Capítulo 13

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Finalmente me decidí por si ir al cine con los chicos, pero Dylan le dijo a Any que Erick estaba interesado en mí y en cuanto ella me lo contó le dije que a mi no me interesaba, por lo que preferí que solo fuéramos los 3 al cine, sin el resto de los chicos.

La semana pasó rápido, por suerte, Justin no me molestó durante esos días, quizá si había creído mi mentira y se había conformado con saber eso, o al menos eso espero. Aunque me seguía causando molestia verlo hablar con Javiera y eso me hacía enojar conmigo misma, eso no debía molestarme. Por otro lado, Tomás insistía en que quería que le pidiera a Justin que fuera a casa, pero me excusaba con cualquier cosa, supongo que luego de un tiempo lo olvidará.

**

-Deberíamos haber venido mañana, les dije que mi padre ocuparía el auto hoy -se quejó Dylan cuando estábamos entrando al cine.

-Hey tranquilo, existen los taxis -reí-. Mañana es mi día con Tomás.

-¿Tienes día para tu hermano? -sonrió él-. Que ternura.

-Ese pequeño es una ternura en realidad -dijo Any.

-¿Qué película quieren ver? Nada romántico por favor -dijo Dylan mientras mirábamos la cartelera.

-No soy romántica -reí levemente.

-Ni yo, sabes que prefiero lo que sea de humor, como esa -Any señaló a la cartelera, una película de Zac Efron.

-¿Buenos vecinos? -preguntó Dylan.

-Es de humor, el trailer se ve divertido.

-Me parece bien -opiné.

-Está bien, entonces esa -Dylan
caminó enseguida a comprar las entradas mientras nosotras fuimos a hacer la fila de las palomitas.

-¿Qué le dijeron a Erick para que no viniera? -le pregunté a Any mientras estábamos en la fila.

-Creo que Dylan le dijo que vendríamos mañana y luego le dirá que se cancela, o no sé -rio-. Da igual.

-No pensé que se había interesado en mí, siempre estoy tan... desarreglada.

-De todos modos te ves linda, eres linda -sonrió-. Llamaste la atención del chico mas deseado del instituto, eso debe ser por algo.

-No insistas con eso -reí-, le dije que soy lesbiana.

-¿Qué? -ella explotó de la risa-. ¡No! Es que debe haberse meado en los pantalones por la sorpresa.

-No sé si me creyó, pero es por eso que no me ha molestado durante toda la semana.

-Estas loca -continuó riéndo.

Dylan llegó y cambiamos el tema de inmediato.
La sala del cine estaba totalmente llena, nos ubicamos en nuestros asientos y mientras esperábamos el comienzo de la película Dylan no dejaba de bromear sobre que él también gritaría al ver a Zac sin camiseta.

**

-Les dije que sería una excelente película -habló Any aún riendo.

-Buena elección -Dylan chocó su mano con la de ella.

-Gracias por la invitación -le sonreí a él enseguida-. Fue una gran tarde con ustedes.

-Es agradable verte sonreír, no lo haces muy a menudo -sonrió él también.

-¿Iremos a dejarla a su casa verdad? -habló Any acerca de mí.

-No, claro que no, no se preocupen, vivimos en direcciones diferentes, sería una pérdida de tiempo para ustedes -dije enseguida.

-No puedes irte sola -Dylan habló seguro.

-Llamaré a papá -mentí, no quería que se molestaran en ir a dejarme como a una niña pequeña.

-¿Segura? -Any me miró desconfiada.

-Segura, no tarda nada en llegar hasta acá.

Any y Dylan insistieron un rato más en ir a dejarme a casa, pero los convencí de que le había enviado un mensaje a mi papá y él ya estaba en camino, aunque mi único plan era tomar un taxi en la siguiente esquina, la misma en la que luego de un rato dije que ya estaba mi papá esperándome. Ellos caminaron hacia un lado y yo hacia el otro, vivíamos en direcciones diferentes pero no muy lejos.

Solo debía caminar una cuadra para esperar el taxi y eso hice, no habían más personas en el lugar, miré a un lado y otro, todo se veía tranquila aunque desierto. Los primeros minutos que estuve esperando no vi ningún taxi, solo unos cuantos autos pasaban de un lado a otro, pero todo seguía tranquilo, hasta que vi una persona corriendo hacia donde estaba yo. Realmente sentí un poco de miedo, pero la persona miraba hacia atrás cada dos segundos, fue cuando supuse que huía de alguien o algo y entonces me hice a un lado, estaba casi en la pared cuando la persona que corría estaba lo suficientemente cerca como para que lo reconociera y él a mi, un suspiro de tranquilidad salió desde mis pulmones cuando me di cuenta de quien era, aunque no fuera quien quisiera ver cada día, al menos no era un ladrón ni nada de eso. Justin se detuvo con la respiración agitada y me miró por unos segundos, escuché la sirena de una patrulla policial, él volteo a mirar rápidamente y entonces se acercó a mí muy de prisa, desapareciendo cualquier distancia antes existente entre nosotros.

-No me mates ahora, por favor ayúdame -habló con las palabras entre cortadas.

No dije nada, ni si quiera alcancé a reaccionar a sus palabras y en segundos él posó su mano en mi mejilla y se acercó más aún, mi corazón se aceleró y él me llevó hacia la pared mientras sus labios se acercaron más a los míos, todo fue tan rápido que no pude evitar su boca que no tardó en posarse en la mía y pronto sentí la humedad de sus labios moviéndose sobre los míos, los cuales no reaccionaba a mover. Su mano libre llegó hasta mi cintura mientras introducía libremente su lengua en mi boca, no me opuse, no sé exactamente por qué, solo seguí sus movimientos, sus labios eran cálidos y envolventes, como no pensé que serían, aunque no sé si alguna vez me había imaginado como eran sus labios, ahora mismo me cuesta pensar en las cosas que he imaginado o no. La sirena de la policía sonaba más fuerte aún, lo que quería decir que estaban muy cerca de nosotros y luego el sonido disminuía, se estaban alejando, mientras nosotros seguíamos besándonos, hasta que el sonido disminuyó lo suficiente y sentí sus labios alejarse de los míos. Abrí los ojos de golpe, él miraba hacia la calle, hacía donde supuse que había ido la patrulla de policías. Su mirada chocó con la mía y sin pensarlo demasiado le di una bofetada en la mejilla, tan fuerte como pude. Él alejó sus manos de mi cuerpo, pasó su mano por su mejilla, la que yo acababa de golpear y sonrió levemente.

-Gracias -dijo con una leve sonrisa y yo fruncí las cejas.

-Qué demonios te pasa? -pasé mi mano por mi boca como si estuviera limpiándome los labios.

-Solo se me ocurrió besarte para que ellos no se dieran cuenta que era yo -se encogió de hombros.

-Te perseguían a ti -dije casi en un susurro, pero no era una pregunta, estaba segura de eso.

-¿A dónde vas? -ignoró mi comentario o quizá no me escuchó.

-A mi casa -dije y me alejé de él para volver a mirar hacia la calle en busca de un taxi.

-Te llevo -habló a mis espaldas, no dije nada-. Tengo mi auto a unas cuadras de aquí.

-No, gracias -respondí sin mirarlo.

-Vamos Mía, te debo una -voltee mirándolo con extrañes.

-¿De qué hablas? -fruncí las cejas-. No he hecho nada por ti, nada por mi propia voluntad.

-La policía me seguía, es cierto, y gracias a que te besé no pensaron que el hombre que seguían era yo. Puedes decir que no hiciste nada por mí pero mientras te besé no te opusiste así que podríamos decir que sí te debo una -se encogió de hombros nuevamente.

-No tuve tiempo de reaccionar -negué con la cabeza-. No me debes nada y no quiero que tú me lleves a casa.

-Ok -rio-. Creo que te encanta que te rueguen, pero malas noticias, yo no hago eso -sonrió irónicamente-. Adiós.

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Dulce Tormento © #1Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin