Cap.02-El Juego de los Roles

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-¿Cómo?

-Ella, Ailur es su nombre, controla cada aspecto de este mundo.

-¿Y tú lo aceptas?-ella negó exasperada.

-Claro que no, pero si no juegas te asesinan, además, participar nos da la oportunidad de salir de aquí algún día, si cualquiera de nosotros consiguiera atraparla, tocarla tan solo, todos seriamos libres.

-Adivinare: eso no lo ha conseguido nadie.

-Entiendo que Yuoko estuvo cerca esta noche, hasta que...

-¿Cómo iba a saberlo?, y ya que estamos, ¿Qué sucede con ella?, ¿en verdad iba a arrancarme la piel?

-Oh, sí que iba a hacerlo, ella es La Bestia, un dolor constaste en mi trasero, vive salvaje en una caverna en el bosque.

-Esto es demasiado.

-Es muy tarde, lo veras todo más claro en la mañana.

-Espero, ¿y Liebre?-Perdiz le aparto la mirada-¿Qué es?, dímelo, ¿Dónde está Liebre?

-Es La Curandera, un puesto importante, pero la tiene viviendo en el Castillo asique la veo poco-se levanto-hay que dormir, será un día muy largo mañana.

Luego de lo oído dudaba poder conciliar el sueño pero Perdiz le tendió una piel junto a la alfombra y pudo tomar dos horas de descanso antes de que le sacudiera para que se levantara, tenía el cuerpo amoratado y entumido.

-Toma-su hermana le dio un tazón de caldo.

-Gracias, tenemos que ir por Liebre y salir de aquí, con una cuerda y unos buenos ganchos podríamos...

-¿Crees que no fue lo primero que intente?-pregunto irritada-he recorrido la totalidad del valle buscando una brecha en el muro, escalarlo es imposible, la única escapatoria es ganar el juego-escucharon un cuerno.

-¿Qué pasa?

-Es ella, debe venir a verte.

Como suele suceder, a la luz del día el mundo tenía un aspecto menos aterrador, el pueblo había despertado y de las casas no salían siniestras figuras enmascaradas sino personas, hombres, mujeres, incluso niños, le miraban con curiosidad y recelo mientras se reunían en el centro del pueblo.

Allí estaba ella, saber lo que era y lo que hacía no hizo que dejara de admirar su belleza o sentir su pesar.

-Alto-ordeno-que el recién llegado se aproxime.

-Ten cuidado-le dijo Perdiz, dándole un empujón.

-¿Cómo te llamas?

-¿Yo?-se lo pensó dos segundos-Nicolay.

-Tus ojos son interesantes-tenían un desusado tono naranja-¿te han explicado algo?

-Aja...pero creo que no me interesa-la diosa alzo la ceja-solo vine aquí por mis hermanas.

-¿Hermanas?

-Perdiz y Liebre, no quiero ningún deseo, solo déjanos ir.

-Ese es un deseo y para cumplirlo tendrás que atraparme.

-¡Pero esto es absurdo!

-¡Rapaz!-exclamo Perdiz.

-¿No dijiste que te llamabas Nicolay?-se torno burlona-pareces un mentiroso y es claro que no sigues las reglas...Ladrón, ese será tu papel.

-¿Qué?

-Lo he decidido-se dirigió a los demás-Nicolay, Rapaz, es El Ladrón, que ocupe la cabaña en ruinas y ya veremos cuanto resiste.

La Leyenda de AilurWhere stories live. Discover now