¡Si quieres paz, prepárate para la guerra!

Capítulo 37. ¡Soldados en paz!

Capítulo 37. ¡Soldados en paz!

-¿Jace?

Cara se había llevado una gran sorpresa cuando se dio cuenta que se trataba de Jace. Se esperaba a cualquier persona menos a él, ¿acaso estaba soñando?

-Hola gatita.

La chica sentía que le hervía la sangre con tan solo escuchar aquel insignificante sobrenombre. Jace recorría la punta de su nariz por todo su cuello aspirando su dulce aroma, provocando de inmediato que Cara diera un fuerte suspiro y sintiera un cosquilleo arrebatador en ella.

-¿Me extrañaste? - dijo en un seductor susurro.

Cara no podía hablar, no podía articular palabra, solo podía cerrar los ojos y sentir la presencia de Jace perturbando su paz tanto física como mental.

-¡Oh, yo sé que si! Cara... te he extrañado tanto...

El chico comenzó a besar su cuello y a deshacerse del vestido.

-No... Jace... no...

La penumbra a su alrededor, lo candente del momento y el deseo creciente dentro de ellos solo hacía que la situación se volviera más excitante. La sensación de peligro que solo Jace podía encender en ella  volvía a estar ahí, la adrenalina de ser atrapados era algo que animaba el fuego entre ambos. 

-Cara... quiero hacerte mía cuanto antes... ya no puedo más... 

-No... Jace... - Cara estaba sofocada, le faltaba el aire- asi... no...

-Ya sé... que estuve mal... escucha... ya sé que mis palabras son duras, sé que soy un idiota, el idiota más grande del mundo, pero en verdad te amo, por favor perdoname Cara, yo no podría estar sin ti, yo... 

La chica no podía creer lo que escuchaba, Jace Rumsfeld le estaba pidiendo perdón, estaba siendo ¿romántico? 

El vestido se desplomo hacía abajo, dejando a Cara solamente en bragas, puesto que el vestido era de escote corazón, como una especie de corcel, muy firme, de modo que no llevaba sosten, rápidamente se llevo las manos a los senos para cubrirlos, pero Jace se le adelanto y los cubrió con las suyas.

-¿De qué te averguenzas? si estamos en la oscuridad... eres la chica más hermosa del mundo entero...

Cara giró su rostro y se topo con el de Jace, su frente se hallo con la suya, sus labios estaban rosando los unos con los otros, ambos comenzaron a sudar, había fuego en su interior, se estaban quemando.

-Cara... di que me perdonas por favor, necesito tu perdón, salvame de este infierno, el solo pensar en estar dentro de ti justo ahora hace que me estremesca por completo.

Jace comenzó a estrujar sus senos.

-Ahhh....- gimió la chica.

-Perdoname...

Ahora sonaba más a una orden que a una petición.

-¿Lo harás?

Cara estaba en medio de un conflicto interno, se debatía entre la pasión y la razón, ¿cuál terminaría ganando? ¿podía perdonarlo? ¿podía librarse de esa maldita pasión que la perseguía a cualquier lugar? esa pasión que Jace desataba con una simple mirada.

El chico comenzó a meter presión.

Solto uno de sus senos y dirigió su mano a la entrepierna de Cara.

-¡OH POR DIOS! ahí...

-Qué voz más pervertida, dejame oírla más... Cara... ¿Te gusta?

Jace hacía magia con sus dedos, la acariciaba hasta hacerla delirar, la chica se mordía el labio del placer, estaba en su límite.