cuando faltaba una semana para mi cumpleaños me despertaba anunciando la cuenta regresiva... "Siete días para un año más, levántate dormilona" gritaba desde la puerta de mi habitación, siete días, seis días, cinco, cuatro, tres, dos, uno. La noche anterior a mi cumpleaños llegaba a mi habitación con un pastel, Tomás siempre llegaba a saludarme y dos segundos después ya estaba dormido, solo se mantenía despierto para eso, para saludarme después de las doce de la noche. Hoy, ésta noche sería cuando mi mamá me estaría saludando por mi cumpleaños número 18, pensar en eso me inunda los ojos de lágrimas, será mi primer cumpleaños sin ella, será mi primer cumpleaños no feliz, diría infeliz si Justin no existiera en mi vida, pero como si existe, no será nada fatal, pero no será feliz del todo sin ella.

-Llegamos señorita –escuché decir al chofer y desperté de mis pensamientos, pagué y bajé del auto.

El conserje del edificio de Justin ya me conocía, no me anunciaba al llegar ni nada de eso, solo me saludaba cordialmente. Subí el ascensor pestañeando varias veces para espantar las lágrimas que habían estado amenazando con salir, no quería que Justin me viera así. Llegué frente a su puerta y lo llamé a su celular.

-Hola cariño –contestó enseguida.

-¿Puedes abrirme la puerta? –hablé con una leve sonrisa.

-¿Estás en el departamento? Oh, vas a tener que abrir con la llave de emergencia, porque estoy en la ducha.

-¿En la ducha?

-Sí, iba a ducharme cuando sonó mi celular.

-¿Y cuál es tu llave de emergencia? –reí.

-Pídesela al conserje.

-Ok –rodé los ojos.

Iba a bajar a pedir la llave, pero en cuanto el ascensor se abrió frente a mí vi salir al conserje y le pedí la llave, le expliqué que Justin estaba en la ducha y que necesitaba entrar, él rió y enseguida de su bolsillo sacó una buena colección de llaves y buscó la del departamento de Justin y me la entregó.

Abrí la puerta y todo estaba oscuro, no se escuchaba el agua de la ducha de Justin ni nada, encendí la luz luego de unos segundos y entonces varias personas saltaron y gritaron a la vez: ¡Sorpresa!



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Dulce Tormento © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora