CAPÍTULO 21 DUELO A MUERTE

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Lorenzo esperó, sabía lo que venía y no tenía tiempo ni fuerzas, hizo lo que estuvo a su alcance, sus opciones eran casi nulas, su cuerpo no le respondía como él quisiera, su visión se tornaba borrosa y sus manos temblaban, si otro fuera se rendiría ahí mismo, pero él no era cualquiera y no se iría sin luchar, escucho el estruendo de la puerta al abrirse con violencia, ahora sólo le tocaba esperar.

Escuchó los pasos de Felipe Romero, no podía ser otro más que él, nadie más iría tras el para darle caza. Lo sintió acercarse a la cama, luego las detonaciones, maldito cobarde, había descargado su pistola, como si con una bala no tuviera suficiente, como si le hubiera dado la oportunidad de defenderse y el pudiera responder.

Sabía lo que haría a continuación. Se preparó.

Cuando Felipe levantó la colcha para ver su obra debajo de ésta, Lorenzo desde el piso a un costado de la cama disparó, ambos cayeron, Felipe con una bala en el cuerpo y Lorenzo sin fuerzas a punto de perder el sentido por el esfuerzo realizado. Escucho quejarse a Felipe y maldecir, le había dado, pero sin visión ni puntería, él se volvía a poner de pie.

Miró su figura borrosa parada ante él, con el arma apuntando a su cabeza. Cerró los ojos y los volvió a abrir, tratando de enfocarlo, no moriría derrotado, lo haría con la frente en alto, desafiándolo hasta el último instante, sus miradas se encontraron, Lorenzo supo el momento en que Felipe jalo del gatillo, pero no logró concluir, aunque su pistola tuviera balas, que no era así, no hubiera dado en el blanco, porque otra de fuera había dado en su cuerpo, haciéndolo soltar el arma.

Lorenzo lo miró caer ya sin vida a un costado suyo, luego observo entre la bruma de su cerebro cansado otra figura que se inclinaba sobre él, era Santiago Moran, y atrás de él apareció Miguel. Fue lo último que logró distinguir, antes de perder la consciencia.

*****
_ Sofía miro a la distancia, el día era lluvioso y triste, anhelaba que Lorenzo estuviera a su lado, iba a cumplirse una semana de que había sido rescatada, cuatro días había permanecido en el hospital y hacía dos que le habían dado de alta.

A veces pensaba que le mentían acerca de Lorenzo, quizás estuviera muerto y no querían decírselo, lo último que recordaba era haber estado esperando un ataque de los hombres de Felipe Romero, lo siguiente que supo fue que estaba internada en una clínica, en donde la atendían de múltiples golpes y heridas, ¿y de Lorenzo?... No sabía nada, salvo que había sido herido y se estaba recuperando, ni siquiera, sabía en donde, nadie le decía nada, solo era cuestión de preguntar por él y todos los empleados salían huyendo. Ya estaba cansada de esperar, ni siquiera a Miguel podía preguntarle, porque la única ocasión en la que lo había visto fue precisamente, cuando le informó lo de Lorenzo, de ahí en más nadie sabía, o no querían decirle.

_ Hija, tienes que entrar. - se acercó su tía. - está fresco y tienes que cuidarte.

_ A veces pienso que él ya está muerto tía. - la miró con sus ojos cristalizados. _ no entiendo tanto secretismo, si él estuviera bien como dicen, ¿porque no está aquí?

_ Debes de tener paciencia. - trato de consolarla, no le diría que ella pensaba lo mismo. _ ten en cuenta que, si está herido, tal vez sea difícil trasladarlo.

_ Tengo tantas cosas que decirle, que aclarar con él.

_ Ya lo harás. - la abrazó con ternura. _ seguro que sí.

*****
El rancho de Roberto Cazares, era el más protegido y el más seguro de la región, hombres armados vigilaban de día y de noche no sólo la casa, si no todos los alrededores

Lorenzo aún permanecía ahí, estaba grave, y aunque Santiago y Roberth ya se habían marchado, Justin, permanecía a su lado, era él, quien después de despachar el helicóptero con Sofía a bordo, se había quedado y Había dado la voz de alarma a Roberth y Santiago, después de darles las indicaciones de dónde encontrarlo, se había unido a ellos y a Miguel, quien había identificado a los hombres muertos y supo con certeza hacia donde se lo habían llevado.

Ahora a la vuelta de seis días, Lorenzo seguía delicado, había estado luchando contra una infección muy fuerte debido a la forma en que le habían extraído la bala del costado, sin ninguna medida de precaución y lo peor era que era imposible trasladarlo a algún hospital, porque de hacerlo las autoridades darían sobre el de inmediato y eso no podían permitirlo, así que Justin luchaba con lo que podía para controlar esa infección, por momentos parecía que la libraba, pero volvía a retroceder, ante la desesperación del médico.

_ Necesitamos hacer algo con urgencia o no la va a librar. - dijo Justin a Miguel, al ver cómo Lorenzo deliraba cubierto de sudor.

_ ¿Crees que si le traigo a su esposa sirva de algo?

_ Puede ser. - dijo acercándose con rapidez a él, al ver que empezaba a convulsionar de nuevo.

_ La traeré. - lo miró Miguel preocupado, para salir de ahí en busca de Sofía, eso implicaba varias horas de ida y otras de regreso, solo esperaba que él resistiera y que de verdad eso ayudará.

*****
Sofía entró a la habitación, era de noche ya. Su corazón se sobrecogió al ver el enorme cuerpo de su esposo confinado en esa cama, su respiración era agitada, pequeñas gotas de sudor perlaban su frente, su cuerpo no dejaba de moverse y palabras ininteligibles salían de su boca.

Se acercó a él y tomó una de sus manos

_ Lorenzo. - habló despacio, como si temiese molestarlo. _tienes que recuperarte. Por favor. - suplicó con lágrimas en los ojos. Le dolía verlo en ese estado, tan vulnerable, tan indefenso, y aunque ella no se sentía bien del todo decidió pasar la noche con él, ya lo había decidido y nadie podría convencerla de lo contrario.

*****
Justin miro con atención el termómetro, por increíble que pareciera la temperatura iba a la baja, era la tercera vez que se la tomaba en el transcurso de la mañana y efectivamente, no le había vuelto a subir. Eso era bueno, por fin había una esperanza, por fortuna ninguna de las dos balas habían afectado órganos importantes, así que, controlando la infección, su recuperación sería rápida y sin consecuencias.

Todo parecía ir mejor.

Hola. No se pierdan el próximo capítulo, en donde por fin se aclara lo que sucedió con el padre de Sofía. Saludos.

EL SECRETO QUE ME ATA No.5️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRAOù les histoires vivent. Découvrez maintenant