EL SECRETO QUE ME ATA No.5️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA

CAPÍTULO 14 EN TERRITORIO ENEMIGO

Sofía levantó la mirada al escuchar alboroto, no conocía la voz de la mujer que llegó a posicionarse delante de ella, pero sí reconoció su rostro, era la mujer que estaba colgada del cuello de Lorenzo besándolo, la primera vez que lo vio después de su regreso.

Sintió una punzada de celos, acompañada de cierto grado de temor al ver el gesto perverso dibujado en su rostro.

Esa mujer estaba loca y ella estaba a su merced

_ Aquí la tienes. - escucho decir al hombre que la había llevado. Es toda tuya, pero apresúrate antes de que nuestro padre regrese y se dé cuenta.

La mujer se acercó y sin decir palabra cruzo su rostro con una bofetada.

Ella sintió el ardor, pero no era nada en comparación con los golpes que había recibido de esos hombres.

_ Así que tú eres la maldita que me quiso arrebatar a mi hombre. - gritó furiosa.

_ No sé de qué me hablas. - contestó ella a duras penas.

_ ¿Pensaste que me quitarías a Lorenzo? - volvió a repetir. _ ¿te crees muy lista porque lograste que te llevara a su rancho? Seguramente lo hizo para dejarte ahí como sirvienta, es a los únicos que deja entrar en sus dominios. Eres una ingenua si pensaste que recibirías más de él. - la miró con odio. _ ¿Sabes que es a mí a la única que le ha permitido estar cerca de él? ¿Que soy la única a la que ha llevado a su departamento en la ciudad? ¿Sabías eso? - busco su mirada tratando de ver una reacción en ella y la encontró.

Esas palabras la habían sorprendido y lastimado a partes iguales, esa mujer era la amante de su esposo y quería lastimarla, pero sus acciones y sus palabras estaban más allá de eso, ya nada ni nadie podía cambiar lo que ella sentía por él, no después de que en su necedad haber visto el video que él tan celosamente guardaba y que, de no haber sido por su borrachera, jamás hubiese podido ver.

Ahora se lamentaba de haberlo hecho, y de una cosa estaba segura, jamás lo volvería a ver con los mismos ojos, ni lo volvería a juzgar.

_ ¡Háblame! ¡Di algo! - gritó de nuevo ante el silencio de ella. Dime quien eres, ¿porque eres importante para él?

_ Soy su esposa. - alcanzó a decir.

_ Mientes. - otro golpe surcó su rostro.

_ No tiene esposa, su única mujer soy yo. - la encaró con mirada rabiosa.

_ Susan ya es suficiente. Vámonos. - la apremio el hombre que estaba con ella.

_ No. déjame. - se zafó del agarre de su hermano.

_Susan. Nuestro padre viene hacia acá. Vámonos. - Insistió nervioso.

_ No quiero. - protestó cuando él la jaló y la hizo salir por una puerta adyacente. _esto no se queda, así. - grito advirtiéndole que no había terminado con ella.

Su hermano se regresó después de sacarla, su padre lo había visto y no podía rehuirlo.

Felipe venía furioso seguido de cuatro de sus hombres.

_ ¡Sáquenla! - ordenó furioso. Le habían informado que los videos que le había enviado a Lorenzo aún no habían sido vistos por él, estaba desencajado de la rabia que sentía.

_¡ Maldito Lorenzo Maldonado! - gritó furioso, estaba seguro de que los había visto, pero quería hacerle creer que no, _¡veremos si no reaccionas a ésto! - gritó maldiciendo. _¡prepárenla! - vociferó. _tú. - señaló a su hijo, el único que le quedaba, ya, que había perdido a dos cuando liberaron a Lorenzo. _ te vas a encargar de ésto. Preparen el fierro de herrar - ordenó.