Calum

887 28 1
                                    

Sigo sus movimientos con mi vista; lo veo llegar hasta el escritorio y apoyarse contra éste, clavando su vista en mi. Tarde o temprano esto iba a ocurrir.
—¿Tienes algo más que decirme?
Su voz es fría, cortante; hago un esfuerzo para que no se note que su tono tan distante me afectó.
—Espero que no continues así, Calum—muerdo mi labio—; espero que encuentres a la persona indicada para ti. Porque yo no lo fui.
Mira para otro lado, apretando la mandíbula; me sorprende que mis palabras le afectaran de tal manera. Lo observo, esperando alguna palabra o gesto de su parte.
Los segundos pasan, los minutos también y el silencio reinaba; aún Calum continuaba mirando un punto fijo en la pared, sin dejar esa postura tensa.
—Lo entiendo—rompo el silencio; me doy la vuelta, predispuesta a salir de la habitación.
—Tu no lo entiendes.
—Entonces, explícate—lo miro y él me observa también—; explícame porque no entiendo cómo es que terminamos así. ¿No era que nos amábamos?—noto como sus hombros caen; niego con la cabeza—. Tal vez no nos amábamos lo suficiente como para luchar por el otro.
Sus manos tiemblan antes de que las cierre en un puño.
—Yo si te ame, Calum—retrocedí—; ¿tú?
No espere respuesta; salí de la habitación sintiendo como dejaba una parte de mi dentro de ella.

Imagina; 5SOSWhere stories live. Discover now