Capítulo 22

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Tomás me despertó por la mañana para bajar a desayunar. Antes me aseguré de mirarme al espejo, tenía unas ojeras enormes, pero las disimulé con un poco de maquillaje viejo que tenía, definitivamente debía comprarme algo de maquillaje.

-Buenos días -me dijo mi papá cuando aparecí en el comedor, solo estaba él y Angela.

-Hola -respondí.

-¿Cómo amaneciste? -me preguntó mirando mientras yo me preparaba un sandwich.

-Bien.

-¿Quieres hacer algo hoy? -me dijo en un tono simpático y lo pensé.

-Estaba pensando en salir al centro comercial, me gustaría comprar unas cosas -lo miré con indiferencia.

-Perfecto, tú dime a que hora y vamos.

-Prefería ir sola -dije intentando no sonar demasiado desagradable, es decir, demasiado yo-. Quiero comprar cosas personales y algunos libros.

-Bueno, te daré el dinero que necesites. Me alegra que hoy hayas amanecido de buenas -me dijo mirándome con una sonrisa, no respondí.

Terminé de desayunar y me preparé para salir al centro comercial, realmente no había dedicado tiempo a pensar lo mucho que necesitaba hacer algunas compras y hasta caminar sola por las calles de esta nueva ciudad que aun no indago demasiado.

Mientras recorría el centro comercial no dejaba de pensar en la noche anterior, aún sentía dolor de cabeza por haber dormido tan poco y eso me hacía recordar infinitas veces lo que hice luego de la fiesta, desde subir al auto de Justin hasta el beso que me dio cuando se fue, ese maldito beso que se sintió tan malditamente bien. Por qué, de todos los chicos que había en esa fiesta tuve que irme precisamente con él?. Ni si quiera sé en que momento eliminamos la barrera que había entre nosotros, en qué momento fastidiarme dejó de ser su pasatiempo favorito o en qué momento dejó de causarme tanta molestia su presencia cerca de mí. Pero creo que le estoy dando muchas vueltas al asunto, fue solo un beso, eso no significa nada, menos aún para él que besa a todo el mundo y luego sigue hasta el final, conmigo fue solo un beso y no pasará nada más, tengo que dejarle claro que no soy una más de sus putas.
Entré a la librería y comencé a leer la reseña de varios libros, uno tras otro, mientras escogía los que más llamaban mi atención y los dejaba listos para comprar. Definitivamente eso es lo que más compré, libros. Al salir del centro comercial llevaba algunas bolsas y me ubiqué en la fila que había para esperar un taxi, más adelante habían dos chicas que me di cuenta que me miraban demasiado, aunque en un principio no estaba segura de que me miraran a mí, pero miré a mi alrededor y no parecía haber nadie más a quien pudieran estar mirando. Me puse unos audífonos y fingí escuchar música, me acerqué un poco más para oír lo que decían sin mirarlas.

-Sí, es la chica que llegó este año, la que todos dicen que Justin está encaprichado con ella -bufó una. Mi piel se erizó un poco cuando escuché sus palabras.

-Debe ser su chicade turno -sonrió-. No le veo nada extraordinario, definitivamente no, solo mírala, es tan normal que no puedo imaginar que le vio él -respondió su amiga sin disimular que me estaba mirando de los pies a la cabeza.

-No tardará demasiado en dejarla, ya sabemos como es Justin, conseguirá lo que quiere y luego le dirá adiós -sonrió complacida-. Aunque no puedo negarte que a mí me da envidia por Dylan, él es tan sexy también y no deja de pasearse con ella abrazándola.

-Eso solo debe ser porque es amiga de Any, la prima de Dylan, él es demasiado lindo para fijarse en ella.

-No lo sé, pero algunos también dicen que Logan puso sus ojos en ella. Es tan detestable que todos se estén fijando en ella solo porque es carne fresca.

Dulce Tormento © #1Where stories live. Discover now