Zero O'Clock [Yoonmin] ©

5 - "Palabras"

—Aquí tienes.

Yoongi le entregó a Jimin un batido de fresa que le había comprado en la cafetería. Él, en cambio, se había comprado otro café. Sabía que no era lo mejor, pero no podía decirle que no a su tan amada bebida caliente.

El menor de los dos tomó entre sus manos el vaso y sonrió dulcemente. Ahora, notó el pelinegro, sonreía más que antes. Aquello pasó desde esa mañana, cuando le había prestado el paraguas.

—¿Cómo supiste que me gustaba este?

—Adiviné —mintió.

En realidad, Yoongi lo había visto muchas veces ir por ahí con su batido de fresa. Supuso que le gustaba más ese sabor.

—No hacía falta que me compres nada, pero muchas gracias.

—Cuando pasas malos ratos, siempre es bueno relajarse. Una bebida siempre ayuda.

—¿Cuenta el alcohol? —bromeó.

—No en la universidad, claro que no.

Ambos se carcajearon. Jimin miró de reojo al otro muchacho, curioso. Parecía nervioso. Apretujaba entre sus manos el vaso con café que había comprado, y miraba al suelo, como si se sintiera incómodo.

—No te había visto nunca, ¿Desde hace cuánto trabajas en la biblioteca?

—Desde hace ya dos años.

—¿Por qué no lo sabía?

—Yo siempre estoy detrás de mi escritorio. No todos van a consultarme cosas. La mayoría sólo... —se encogió de hombros— busca lo que necesita y se va.

—Debe ser aburrido estar ahí solo todo el día.

—No tanto. Disfruto de libros muy buenos, y ordenarlos en sus lugares me calma.

—Eres un chico muy tranquilo, ¿Verdad? De hecho, si no te hubiera visto en el pasillo del departamento, jamás habría imaginado que tenía un vecino.

—Ah, sí... —rascó detrás de su oreja con su dedo índice.

—Es una pena que no lo hubiera sabido antes.

—¿Por qué?

—Me caes bien. Creo que nos llevaríamos genial. Y nunca viene mal tener un buen amigo. Hubiera podido recurrir a ti en varias ocasiones, y también tú pudiste haber ido por mí cuando así lo hubieras querido.

—¿Un buen amigo?

—¡Claro! Si tú así lo quieres... podríamos vernos más seguido. Sería muy vergonzoso acercarme siempre y que tú no lo quieras.

—¡No! ¡Sí me gustaría!

—Me agrada eso —sonrió suavemente.

Casi sin quererlo, Jimin miró hacia adelante y soltó un suspiro. A lo lejos, pudo ver a Jin Woo, quien caminaba junto a dos chicas, coqueteándoles descaradamente y haciéndoles reír. Yoongi notó esto y presionó juntos sus labios.

—Siento mucho haber sido tan entrometido en la biblioteca. Simplemente... no pude soportar ver a ese chico tratándote de esa forma.

—Está bien, descuida. Agradezco lo que hiciste.

—¿Es... difícil para ti?

—Cuando recuerdo lo que pasó, sí —suspiró—. Él y yo éramos muy buenos amigos. Un día, él descubrió que sentía cosas por él, así que dijo que también se sentía atraído hacia mí y comenzamos a salir. Quiso ocultarlo, supuestamente, por mi bien. Decía que temía que mis amigos y los suyos nos juzgaran y eso. Yo le creí y seguimos juntos.