Imagina; 5SOS

Ashton

Algo golpea el vidrio de la ventana, logrando sacarme de mi mundo; aparto la laptop, dejándola sobre la cama y me encamino hacia la ventana. Vuelvo a escuchar el mismo sonido.

Abro la ventana y me asomo al pequeño balcón.

—Ashton, ¿qué haces aquí?

Él me responde con una sonrisa, guardando ambas manos en su chaqueta.

—¿Puedo entrar?

Frunzo el ceño. —Ashton, es medianoche; tendrías que estar en tu casa.

—Lo sé, pero preferí venir aquí—por la luz que dan los faros de la cuadra, logro distinguir como se encoge de hombros—. ¿Me dejarás pasar?

Miro por sobre mi hombro, al interior de mi habitación; atrapo entre mis dientes el labio inferior.

—Tendrás que subir por afuera; mis padres duermen en la habitación de al lado.

—Hecho.

Me aparto de la barandilla y me adentro en mi propia habitación; miro cada rincón de ésta, buscando algo que deba de ocultar de su vista, pero Ashton entra.

—Lindo—dice recorriendo el lugar con sus ojos; un hoyuelo se le marca cuando sonríe.

—Es la típica habitación de un adolescente—me encojo de hombros, restándole importancia a su comentario.

Ríe; señala con su cabeza mi cama. —¿Puedo?

Pero antes que pueda darle una respuesta, él ya se había acostado en ésta; ruedo los ojos y me siento junto a él.

—¿Por qué decidiste venir hasta mi casa y no a una de las de tus amigos?—indago, cruzando las piernas.

—No lo sé—su voz es suave, como una caricia—. Tal vez será el hecho de que descubrí que alguien me gusta, y necesitaba decírselo a alguien.

Algo pasa dentro de mi, haciendo que me sintiera rara, distinta.

—¿Sí? ¿Quién?—mi voz sale forzada.

Gira su rostro hasta conseguir que nuestros ojos hicieran contacto.

—Tu.