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Llegamos al aeropuerto, y nos estaban esperando Martín, junto con Mabel, Thiago, y Karla, papá estaba trabajando, pero prometí irme con ellos y después volver a casa con alguien de confianza.

Apenas pasamos migraciones, el freeshop, vi por las puertas transparentes a un pequeño rubio de ojos claros que me llamaba tía, que me quería como a nadie, y yo también lo hacía, ese niño había robado mi corazón.

—¡Tios!—Gritó Thiago, miré y los que estábamos éramos Salvador y yo, seguramente Ana y Juan estaban en el freeshop. El pequeño comenzó a correr hacia nosotros, Salvador lo tomó en brazos y yo me uní.

—Los extrañé mucho, Tía, aprendí a escribir mi nombre y el tuyo—sonreí incrédula. Este niño me demostraba tanto amor.

—¿Enserio?—asintió.—entonces quiero verlo cuando lleguemos a casa— apunté.

Thiago quiso quedarse en mis brazos, mientras Salvador cargaba con las maletas, me acequé a Martín, quien me dió un abrazo sumamente apretado, esta familia daba buenos abrazos.

—Los extrañamos Mile—. aseguró Martín.

—Mentiría si digo que no los extrañé también—. reí —Le conté todo a Salvador.

—¿Enserio?— abrió los ojos.

—Sí, pero sólo él lo sabe, nadie más—puntualizó.

Y así continué saludando a todos, incluso a Karla, ella era sobreprotectora con su familia, y lo entendía, ella amaba cada una de esas personas, al igual que yo.

Llegamos a la casa de Salva, las maletas, y junto a mí el pequeño Thiago, creo que su cariño era tan fuerte hacía mi que no podía vivir sin ese pequeño.

—Mile—. me habló Karla, lo cual era extraño porque no había utilizado todo mi nombre.

—¿Si?—pregunté.

—Quería pedirte disculpas, no he sido la mejor cuñada durante todo este tiempo.—sonreí, nunca esperé una disculpa de ella. —Pero cuando veo a mi hijo y mi familia amarte tanto, no queda de otra que aceptarte, aunque ya formas parte de esta familia desde antes—. eso último que dijo me dejó pensando ¿desde antes? ¿cómo? ¿cuando?.

—Esta todo bien Karla, entiendo tu preocupación y yo soy igual, amo a esta familia, y tu hijo es quien se ha robado mi corazón—.ella sonrió y me dejó ahí en el sillón con un pequeño en mis brazos.

—Mile, ¿podemos hablar?—Ana me tomó por sorpresa, asentí. —en privado—. dejé a Thiago en el sofá con un auto que le había comprado.

—Le queremos decir a todos de nuestro bebé—. me dejó cómo estatua, este mes había hecho efecto.

—Entonces es momento de que les digan, estoy con ustedes, todo va a salir bien.

—Mile, quiero que estés junto a Salvador cuando lo vayamos a decir, porque seguramente quiera matar a Juan.—no entendía, ¿qué podía pasar? —Cuando se enteró de la llegada de Thiago, casi mata al novio de Karla, él era un tonto, pero no se salvó de Salvador, no quiero eso, ellos son amigos, y mi hermano es muy sobre protector.

—Está bien Ana, voy a estar junto a Salvador mientras le dices a toda tu familia que estás embarazada—un estruendo hizo que nos diéramos vuelta, un vaso con jugo cayó en el piso.

—¿Qué acabas de decir Milena?—oh no, estábamos en problemas, teníamos a Salvador frente a nosotros.

—Eh, ¿qué?— me hice la desentendida.

—Hablo enserio Milena— oh no estaba usando mi nombre completo—quiero saber que pasa, ahora.

—Tengo que hablar con todos Salvador—habló Ana. —¡Familia! —.convocó a cada uno de los que estaba, se acercó a Juan, se tomaron de las manos.

SalvadorWhere stories live. Discover now