1 - "Un deseo a las estrellas"

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Era un día como cualquier otro en la monótona vida de Min Yoongi, un pelinegro joven de blanca piel y ojos gatunos que vivía solo en un pequeño apartamento en Seúl. Él sabía que cada día era diferente, pero, a la vez, los sentía como si fueran iguales.

Yoongi despertaba cada mañana bien temprano, aunque no lo suficiente como para tener el tiempo de tomar un buen desayuno. Después, tomaba un autobús hacia su trabajo, realizaba su jornada y caminaba hacia la universidad más cercana del lugar, en donde tenía un segundo empleo como bibliotecario. Finalizadas sus últimas labores, regresaba con el mismo autobús de la mañana —muchas veces, incluso con el mismo chofer— a su viejo apartamento, se bañaba y cambiaba, y descansaba para volver a empezar. No obstante, había una única cosa que hacía que se sintiera mejor y con ansias de iniciar un nuevo día: Park Jimin.

Jimin, un chico un par de años menor que él, era su vecino en aquel departamento. Cada tanto lo cruzaba en el pasillo o en el ascensor, o lo veía un par de segundos en el balcón de al lado o en la biblioteca en la que trabajaba. De castaños cabellos, ojos también castaños, abultados labios y angelical sonrisa, el vecino de Yoongi lo había atrapado con sus encantos en un instante. Jamás habían cruzado una palabra. Mucho menos sabía si el otro era consciente de su existencia. Aún así, moría por acercarse a él y, aunque sea, tomar su mano. Era para él uno de esos amores imposibles, que son imposibles por el simple hecho de que solamente uno es quien tiene sentimientos por el otro; que son imposibles porque es complicado hacer que todo inicie, porque jamás se sabe por dónde empezar o cuándo sería correcto hacerlo.

No lo supo, sino hasta cierto día de otoño.

El pobre Yoongi no podía dormir. Casi siempre sufría de insomnio cuando la hora de acostarse llegaba. Y aunque le echara la culpa a cientos de factores de su vida que bien podían ser los culpables, no pensaba que culpar a la segunda taza de café que estaba bebiendo fuera correcto. No lo era esa noche, ni la anterior... o ninguna de las anteriores. Pero sí tenía ganas de seguir culpando cosas a su alrededor por ese sentimiento de malestar que se había instalado en él desde que supo que no podía dormir: el calor. Dentro de su apartamento hacía calor. No obstante, aquello no era un problema. Septiembre estaba llegando a su fin, y también las noches calurosas.

Yoongi salió a su balcón, agarró con más firmeza la taza entre sus manos y cerró sus ojos, con la cabeza elevada hacia arriba. La fresca brisa nocturna le relajaba al punto de querer disfrutarla por siempre. Por eso, abrió completamente los vidrios y volvió a meterse a su casa, sentándose en el sillón que tenía en la sala. Estuvo a punto de beber un poco de café, pero algo lo detuvo.

Escuchó un sollozo, que provenía del balcón de al lado.

Alarmado, Yoongi dejó su taza y corrió en silencio hasta el gran ventanal que daba a su balcón, aunque sin salir de él para no ser visto. Podía ver desde su escondite a Park Jimin, su vecino, quien se estaba sentando en el suelo de su balcón y escondía su rostro en sus rodillas. Él quiso preguntar qué sucedía, pero el otro había comenzado a hablar solo. Tal vez, creyendo que nadie lo estaba oyendo.



¿Por qué nada me puede salir bien? —sorbió por la nariz— ¿Por qué, Tae?

—¿Tae? —preguntó en un susurro.



Tras haber observado mejor, notó que Jimin estaba hablando por teléfono.



Sé que soy un buen chico, doy lo mejor de mí para que los demás estén felices y no le hago daño a nadie... ¿Por qué tuvo que hacerlo? ¿Por qué me engañaría de esa forma? No lo-- oh, ¿Ya tienes que irte? ¿Qué hora es allá? —asintió con la cabeza— Comprendo... te dejo, entonces —secó sus lágrimas—. No, yo lo siento, ¿Sí? Adiós.



Lo siguiente que pudo ver Yoongi fue que el muchacho lloró un rato más. Por alguna razón, sintió a su corazón romperse ante lo que estaba viendo. Después, lo vio pararse y mirar hacia adelante mientras se sostenía de las barandas del balcón. Sus lágrimas no dejaban de caer por sus mejillas. Por último, miró hacia arriba, y también lo hizo Yoongi, para saber qué era lo que el otro estaba observando.

Se podían ver cientos de estrellas.



Tengo que estar loco para hacer esto... —murmuró Jimin para sí mismo y volvió a ver a las estrellas, juntando sus manos a la altura de su pecho— dicen que, si pides un deseo a las doce en punto, este se cumple. No me gustaría pedírselo a la nada, así que se lo pido a las estrellas ¿Qué hora es?



Casi como si estuvieran imitándose uno al otro, los dos chicos se fijaron la hora en su celular. En ese preciso momento, la hora cambió a las doce en punto de la noche, indicando que un día nuevo había llegado. El mayor de los dos volvió a ver a su vecino. El otro, a las estrellas.



Tengo apenas un minuto, ¿Verdad? —se cruzó de brazos y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas— ¿Sería muy estúpido pedir que él regrese y que estemos juntos? ¿Que cada día deje de ser tan duro? ¿Que la gente deje de ser tan dura conmigo? ¿Sería muy estúpido... pedir ser feliz? Porque, de ser así, lo deseo. Después de todo, un nuevo día ha comenzado. Podría ser un nuevo inicio, ¿Verdad?



Jimin, aún llorando, soltó una débil risa.



—Esto que estoy haciendo es ridículo, no sería posible.



Así, volvió a meterse a su apartamento, dejando a Yoongi en su lugar, casi sintiendo la misma tristeza que él sentía por dentro. Salió a su balcón y miró al de al lado que, ahora, estaba vacío. Soltó un lastimoso suspiro y fijó su mirada en el suelo. En ese instante, se prometió a sí mismo que si las estrellas no podían cumplir deseos, él sería una; sería la suya e intentaría cumplir lo que tanto pedía.

Intentaría hacerlo feliz.

🌟

¡Hola!

Sé que esto es muy repentino... aunque lo había avisado por Instagram. Se me ocurrió esta historia escuchando —obvio— 00:00. Si no la hacía, explotaba. Ahora... iba a ser un one shot, pero voy a hacer que sea una historia corta, con capítulos, dentro de todo, cortos.

¡Créanme esta vez! ¡Esta vez va a ser una historia corta de verdad! Sólo que no va a tener días y horarios de actualización. Es más: ahora mismo estoy inspirada, aburrida y sin nada que hacer, y voy a ir haciendo el siguiente. Pero sean pacientes, ya que los miércoles y los sábados tengo más fics que actualizar y escribir. También exámenes que rendir esta semana y, si todo sale bien, una carrera que estudiar dentro de otros tantos días.

Por cierto, le quiero dedicar esta historia a mi estrellita, Fede_Jeon, quien fue la primera que me dijo que estaba buena la idea para volcarla por escrito. Espero que te guste mucho 💕 Te amo mucho 💕

Espero que les guste 💕

Zero O'Clock [Yoonmin] ©Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin