Capitulo 13. Aquel que teme ser conquistado es seguro que será derrotado

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Capítulo 13. Aquel que teme ser conquistado es seguro que será derrotado

Las clases terminaron. Cara se dirigía al salón de ciencias para cumplir con su castigo.

Cuando abrió la puerta esperaba encontrarse a Jace pero no se veía por ninguna parte. “Vaya, lo que le faltaba” pensó. Esto era lo único que le faltaba, que ese idiota se haya ido a casa.

Entonces la puerta se abrió y se cerró casi de inmediato. La chica se giró, y lo vio, estaba recargado en la puerta, mirándola con unos ojos furiosos.

-Tenemos que hablar.

-Pero claro que tenemos que hablar, ¿por qué dejaste que ese idiota te besara?

Cara rodó los ojos, estaba preparada para esa pregunta.

-Escúchame bien idiota, no tengo por qué contestar a tu pregunta, tú y yo no somos nada. Mira no vine aquí a discutir, quiero “tratar” de hablar bien y me refiero a “tratar” porque me resulta imposible “tratar” de mantener una conversación normal contigo. En primer lugar ¿por qué haces esto? Es decir, siempre me has odiado, me has maltratado, me has insultado, me has torturado, ¿por qué el cambio? Es que simplemente no lo entiendo, me merezco una explicación.

-No soy bueno con las palabras ¿Por qué mejor no te muestro?

Jace se abalanzó sobre Cara, pero esta estaba preparada para la emboscada, esquivó sus brazos y salió corriendo de la habitación. Mientras corría se decía a ella misma: “Sabía que era imposible razonar con ese imbécil”. Afortunadamente las clases ya habían concluido y nadie la vería corriendo como loca por el campus. Sintió como Jace venía por detrás persiguiéndola.

-¡Maldición!

Cara sentía como si corriera por su vida, o bueno al menos por su virginidad. No sabía a dónde ir. Necesitaba esconderse. Rodeó la escuela, por un momento lo perdió de vista. Había un nuevo edificio, donde tenían las piscinas, recién habían incluido natación en las actividades extracurriculares de la escuela.

Una vez ahí, comenzó a caminar lentamente, no había nadie adentro. Estaba empezando a tranquilizarse un poco cuando Jace la abrazó por atrás inmovilizando sus brazos, colocó su cabeza a un lado de la suya y le dijo:

-Tenemos que limpiar esa boca tuya. Caigamos en el infierno por un momento.

Entonces Jace la sujetó fuertemente y cayeron juntos a la piscina. Se sumergieron hasta el fondo. Jace la giró para tenerla de frente, la sujetó por la cintura y después por su nuca. Entonces la besó, debajo del agua. Cara trató de quitárselo de encima, con todas sus fuerzas trató, pero no pudo hacer nada, el agua le impedía moverse con agilidad. En cambio, empezó a sentir una energía revitalizadora por todo su cuerpo, era como si Jace ahora en vez de robarle su energía vital, estuviera brindándosela, olvidó por completo la falta de oxígeno y comenzó a besarlo, lo necesitaba, necesitaba esa fuerza que él tenía, se aferró a él con todas sus fuerzas. Jace comenzó a deslizar sus manos por todo su cuerpo, metió su mano por debajo de la ropa de Cara, se detuvo en sus senos para acariciarlos, mientras ejercía presión en la boca de Cara, entrelazando su lengua con la de ella una y otra vez, acarició sus pezones dando ligeros apretones a estos. El cuerpo de la chica empezó a calentarse en medio del agua fría que los rodeaba, las caricias de Jace hicieron que se olvidara de todo, se olvidó de la falta de oxígeno, se olvidó de las marcas en su cuello, se olvidó de su labio lastimado, se olvidó de su orgullo, se olvidó de cómo llego ahí, sólo estaban él y ella. Era como si se hubiesen conocido desde siempre en esa forma. Parecía magia, estaban haciendo magia. Su boca con la de él, la hacía sentir una y mil sensaciones diferentes. Jamás se había sentido de esa forma. Resultaba bastante excitante. Se sentía tan bien. Quería seguir, quería más…

¡Si quieres paz, prepárate para la guerra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora