Zero O'Clock [Yoonmin] ©

31 - "Volver a casa"

Eran ya pasadas las cuatro de la tarde. Tras una larga, emotiva y cariñosa despedida, Yoongi y Jimin se dirigieron a la estación de tren para volver a Seúl. Ninguno de los dos quería hacerlo. Haber parado unos días en la casa de los Min los había llenado de un sentimiento tan cálido y precioso, que hacía que desearan quedarse allí por siempre. No obstante, la vida continuaba. Los dos sabían muy bien que tenían estudios que seguir y trabajo que hacer.

Una vez arriba del tren, ni bien este comenzó a moverse sobre las vías, Jimin, quien iba del lado de la ventanilla, miró a través de ella. Ya se habían alejado un poco de Daegu, y, en ese momento, solo podían ver un vasto campo lleno de árboles, y algunas montañas bien al fondo. Sobre el césped, un blanco colchón de nieve, que también caía desde el cielo sin cesar. Yoongi, al verla, recordó el libro. Ahora sabía a lo que se refería Jimin: las parejas que se encontraban juntas durante la primera nevada estaban destinadas a estar juntas por siempre. Sin darse cuenta, soltó una suave risa. Jimin lo notó y lo miró.

—¿Qué es tan gracioso? —Enarcó una ceja.

—Nada, nada...

—¿Hice algo divertido, acaso? Solo miraba por la ventana.

Yoongi volvió a mirar a través del cristal. Vio el paisaje, los árboles, las montañas... y la nieve. Volvió a carcajearse.

—Estás loco. —Rio.

—Solo estoy feliz.

—Creí que no te gustaba la idea de regresar.

—No, pero pasaron muchas cosas bellas en estos últimos días.

—Sí, tienes razón. No fue tan mala idea haber huido, ¿no?

—Para nada.

El mayor abrazó de costado a su novio, y besó su frente. Jimin sonrió con dulzura, aunque todavía no podía comprender del todo su repentina explosión de felicidad.

—¿Acaso tienes algo entre manos? De verdad estás extraño.

—¿Por qué? Siempre soy así contigo.

—Puede ser, pero no ríes tanto. Por un momento, creí que había algún payaso cerca.

—No me reiría si hubiera uno.

—¿Por qué?

—Me asustan.

Esta vez, quien rio a carcajadas fue Jimin.

—¿¡Te dan miedo!?

—Respeto sus trabajos y su noble intención de hacer reír a la gente, pero son aterradores.

—Bueno... sin embargo, hay alguien que me da más miedo.

—¿Quién?

—Ella.

Jimin señaló a una pantalla que había en un rincón del tren, en donde se mostraban las noticias del día. La señora y el señor Park aparecían sonrientes en la imagen, con un título que indicaba que el anuncio de su hijo como próximo líder de la empresa sería anunciado en breve.

—Estuve leyendo un poco al respecto... Quisieron salir a hablar, ya que la gente comenzó a decir que todo el asunto del heredero era mentira, pues jamás lo habían mostrado, y el anuncio que tanto prometían nunca sucedió.