- ¿Se encuentra bien?.- Preguntó de lo más tranquila desde su cama, leyendo uno de los libros que Chaeyoung le había prestado.
- ¿Por qué no lo estaría?.- Respondió la pelinegra desde su puesto, mientras intentaba terminar su dibujo.
- Hm... No lo sé, has estado distante desde hace un tiempo.- Siguió como si nada.-¿hice algo malo?.- Preguntó esta vez mirando a la chica.
Chaeyoung levantó la mirada unos segundos, encontrándose con el entrecejo de Jennie semifruncido, mostrándose un tanto preocupada. Volvió a mirar su libreta, evadiendo la mirada.
- De qué hablas. No has hecho nada malo y no hay nada extraño conmigo tampoco.- Respondió en tono normal.
Jennie mordió su labio, intentando volver a la lectura, pero sabía que la pelinegra mentía y que algo estaba rondando su cabeza.
- Estás rara.
- No lo estoy.
- Lo estás, Chaeyoung.
- No me llames por mi nombre, soy tu superior.
Jennie se sentó de golpe en la cama, mirándola fijamente, esperando a que la pelinegra se dignara a mirarla, pero no lo hizo.
- No me habías reclamado eso desde hace dos semanas, ¿por qué ahora sí?.
- Porque recordé como son las cosas, Jennie.- Siguió sin mirarla. La castaña soltó una risa ahogada.
- ¿Ah sí?, ¿y cómo son las cosas entonces?.
Chaeyoung quedó en silencio por un momento, luego levantó la mirada para verla a los ojos.
- Eres mi prisionera, estoy aquí para mantenerte a la raya, es mi trabajo, y debería hacerlo tal y como me ordenaron. Siguiendo las reglas.- Se excusó.
Jennie negó con la cabeza, consciente de lo que estaba a punto de decir.
- No siempre fue así.- Dijo casi en un susurro, pero fue audible para la otra chica.
- ¿A qué te refieres?.
- Éramos tan unidas Chaeng...- Habló con melancolía.
- ¿Qué?, ¿de qué hablas, Jennie?.-Comenzó a confundirse, cerrando su libreta para prestarle atención a la chica.
- Supongo que de verdad no lo recuerdas, bueno, eras muy pequeña en ese entonces.- Soltó una risa. Chaeyoung negó la cabeza confundida.- Acércate, creo que es momento de contarte una parte de mi pasado.- Tanteó la cama, para que la pelinegra se acercara.
Chaeyoung caminó dudosa hasta la cama y se sentó en ella lentamente, din dejar de mirar a la chica con el ceño fruncido.
Jennie suspiró, dispuesta a hablar. Sabía que eso pondría la relación de ambas en la cuerda floja, todo dependería de como Chaeyoung respondiera ante la verdad; pero debía hacerlo, la estaba perdiendo. Había llegado el momento de contarle la verdad.
- ¿Recuerdas cuando nos encontramos por primera vez y te dije que éramos iguales?.- La pelinegra asintió.- ¿y cuando dije que te conocía?.- Volvió a asentir esta vez más lento. La castaña suspiró.- No lo decía solo por decir, Chaeng.
La pelinegra sintió como su corazón se detenía y volvía a latir.
-¿Q-qué?.- Fue lo único que salió de sus labios.
Jennie rió ante la expresión de confusión en su rostro.
- Te conté lo que pasó con mi madre, mas no te conté todo lo que pasó después de eso.- Empezó. Chaeyoung se acomodó en su puesto, oyendo a Jennie suspirar y cerrar los ojos mientras se alentaba a seguir.
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The Flip - Chaennie
RandomPark Chaeyoung es fiel servidora a su país, retirada temporalmente del ejercito para ejercer la tarea de ser la celadora de la prisión de máxima seguridad más grande de todo el mundo, donde se encuentran los criminales más despiadados del mismo. Co...