CAPÍTULO 6 NO PUEDES DEJARME

6.1K 664 12
                                    

_Sofía, no puedes ser tan terca hija. - dijo su tía desesperada. _no tenemos a donde ir, si regresamos al rancho es probable que nos vuelvan a atacar.

_ Rentaremos una casa en el pueblo.

_ Hija, no tenemos dinero suficiente.

_ Entonces trabajaré, es lo que pensaba hacer, no podemos depender de los demás, menos de Lorenzo.

_ Él se ha portado tan bien con nosotros. ¿No crees que debes darle una oportunidad? - la miró esperanzada.

_ ¡Tía! - la fulmino con la mirada. _ ¿cómo puedes decir eso? ¿En calidad de que me quedaría, aquí?

_ De su esposa, como lo que eres.

_ Él ya tiene su vida hecha, recuerda que tiene novia.

_esa mujer no es su novia, para eso tendría que estar divorciado y no lo está, esa es su amante y a las amantes se les deja.

_ Tía, no digas tonterías, tenemos que salir de aquí, él no me ama, si lo hiciera me habría buscado desde hace mucho tiempo.

_ ¿Y para que te iba a buscar, si no querías verlo? ¿O lo ibas a recibir?

_ No. - reconoció. _pero mi siquiera lo intentó después de la segunda vez, eso quiere decir que está mejor sin mí. - dijo con obstinación. Era el segundo día que estaban ahí y ya estaba desesperada por marcharse, el trato era excelente, pero no quería tener otra confrontación con él, gracias a Dios no lo había visto salvo en contadas ocasiones y apenas habían cruzado palabra. No sabía si él la rehuía o verdaderamente estaba tan ocupado que apenas se pasaba por la casa.

*****
Lorenzo estaba furioso, venia de regreso al rancho y manejaba como loco, sus escoltas no habían podido llevarle el ritmo y hacía rato que se habían quedado atrás, pero no le importaba, tomó una desviación y avanzó hasta llegar a la orilla de un río, cerca estaba una pequeña cabaña de su propiedad, ese lugar era su refugio, estaba cercado y nadie tenía acceso a él excepto Miguel, que era el único que sabía de su existencia.

Era el único lugar en donde hallaba descanso, en donde se sentía en paz y podía relajarse, en esos momentos no creía lograrlo, pero al menos se alejaba de todos los problemas, aunque fuera por unas horas.

Aún escuchaba en su cabeza los gritos histéricos de Susan, cuando le comunicó que su relación llegaba a su fin.

_ No puedes estar hablando en serio. - había gritado con incredulidad.

_ Sabías que pasaría. - trató de sonar calmado, también él estaba a punto de perder los estribos ante la reacción violenta de ella.

_ No puedes dejarme así como así. - gritó de nuevo. _ tu y yo tenemos un futuro juntos.

_ Jamás hemos hablado de un futuro juntos. - la miró exasperado.
Desde el principio sabías a lo que te atenías, como todas las mujeres que han estado conmigo, jamás les miento al respecto, precisamente para evitarme este tipo de escenas.

_ ¿Este tipo de escenas? - lo fulmino con la mirada. ¿Cómo quieres que reaccione si me estás desechando como un trapo viejo?, además yo no soy como las demás, me metiste a tu rancho...

-Jamás he metido a nadie a mi rancho. - la interrumpió.

_ Pero me pusiste cerca, a nadie has llevado hasta donde me llevaste a mí, me necesitabas cerca de ti, me metiste a tu departamento.

_ ¡Basta! Susan. - dijo exasperado. _no confundas las cosas, el que hayas puesto un pie en mi departamento no quiere decir que te lleve a él y mucho menos que eso implique que tengo un compromiso contigo, esto se acabó y no hay vuelta atrás. - hizo el intento por marcharse.

_ Si me dejas no le va a gustar a mi padre y a mis hermanos. - lo miró desafiante.

_ ¿Me estas amenazando? - se detuvo incrédulo.

_ Tómalo como quieras, ellos al igual que tu están en lo mismo, tu mejor que nadie lo sabe y conoces de lo que son capaces, ¿de verdad quieres enfrentarte a ellos?

_ El que me enfrente a ellos o no, depende de ti. - dijo sin mostrar temor. _los conozco y se de lo que son capaces, pero yo no soy cobarde y no tengo las manos atadas, solo espero que no armes algo que después no puedas parar y después te arrepientas, esto es entre tú y yo, te aconsejo que lo dejes y disfrutes de lo que te estoy dando. Si insistes quizás te quedes, sin nada.

_ ¡No! - gritó furiosa abalanzándose contra él. No me vas a dejar así, no lo voy a permitir, seguro ya tienes otra por eso quieres deshacerte de mí. - intento golpearlo logrando rasguñar un lado de su cara.

_ ¡Cálmate! - la inmovilizo. _no me provoques, porque no sabes de lo que soy capaz.

Ella sintió sus brazos fuertes sosteniendo sus manos y su cuerpo firme aplastando el suyo para que no se moviera y una oleada de rebeldía se instaló en su mente, no podía permitir que la dejara, no podía resistir vivir sin él, no podía perderlo y si tuviera que usar la fuerza para retenerlo lo haría.

_ Te juro. - lo miró con rabia. _que si tienes otra la mato. Nadie te va a separar de mí. Te lo juro.

_ No digas tonterías. - aflojó su agarre tratando de calmarla. Esto está terminando porque desde el principio así tenía que ser.

_ ¡NO! - se apartó con brusquedad. _no tiene que ser así, no lo acepto. - gritó de nuevo. _ y si me dejas te vas a arrepentir. - amenazó con los ojos anegados de lágrimas.

Era por demás seguir discutiendo y salió de la casa dejándola atrás gritando y maldiciendo.

Por seguridad dejo a dos de sus hombres para que vigilarán que no fuera a cometer una locura. Luego se marchó.

Ahora en aquel lugar apacible luchaba por contener su ansiedad.

Se hallaba en un gran dilema. Si Susan involucraba a su familia, él no les tenía miedo, pero quizás pusiera en riesgo a Sofía. Su padre y sus hermanos lideraban a un grupo del crimen organizado y se caracterizaban por su falta de escrúpulos y su sadismo, en estos momentos él se hallaba por encima de ellos en cuanto a liderazgo se refería, y habían visto con muy buenos ojos que Susan se relacionará con él, porque era bueno para ellos, pero ahora que la dejaba, los planes de ellos se vendrían abajo y bien podían aprovechar el pretexto de la venganza para intentar deshacerse de él y tomar ellos el poder y no lo podía permitir. Su otra preocupación era Sofía, ahora que por fin estaba cerca de él, no quería dejarla ir, pero si se quedaba estaría en la mira de Susan y no podía exponerla de esa forma, solo tenía dos opciones, retenerla a su lado, pero fuera de la mirada de los demás, esto es, oculta en el rancho en donde, aunque se supiera de su regreso estaría segura, o alejarla del rancho y de su vida y mantenerse lejos de ella como si no existiera. Las dos opciones eran riesgosas, y una dolería más que la otra, pero aquí lo importante era que deseaba ella, y lo que fuera él tendría que someterse, por su bien. 

EL SECRETO QUE ME ATA No.5️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRAWhere stories live. Discover now