Michael

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Decían que debía seguir con mi vida, volver a ser aquella chica con sueños por cumplir; decían que tendría que pasar de capítulo y comenzar uno nuevo. Pero no podía.

No sin él conmigo a mi lado, escuchando sus palabras de aliento hacia mi.

Sin él me sentía perdida, a la deriva, y solo él podía ayudarme. ¿Pero como lo haría si no estaba aquí conmigo? Y si no estaba, ¿alguien podría ayudarme?

Sentía las lágrimas correr por mi rostro pero me negaba a abrir los ojos; un grito ahogado escapó de entre mis labios. No quería abrir los ojos y perder la única oportunidad de volver a verlo.

Aferro con fuerza las sábanas entre mis puños y me retuerzo, y un sollozo se escapa.

—Zoe, cariño. Despierta—entre la desesperación logro distinguir la voz de alguien diciendo mi nombre—. Zoe, despierta.

Aprieto con fuerza los párpados, no quiero que el sueño o pesadilla se escurra, perdiéndolo de nuevo; él sonríe a medida que la imagen se iba difuminando.

—¡No!—grito con fuerza, abriendo los ojos y topándome con la oscuridad de la habitación; los sollozos estremecen mi cuerpo.

Rápidamente noto como unos brazos me toman entre ellos; me aferro a éstos desesperada.

—Tranquila Zoe, tranquila—reconozco el suave tono que Ashton estaba usando.

—Lo extraño, lo extraño demasiado—lloro, aferrándome a su camiseta—. ¿Por qué tuvo que irse? ¿Por qué? Maldita sea.

—Tienes que ser fuerte, Zoe. Por él—Ashton intenta calmar los sollozos que se escapan de mi; por el sonido de su voz, él estaba intetnando contener sus propias lágrimas—. A Michael no le gustaría verte en este estado, a ninguno de nosotros.

Lo sé, sé que no le gustaría; él seguramente querría que estuviéramos como siempre.

—Pero no se si pueda—pongo en palabras mis pensamientos.

Imagina; 5SOSWhere stories live. Discover now