IV

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Chaeyoung dejó la habitación completamente desorientada, cómo alguien tan dulce como esa chica podía pensar en hacer tal atrocidad.

No es como si ella misma no lo pensara, La Muda merecía morir, de eso estaba segura.

Quería verla de nuevo, quería que la volviera a mirar con esos ojos que lo único que reflejaban era muerte y locura. Necesitaba verla de nuevo.

Era en eso en lo que pensaba mientras caminaba a su puesto de trabajo, tan sumida en sus pensamientos sobre aquella castaña, que no se dio cuenta al momento que estaba frente a la puerta.

Suspiró antes de entrar y ver a sus dos idiotas prisioneras, que lo único que hacían era hablar estupideces.

- Ya era hora de que apareciera, celadora.- Habló Momo.

- Se tardó mucho esta mañana, es su segundo día, debería hacer su trabajo bien.- Acotó la otra chica.

- No empiecen, no estoy de humor.- Dijo casi entre dientes, sentándose en su respectivo lugar.

- ¿No está de humor?, cómo no podría está de humor si usted es la primer persona que logra darle pelea a La Muda.- Preguntó la más alta con ironía en su tono y una sonrisa de lado.

Chaeyoung la miró con el ceño fruncido.

- ¿Cómo sabes eso?.- Preguntó acercándose a los barrotes. La chica con flequillo dio un paso atrás, aun recordaba lo del día anterior.

- Todos están hablando de eso, los chismes vuelan dentro de estas cuatro paredes.- Respondió.

Chaeyoung sonrió de medio lado, se estaba ganando el respeto de esas dos, o el miedo, cualquiera de las dos.

Lo pensó un poco, quizás podría sacarle información a esas dos. ¿Quién mejor para dar información de una prisionera, que una prisionera?.

- Si ya saben acerca de eso, deben saber más sobre La Muda.- Ambas chicas se miraron entre ellas.- Hablen.

Las dos soltaron una carcajada que duró menos de un minuto, pero que aun así, había hecho enojar aun más a la pelinegra.

- Hablen, les dije.- Sonó aun más seria que antes.

- Nononono, a ver, chica nueva.- Habló Sana, la cual se acercó a los barrotes para mirarla de frente.- Creo que no entendiste lo de ayer, si quieres información, tendrás que darnos algo a cambio.- Le sonrió superiormente.- Se me ocurren unas cuantas cosas.- Concluyó mirándola de arriba abajo.

La pelinegra hizo como si no hubiera notado su mirada, llevando su cabello hacia atrás, perdiendo la paciencia.

Al parecer tendría que sucumbir ante las reglas del lugar, tenía que hacer tratos.

- Bien, qué quieren.- Suspiró cansada de la situación.- Que no sea nada sexual.- Agregó al ver que Momo iba a hablar, y al parecer tenía razón, ya que la chica cerró la boca después de que la pelinegra dijera eso.

Ambas hicieron una mini reunión en la que hablaron a espaldas de la pelinegra, discutiendo que pedirían.

- Ok, como eres nueva, hemos decidido ser buenas contigo, solo por esta vez.- Habló Sana.- Queremos una botella de alcohol, cada una, y una nueva almohada.

Chaeyoung levantó una ceja al oir el último requisito.

- ¿Qué?, estas cosas que nos dan acá son piedras prácticamente.- Resopló Momo.- En fin, ¿trato?.- Pasó su mano a través de la reja.

La pelinegra no tomaría su mano, ni en un millón de años se rebajaría a tal nivel. En cambio, la miró y sonrió.

- Trato.

The Flip - ChaennieWhere stories live. Discover now