MÍA.
Antes de que Justin llegara a casa acompañé a Any al centro comercial a hacer algunas compras, fue algo bastante rápido, ya que yo estaba demasiado nerviosa esperando alguna llamada de Justin, pero jamás llamó. Regresé a casa durante la tarde, en la sala mi papá leía un libro, Angela a su lado miraba la televisión, saludé de manera rápida y corrí a mi habitación en donde me encontré con Tomás que estaba jugando videojuegos, pero sorprendentemente en cuanto me vio lo apagó.
-Sigue jugando, no ocuparé la televisión -le sonreí levemente mientras me sentaba a su lado en la cama.
-Justin estuvo aquí -me dijo enseguida.
-¿Justin? ¿A qué hora?
-Hace cerca de una hora, lo vi salir de la oficina de mi papá pero se fue rápido, Javiera lo siguió, hablaron un rato y luego él se fue. No se veía bien -hizo una mueca.
-¿Dónde está Javiera?
-En su habitación.
-Gracias por decírmelo -besé su frente y salí corriendo de mi habitación camino a la de Javiera.
Toqué la puerta varias veces hasta que ella la abrió, su expresión cambió en cuanto me vio.
-¿Qué pasó con Justin? -dije de manera automática.
-Entra y siéntate -respondió enseguida y lo hice. No recordaba haber entrado a su habitación antes, pero ni siquiera miré a mi alrededor, estaba demasiado concentrada en que ella hablara rápido-. ¿Sabías que vendría a hablar con tu papá? -dijo por fin.
-Sí, pero pensé que lo haría conmigo presente.
-Al parecer pensó que sería mejor en privado. Deberías llamarlo, ustedes deben hablar.
-Javiera, ya estoy aquí -rodé los ojos-. Cuéntame lo que te dijo.
-Ok -suspiró-. Él dijo que tu papá lo juzgo por su apariencia, por sus tatuajes y realmente se veía triste, creo que tu padre fue duro con él.
-Le dije que era una estupidez hablar con él -negué con la cabeza-. Gracias -me puse de pie.
-A Justin no le gustaría que te enfrentaras con tu papá por esto -intentó detenerme cuando me vio saliendo de su habitación.
-Me importa una mierda -dije enojada.
Bajé las escaleras de prisa, mi papá seguía en la sala y me paré frente a él, le arrebaté su libro de las manos y lo miré con rabia. Sus ojos no tardaron en mirarme curiosamente.
-¿Qué sucede? -dijo cínicamente.
-¿Tengo que explicártelo? ¿En serio? -lancé su libro al suelo.
-Supongo que esto tiene algo que ver con ese chico que vino hace un rato -me miró serio y vi a Angela irse de la sala en silencio.
-Supones bien, bravo, eres brillante -dije en tono irónico-. ¿Qué demonios le dijiste?
-Él fue quien vino a hablar conmigo y yo le respondí con sinceridad -se encogió de hombros-.
-Veo que eres demasiado sincero cuando te conviene -reí irónica-. Pero justo ahora tu sinceridad no le importa a nadie. No te metas en mi vida -alcé la voz
-Cálmate y no me hables así! -se puso de pié elevando la voz también-. Te das cuenta porque ese chico no me agrada? Mira como te estas comportando por él.
-Me comporto así porque así soy cuando algo me molesta, claro que no lo sabes porque ni siquiera me conoces.
-Mía, eres mi hija y si no tengo mayor relación contigo es porque tú no me lo permites. Pensé que estábamos bien, tus visitas al psicólogo te tenían más tranquila, estábamos llevándonos mejor.
YOU ARE READING
Dulce Tormento © #1
Teen FictionMía se preguntaba cada día cómo iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la había abandonado años atras. Tan solo era una niña de diecisiete años y la vida se le había roto en mil pedazos. Mudarse a una ci...