Capítulo 9

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Estaba sacando las cosas del refrigerador cuando sonó el móvil, lo tomo y frunció el ceño al ver el mensaje de un número desconocido.

"Apuesto que te sientes muy especial... pero tu novio es una puta, es cosa de tiempo para que termine abriendo las piernas para alguien más. Solo mira lo mucho que disfruta cuando está con otros que no son tú..."

Le llegaron tres vídeos, confiaba en Tsukki, pero tenía que saber de qué se trataba todo eso.

———

Tsukki corrió lo más rápido que pudo, aún sabiendo que ya era tarde. En cuanto abrió la puerta lanzó las bolsas hacia un lado e intentó quitarle el móvil a Kuroo que miraba la pantalla con el ceño fruncido.

- ¡Dame eso... No lo veas...!

- ¿De qué diablos se trata esto? ¿Acaso te estaban extorsionando? - lo alejó con facilidad con una mano, pero Tsukki estaba fuera de sí y eso lo hizo temer lo peor.

El vídeo debía ser actual si estaba tan desesperado. Lo empujo para apartarlo y dar play finalmente. Nada lo había preparado para ver a su novio siendo follado por 3 sujetos, dándole sus sonrisas coquetas, dejando salir palabras de aliento y gemidos que no sonaban en lo absoluto como los que Kuroo conocía. El brillo de sus ojos también era otro, como si estuvieran vacíos, y sin duda era un video antiguo a juzgar por el largo del cabello de Tsukki, quizá cerca de un año, durante el periodo en que apenas se habían vuelto a acercar.

En el siguiente incluso habían más sujetos, y en esa ovación nada había del Tsukki coqueto y hasta demandante con sus compañeros, el rubio parecía fuera de su cuerpo aunque se movía buscando las caricias de esos tipos, sus ojos estaban carentes de emoción alguna, como si no estuviera ahí y solo fuera un cuerpo para ser usado, siendo tratado de esa forma, incluso con indultos y palabras de humillación al no hacer como se le indicaba.

El último fue el que lo destruyó, un Tsukki de no más de 11 años con dos sujetos que le indicaba que tenía que hacer, el pequeño Tsukki del video lucía asustado, con los enormes ojos ambarinos húmedos y desconcertados mientras recibía órdenes. Cómo quitar sus cinturones, que cosas le gustaban a los niños mayores, que eso era lo que los amigos hacían los unos por los otros, mientras Tsukki solo asentía y acataba las órdenes que esos chicos le daban entre risas que le helaron la sangre a Kuroo. Eran mayores, quizás de preparatoria o el último año de secundaria, y estaban abusando de su novio, de su novio cuando era un niño, que para el final del video estaba arrodillado entre ambos con su pequeño y aún inocente rostro con los restos de la corrida de esos muchachos, uno de ellos era claramente el mismo en cada video, y quien mayormente daba órdenes a Kei. Kuroo no sabía qué hacer, nada lo había preparado para una situación como esa.

- ¿Quien envió esto? - preguntó fríamente.

Tsukki parecía simplemente destruido, de pie en mitad de la sala viendo a Kuroo como si realmente no lo viera, con la misma mirada perdida y desconectada de uno de los videos, solo con los puños apretados; sintiéndose humillado como en esos primeros encuentros, sin poder controlar nada de sí mismo, sin poder hablar siquiera y en lugar de responderle solo dio algunos pasos hacia atrás para alejarse más de Kuroo, intentar escapar como fuera de esa situación de la que realmente no podía huir.

Era su vida, ese era el, era una puta, estaba hecho para ser utilizado y eso se lo dejaría en claro a Kuroo, terminando por hacer lo único que sabía en lo que era bueno, acercándose a su novio y atrayéndolo de la nuca para intentar besarlo, pero siendo rechazado de inmediato. La mirada de Kuroo era un hielo y lo único que en esos momentos deseo fue no haberlo llamado hace unos meses para pedir auxilio, deseo simplemente morir y no pudo más que huir a encerrarse al baño, pero Kuroo fue más rápido que él en sostenerlo y evitar que se escabullera.

LingerWhere stories live. Discover now