CAPÍTULO 19 ATAQUE SORPRESA

5.4K 625 15
                                    

_ La situación es ésta. - dijo Roberth. _una vez que nuestros enemigos estén fuera de combate, el helicóptero que nos espera podrá acercarse a un punto más accesible para nosotros, sin embargo, no podrá llevarnos a todos en un solo viaje, así que saldrás primero tú. - señaló a Lorenzo. _junto con tu esposa y Justin, después saldremos nosotros.

_ No estoy de acuerdo. - protestó Lorenzo, vinieron por mí y no pienso marcharme y dejarlos.

_ Ella te necesita. - intervino Santiago. _tu lugar es a su lado, sabes que nosotros nos arreglaremos bien, además, se queda Miguel con nosotros.

Lorenzo no pudo replicar a Santiago, tenía razón, aunque él no veía claro de qué forma iban a vencer a toda esa horda de hombres que se avecinaba en su contra. Ellos se veían muy tranquilos, así que él tenía que relajarse también, y buscar lo mejor para Sofía, en estos momentos ella era su prioridad, el medicamento la había hecho dormir y él la dejaría descansar lo más que pudiera, mientras tanto estaba concentrado en lo que se les venía encima.

No pasó mucho tiempo, cuando por diferentes rumbos se empezaron a escuchar detonaciones, eran aisladas, ya fuera de un revolver o ráfagas de un arma más poderosa, eso les decía, que estaban cerca, que los estaban rodeando y que no les importaba anunciar su llegada porque sabían que por mucho que lucharán jamás vencerían, menos si los atacaban por todos los flancos. Era imposible que salieran derrotados de ahí.

Lorenzo escucho como Roberth dio una orden que no entendió, a través de su teléfono. Luego él y Santiago tomaron sus mochilas que había cargado a sus espaldas al llegar, y sacaban de su interior varias mascarillas y las repartían entre los presentes.

_ Asegúrate de que tu esposa tenga esto puesto. - le entregó Santiago una extra. _ cuando Roberth nos indique, nos las colocaremos y por ningún motivo nos vamos a mover de aquí, ellos saben dónde localizarnos, pero es probable que ninguno alcance a llegar a nosotros y si alguien lo logra, lo recibiremos como se merece.

Ni Lorenzo ni Miguel comprendían cual era la estrategia de ellos, pero se dispusieron a obedecer, el ruido y las voces de los hombres que se acercaban se escuchaban cada vez más cerca, Lorenzo empezaba a dudar de que saldrían de esta, cuando de improviso miro hacia el cielo y observo como una parvada se acercaba, lo curioso del caso era que esos pájaros en lugar de volar por sobre los árboles, lo hacían por debajo de ellos o por entre sus ramas.

Los hombres que venían por ellos, ya eran visibles desde su escondite, estaban tan atentos buscándolos, que no se dieron cuenta de las aves que los acechaba y que se comportaban de una manera tan inusual.

Roberth observaba la situación, luego se volvió hacia ellos y les hizo señas de que se colocarán las mascarillas. El no perdió tiempo y con cuidado se la coloco a Sofía que permanecía adormilada en donde la había dejado, luego procedió a colocarse la suya.

_ Ahora. - escuchó la voz de Robert dando la orden a través de su celular.

Lorenzo había tomado en sus brazos a Sofía, y observó como Santiago, Roberth, Miguel y aún Justin, tomaban sus armas y se ponían alertas por si era necesario usarlas, los hombres se acercaban cada vez más, escudriñando el lugar, porque sabían que estaban cerca, pero no sabían exactamente en donde se encontraban.

Miró hacia arriba y pudo ver el momento en que cada una de las aves que habían aparecido en el lugar, dejaban caer algo al piso, que él no pudo identificar, inmediatamente después observó como una bruma empezó a cubrir el lugar, pero no era algo natural, como la bruma que aparece al amanecer y se disipa con la salida del sol, no, eso era otra cosa, era un gas que también los envolvió a ellos, pero de una manera menos densa, por la distancia.

Sorprendido miro como uno a uno los hombres iban cayendo, hasta no quedar ninguno en pie, fueron muy pocos los que se dieron cuenta de que eso no era normal e intentaron huir, pero no les valió, porque cayeron igual que los demás.

Pasaron varios minutos, antes de que Roberth les indicará que podían prescindir de sus mascarillas.

Lorenzo se dio cuenta de que las aves habían desaparecido, así como habían llegado. Supo entonces que eran drones, utilizados por la gente de Roberth, y que ese gas era gas paralizante.

Había escuchado por ahí, que en una ocasión la gente de Gustavo Contreras, había utilizado ese tipo de gas en contra de uno de sus enemigos. La gente creía que eran fantasías inventadas para cubrir y justificar su derrota, pero ahora se daba cuenta de que esa historia era real, ahora él lo estaba viendo con sus propios ojos, y lo estaba viviendo.

_ Bien. - dijo Santiago, es hora de que ustedes se marchen, nosotros aún tenemos trabajo por delante.

*****
Lorenzo miró el helicóptero que los esperaba, a pesar de que estaba a punto de desfallecer por el esfuerzo realizado, llevando a cuestas a su esposa, y debido a que su cuerpo aún no se recuperaba del todo, tras el último ataque sufrido, aunado a su herida en el hombro, sintió como una oleada, de adrenalina fluía a través de sus miembros cansados y cobraba nuevas fuerzas, al sentir el peligro.

Detuvo a Justin y le entregó a Sofía en sus brazos.

_¡No te muevas! - ordenó. _algo no anda bien.

Se movió con sigilo, y se acercó un poco más, lo lógico era, que el piloto estuviera esperando dentro del helicóptero, nadie se aventuraría a salir estando en un lugar como ese, en una situación de alerta roja, sin embargo, él no se hallaba en su puesto. Miró con atención y se dio cuenta de que había señales de lucha, escudriño todo el lugar y se percató de que había varias huellas alrededor del helicóptero, que después se internaban en el bosque.

_ Estamos en problemas. - regresó con Justin. _tienen al piloto, informa de ésto, yo voy tras ellos.

Justin no protestó, sabía que no lo detendría, y también estaba de acuerdo que no podían dejar al piloto en manos de esa gente, tenían que moverse rápido si querían encontrarlo con vida.

_ Cuídala con tu vida. - pidió dando un tierno beso en la frente a su esposa. Dio gracias de que no estuviera consciente de lo que sucedía a su alrededor.

*****
Como había supuesto, los hombres no se habían alejado mucho de ahí, era un grupo rezagado que al escuchar el helicóptero aterrizar, habían acudido en su búsqueda, no les había sido difícil someter al piloto, lo llevarían ante su jefe y él decidiría que, hacer tanto con él, como con el aparato.

A simple vista se veían unos diez hombres, muchos para él sólo.

Al piloto lo mantenían amarrado con las manos hacia adelante y vigilado por dos hombres armados. Su rostro se veía, desencajado, seguro pensaba en el fin que le esperaba.

Lorenzo se movió con rapidez, sus movimientos eran ágiles y silenciosos, su mejor arma era la sorpresa y la utilizaría, por fortuna su revolver tenía silenciador, solo tenía que actuar con rapidez, y lo hizo, disparó sin dejar de moverse, logró abatir a seis en un abrir y cerrar de ojos, los otros cuatro apenas estaban saliendo de su estupor, asimilando que eran el blanco de un ataque, pero no tenían ni idea de dónde provenía, ni de cuántos hombres se trataba.

Lorenzo volvió a disparar, está vez con un arma sin silenciador, ya que la otra no contaba con más balas. Cayeron dos más, los dos restantes lograron sacar sus armas, uno no alcanzó a disparar y el último lo hizo, pero ya sin puntería, porque también estaba cayendo.

Él se movió rápido y llegó hasta el piloto, desató las cuerdas que rodeaban sus manos y le indicó hacia donde huyera, él lo seguiría en cuanto se cerciorara de que esos hombres ya no eran un peligro para ellos.

Miró al piloto detenerse y mirar más atrás de él, no tuvo tiempo de nada, escuchó dos detonaciones, cuando quiso reaccionar ya estaba en el suelo, por instinto llevó su mano hacia un costado y al verla estaba empapada de sangre. Cerró los ojos intentando recomponerse, pero las fuerzas empezaban a fallarle.

EL SECRETO QUE ME ATA No.5️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRAWhere stories live. Discover now