Hora de Volver

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Notas:

Hoy traje un capitulo nuevo y como las cosas ya van avanzando.
¡Espero sus comentarios!

 
¡Gracias por leer!
Los quiero a todos hasta la proxima.


-¡Qué demonios acabas de decir! –Grito el chico mientras salía de un brinco de la cama
-Que Sasuke me regalo los aretes. –Dijo la chica con simpleza
-Es una broma ¿Cierto? –Dijo el chico mientras reía nerviosamente
-No, Uchiha Sasuke me regalo los aretes, de hecho me regala un modelo diferente cada año.
El chico se quedó con la boca abierta literalmente, al escuchar las palabras salidas de la boca de la rosa. ¿Debe de estar bromeando?
-¿Cómo demonios? –Pregunto totalmente confundido. -¿Cómo sabe que hoy es tu cumpleaños? ¿Cómo?
-Sasuke y yo nos conocemos desde que tenemos dos años de edad. –Contesto la chica. –Su hermano Itachi y mi hermano Sasori eran amigos así que nosotros también.
-¡¿Perdón?! ¡¿Estas queriendo decir que ese bastardo es tu amigo?!
-Era. –Corrigió. –Hemos estado juntos desde el kínder, cuando éramos niños solíamos ser muy cercanos, pero con lo sucedido con mi familia comencé a alejarme de la gente, él y yo nos alejamos y luego comenzó a hacerme la vida pesada.
-Lo voy a matar. –Dijo el anaranjado totalmente enfadado mientras salía de la habitación.
-¡Ichigo! –Grito la rosada mientras se ponía de pie de un salto y corría tras su novio. -¡Espera!
Ichigo bajo con rapidez las escaleras mientras Sakura le pisaba los talones, este apunto de salir de la casa fue detenido por el brazo de la chica.
-No vas a matar a nadie. –Le advirtió. –Además no sabes tan siquiera donde vive.
-¡Pues iré de casa en casa! –Grito
-¡No vas a ir de casa en casa para buscar a Sasuke a las putas tres de la mañana! –Grito la chica. –Así que hazme el jodido favor de meterte a la puta casa e ir a la jodida habitación y dormirte. ¡Ya que ciertas personas tienen sueño!
El chico cerró la puerta de golpe mientras daba grandes zancadas hacia su habitación, Sakura suspiro frustrada y no le quedo de otra más que ir a seguir a su estúpido novio.
-¿Estás enojado? –Pregunto la rosada al entrar a la habitación, Ichigo ya estaba acostado y tapado dándole la espalda a la chica.
-Hmp
-Esa es mi frase. –Dijo la chica con una sonrisa mientras se iba a la cama y se tapaba. Una vez que ya estaba bien arropada hablo: -Ichigo, te quiero.
-Yo no te quiero. –Contesto el hombre.
Sakura al escuchar esas palabras abrió sus ojos como platos y sintió literalmente una punzada en el pecho.
-Con que no me quieres. –Dijo ofendida mientras se paraba de la cama dispuesta a irse a dormir al sofá, pero fue detenida ya que Ichigo la tomo del brazo y de un rápido movimiento la volvió a meter a la cama, mientras la abrazaba por la espalda.
-No te quiero, te amo, chicle.
-Yo también te amo, zanahoria. –Contesto mientras apretaba un poco más fuerte el abrazo de su  novio.
-Pero créeme que hablare muy seriamente con el Uchiha ese.
-Ichigo…
 
La mañana ya había llegado y los rayos del sol ya pegaba a la cama, Sakura abrió con pesadez los ojos, se sentía muy cansada y agobiada, la noche anterior no pudo evitar pensar en lo ocurrido, ni en la muerte de sus padres ni la vuelta de los shinigamis, menos aún en que el capitán Hitsugaya fuera amigo y cómplice de sus padres y lo que no salía de su mente eran las palabras dichas por Byakuya, ahora por fin entiende porque su padre no lo tragaba.
Se estiro un poco y se sentó en la cama mientras veía todo alrededor, Ichigo no estaba a su lado y eso era un milagro ya que él se había levantado temprano, lo que jamás sucede.
La chica dio un largo bostezo mientras se restregaba los ojos, valla que estaba cansada.
Se llevó su mano al pequeño collar que colgaba en su cuello, era muy bonito, de plata y con cristal rosa, le encantaba la pequeña flor azul que se encontraba justo en medio de ese corazón, miro bien el collar y entonces detallo  en un pequeño detalle, alrededor del anillo estaban grabadas unas palabras:
“Zanahoria & Chicle, Rara Pero Hermosa Combinación”
-Definitivamente eres un idiota. –Susurro mientras reía. –Pero eres mi idiota.
-¿Me hablabas? –Dijo Ichigo el cual tomo por sorpresa a la chica rosa, traía una enorme sonrisa en su cara y en sus manos una gran charola con el desayuno. –Pensé que tendrías hambre.
-Y la tengo. –Admitió la chica. -¿A qué se debe tanta caballerosidad?
-Pues quiero envenenarte con el  desayuno. –D             ijo mientras ponía la charola en las piernas de la chica.
-Será un placer ser envenenada por ti. –Dijo mientras agarraba un tenedor y picaba su hot cake.
 
Ambos chicos desayunaron rápidamente y de igual manera se arreglaron para ir a la casa Kurosaki, ya que gracias a una pequeña fiesta que se vivió la tarde-noche anterior la casa había terminado peor que una cantina a las tres de madrugada.
Cuando llegaron a la residencia Kurosaki les dio una flojera tremenda de tan solo ver lo que tenían que limpiar, las gemelas ya estaban más que listas para ayudaros mientras que Isshin estaba reposando la cruda.
Cómo por las tres de la tarde la casa termino perfectamente limpia, el perro de Sakura estaba felizmente jugando con un pelota que le habían comprado las gemelas, Sakura sonreía con tristeza, ese perro le había sido muy leal durante 14 años, la chica jamás se molestó en jugar con él, en comprarle un juguete o en mimarlo, y aun así el perro jamás se despegó de su lado, pero ahora ese lindo animal, estaba corriendo de un lado a otro, jugueteando y saltando sin parar, se veía feliz, nada a comparación de cuando estaba con ella, Sakura suspiro, definitivamente estaba segura de la decisión que tomaría aunque eso no la hacía muy feliz que digamos.
El fin de semana paso muy rápido, el sábado por la noche llevaron a Sakura a cenar a un muy lindo restaurante mientras que el domingo todos los jóvenes se estaban matando con su tarea, aunque claro está que aunque Sakura estuvo presente todo el fin de semana con la familia Kurosaki estaba muy distraída por obvias razones.
-¿Entonces vas a pasar a tu casa? –Le pregunto el anaranjado a la chica, ambos iban rumbo a la escuela.
-Sí, después de limpiar la escuela iré por unas cosas. –Dijo la chica mientras sonreía.
-¿No quieres que te acompañe?
-No, ya nos vemos en tu casa, les llevare una sorpresa a Yuzu y a Karin.
-¿A sí? ¿Qué es?
-Una sorpresa. –Dijo la chica mientras daba pequeños saltos por el patio de la escuela.
-¿Osea que no me vas a decir? –Pregunto con una sonrisa divertida.
-Nop. –Dijo mientras corría con sus amigos.
Ichigo sonrió mientras se apresuraba a llegar junto a la chica todos sus amigos estaban en una de bancas del patio.
-Buenos días. –Saludo y se colocó a un lado de la chica mientras deslizaba su brazo por la cintura de esta cosa que no paso desapercibida para nadie.
 -¡Buenos días Kurosaki-kun! –Saludo con mucha alegría la pelianaranjada.
-No lo puedo creer Sakura-san. –Hablo Ishida mientras negaba con la cabeza. –Ser novia de esa cosa anaranjada, usted se merece algo mejor.
Todos comenzaron a reír mientras Ichigo ponía mala cara.
-Vamos no te enojes. –Dijo la chica con una gran sonrisa.
-Hmp, tienes razón, no me enojare por una estupidez del estúpido este. –Dijo mientras veía de mala forma a Ishida.
-Cállate imbécil, solo eres un mediocre anaranjado.
-Seré un mediocre anaranjado pero mira. –Dijo mientras señalaba a Sakura. –Tengo una novia con un coeficiente intelectual de 146, y tu ni a novia llegas porque no hay nadie quien te pele.
El chico miro discretamente a Orihime al escuchar las palabras del anaranjado, pero entonces sintió una mirada en él y volteo a ver quién era para llevarse la sorpresa de que Sakura le etaba guiñando un ojo.
-¿Ishida-kun? –Pregunto Orihime al verlo tan rojo. -¿Tienes fiebre? –Pregunto mientras tocaba la cara del peliazul
-No. –Susurro mientras su color le hacía competencia al escarlata de una manzana. –Creo que tengo que ir al baño. –Dicho esto salió corriendo del lugar.
-¿Y a este que le paso? –Preguntaron Naruto e Ichigo a la vez mientras que Hinata y Tatsuki miraban discretamente a Sakura la cual asentía confirmando sus dudas.
Justo en ese momento paso el grupo de los shinobis, cada uno con la mirada fría y altiva, la mirada Karin choco con la mirada jade de Sakura, ambas miradas destellaban odio puro, era como si se estuviera desatando la tercera guerra mundial en esa pequeña contienda, ambas seguían mirándose pero una voz hizo que apartaran su vista.
-Haruno. –Fue el saludo del Uchiha, los shinobis miraron sorprendidos a su ahora único líder, al igual que los amigos de la rosada ¿Sasuke Uchiha saludando a Sakura? ¿Qué demonios estaba sucediendo?
Ichigo puso muy mala cara mientras daba un paso más cerca de su novia, prácticamente estaba marcando territorio, no le gustaba nada ese repentino cambio del pendejo ese.
-Uchiha. –Le devolvió el saludo.
Unos ojos ónix y unos jades chocaron, al parecer esto había sido el comienzo de la tregua después de prácticamente 13 años de guerra, joder a Sakura por parte de él, y humillarlo de forma silenciosa (Calificaciones y reconocimientos que él debía ganar) por parte de ella.
El chico paso altivo y arrogante como era su costumbre, y fue seguido por sus “discípulos” los cuales aún estaban totalmente sorprendidos, Karin volteo a ver a Sakura con una rabia inmensa mientras que la rosada sonreía con diversión y ese simple consiguió que ahora literalmente una guerra se hubiera desatado entre Uzumaki y Haruno.
-¿Desde cuándo acá ese pendejo te saluda? –Le recrimino Ichigo
-Desde hoy. –Contesto con simpleza.
-No le hubieras respondido. –Comento Naruto mientras veía totalmente intrigado la espalda de su ahora ex amigo. –Sasuke quiere algo, lo sé, lo conozco muy bien, solo ten cuidado con él, ahora que estas prácticamente toda la tarde a su lado.
-No te preocupes Naruto. –Dijo con una sonrisa. -¿Por qué no vamos al salón? –Dijo mientras abrazaba un costado de su novio el cual no estaba ni estaría nada feliz.
Las clases pasaron de lo más normal, tremendamente rápidas para Sakura, la cual no quería que estas terminaran, y extremadamente largas para el anaranjado, el cual ya no soportaba estar ni un minuto más ahí, definitivamente esos dos son como polos apuestos.
Pero:
Los opuestos se atraen.
Sakura estaba tranquilamente barriendo el piso del salón de cocina Sasuke, aún no llegaba, lo cual no le extrañaba a la chica, tal vez quería cobrarse lo del viernes, que tuvo que limpiar solo el baño.
Pero grata fue su sorpresa al ver entrar al chico con una grabadora listo para limpiar.
-Llegas tarde. –Comento Sakura.
-Lo sé. –Dijo con una sonría arrogante.
El chico se dispuso a conectar su grabadora y poner música.
La música siempre fue y será el punto débil de la chica rosa, y eso lo sabía perfectamente bien el azabache.
Sakura enarco una ceja mientras seguía barriendo. El azabache comenzó a apilar los trastes para ponerse a lavarlos.
Entonces una canción que ambos conocían comenzó a sonar:
 
 
 
“Eres, 
lo que más quiero en este mundo eso eres, 
mi pensamiento más profundo también eres, 
tan solo dime lo que es 
que aquí me tienes.”
La chica sonrió de costado mientras escuchaba esa canción y sonrió aún más cuando escucho la voz del azabache.
-Eres, 
cuando despierto lo primero eso eres, 
lo que a mi día le hace falta si no vienes, 
lo único preciosa que en mi mente habita hoy. 
Qué más puedo decirte, 
tal vez puedo mentirte sin razón, 
pero lo que hoy siento, 
es que sin ti estoy muerto pues eres.... 
...lo que más quiero en este mundo eso eres. –Canto el Uchiha
Siguió un intervalo de música y si el chico quería cantar la chica no se quedaría atrás, total, ella sabe de esto.
-Eres, 
el tiempo que comparto eso eres, 
lo que la gente promete cuando se quiere, 
mi salvación, mi esperanza y mi fe. 
Soy, 
el que quererte quiere como novia soy, 
el que te llevaría el sustento día a día día, día, 
el que por ti daría la vida ese soy. –Continuo Sakura
Ambos sonrieron con complicidad aunque sin verse y luego ambos siguieron.
-Aquí estoy a tu lado, 
y espero aquí sentado hasta el final, 
no te has imaginado, 
lo que por ti he esperado pues eres... 
....lo que yo amo en este mundo eso eres... 
Cada minuto en lo que pienso eso eres... 
Lo que más cuido en este mundo eso eres..... –Terminaron juntos la canción.
-Eso tiene como 10 años. –Comento la rosada.
-Lo sé, era la favorita de Sasori
-Y de Itachi. –Comento Sakura mientras reía.
Ambos rieron un poco al acordarse de sus hermanos
-¿Qué es de Itachi? –Pregunto la rosada.
-Trabaja en la empresa de mi padre. –Contesto. –Ahora es uno de los accionistas de Uchiha’s Company.
-Ya veo, supongo que tú también eres accionista.
-Efectivamente, pero me aré cargo de las acciones una vez que termine mi carrera.
-Entiendo, ¿Y qué porcentaje tienes en acciones?  
-Por ahora tengo el 20% al igual que Itachi, mi padre tiene el 35% mientras que Madara tiene el 15% y Shisui  el 10%.
-Madara es tu tío ¿Cierto?
-Efectivamente, sigue resentido de que tiene una parte muy baja de acciones.
-Por lo que sé él se las vendió a tu padre en un momento de ruina.
-Efectivamente y luego quiso recomprarlas.
-Y supongo que tu padre se negó.
-Efectivamente.
-Pero el que tiene menos porcentaje es Shisui
-Sí, él no está interesado en Uchiha’s Company, por alguna extraña razón él fue el bicho raro que resulto doctor.
Sakura rio al escuchar eso. –Que cruel, Shisui siempre tuvo más corazón que todos los Uchihas, él era más parecido a Mikoto-san, más blando, con más sensibilidad, por eso desde un principio todos sabían que él despreciaría a la empresa ya que su vocación está en ayudar a los demás.
-Sí, tuvo una pelea prácticamente a muerte con mi padre por el hecho de no querer ser accionista, así que ni para Dios ni para el Diablo, se terminó quedando con el 10%
-Valla… ¿Y seguirás los mismos pasos que tu padre?
-Sí, Itachi y yo nos convertiremos en los presidentes de la compañía una vez que mi padre se retire.
-¿Le compraran sus acciones?
-Sí, 10% cada uno.
-¿Y el otro 10%?
-Mi padre se volverá a pelear con Shisui para que lo acepte.
-Pobre Shisui, lo involucraron en esto cuando él no quería ni meterse.
-Es un Uchiha después de todo. –Dijo con orgullo.
-Uchihas. –Susurro la chica con resignación.
-¿Y tú? ¿Qué será de tu vida?
La chica sonrió de lado recordando la noche de su cumpleaños. –Si no me matan antes de tiempo tal vez me siga los paso de mis padres.
-¿Doctora Haruno? –Pregunto mientras reía. –Odias la sangre.
-Sí, pero aun así creo que de eso no moriré de hambre.
-¿Y por qué han de matarte antes de tiempo? –Pregunto curioso.
-Por mi belleza sobre humana. –Dijo con arrogancia.
Sasuke se quedó callado y serio para luego soltarse a reír como un desquiciado seguido por las risas de la chica.
Desde hace 14 años no hablaban con tanta naturalidad.
Sakura ya estaba en su casa, en una bolsa grande de color negro había acomodado la cama de su perro, al igual que su traste de comida y del agua, unas cuantas ropas que le había hecho para la temporada de invierno, cuatro correas, seis collares diferentes y una pequeña fotografía de la familia Hatake.
-Perro estúpido. –Susurro la chica con dolor. –Te voy a extrañar. –Dijo con una sonrisa triste, en la fotografía de la familia estaban todos presentes incluso Mun fue una foto tomada el día del cumpleaños número cinco de la rosada, la única foto de todos juntos, y ahora ese retrato le quedara a su amigo más fiel.
La chica tomo la bolsa y las llaves de su casa para dirigirse a la casa Kurosaki pero justo en el patio de su casa hablo sin mirar atrás.
-No tardaron nada para dar el comunicado. –Dijo mientras sonreía con tristeza.
-La junta se realizó apenas llegamos a la sociedad. –Comento el capitán de cabellos blancos. –Todos los capitanes quieren conocerte.
Sakura se volteo para mirar al chico albino. -¿A cuántos mandaron por mí?
-Solo a Kuchiki y a mí. –Comento mientras reía por ver la cara de fastidio de la chica. –No lo tragas.
-Es herencia. –Dijo mientras reía divertida y el pequeño capitán sonreía con sorna.
Sakura camino hacia el puente mientras se quitaba sus zapatillas, las cuales las acomodo a un lado de ella, luego tomo asiento y dejo que sus pies tocaran el agua del pequeño río que pasaba por ahí.
Toshiro se sentó a un lado de ella con las piernas cruzadas.
-Cuéntame sobre ellos. –Dijo mientras miraba sus manos.
-Kakashi siempre fue un gran shinigami. –Comento. –Era muy fuerza, siempre le gustaba pelear con personas más fuertes que él, y aunque era mucha la diferencia jamás se rindió y siempre dio pelea, aunque era un vago, se la pasaba leyendo libros eróticos, y entonces desde hace ya varios años se aficiono a una saga de libros eróticos que publico un tal Jiraiya, tu padre siempre fue serio y respetable, con un gran intelecto científico, era muy reservado en varias cosas, jamás le gusto hablar escandalosamente y mucho menos gritar, siempre fue pacífico salvo por una persona,
-Kuchiki. –Dijeron ambos al unísono para luego comenzar a reír.
-Él siempre fue una piedra en su zapato, siempre anduvieron compitiendo por todo, desde la academia hasta como capitanes.
-Un momento, mi papá fue capitán antes que Kuchiki.
-Eso fue un error, cuando nombraron al capitán del sexto escuadrón lo hicieron a votación, pero se equivocaron en el resultado y gano tu padre, dos meses más tarde se enteraron de dicho error pero al ver el liderazgo de tu padre y como ese escuadrón había mejorado bastante en solo dos meses decidieron dejarlo al mando, no sin antes decir a ambos que se había equivocado la votación.
Sakura comenzó a reír, así que Kuchiki era mejor que él.
-Pero también tenía otra piedra en el zapato.
-¿Cuál?
-Obito, su mejor amigo, siempre estaban justos para todos lados, pero a diferencia de Kakashi Obito era muy activo, es un escandaloso de lo peor, siempre grita y habla y habla, no era nada reservado, si se enojaba siempre mentaba madre si estaba triste lloraba era todo un dramático, un caso raro de hombre.
-¿Obito?
-Era el hermano adoptivo de to padre. –Comento. –Obito murió cuando apenas tenía tres años, entonces llego a la sociedad y la familia Hatake lo adopto por la gracia del niño, se convirtió en el mejor amigo casi hermano de Kakashi.
La chica sonrió. -¿Qué fue de él? –Pregunto.
-Iba a ser nombrado capitán de la segunda división, pero mando todo a la mierda cuando se enteró de lo que le hicieron a Hana y a tu padre, desde el momento en que desterraron a tus padre él se alejó rotundamente de las divisiones, es un tipo extremadamente fuerte, le hace mucha competencia a tu padre, pero ahora él es el líder del clan Hatake.
-¿Sigue vivo? –Pregunto incrédula
-Efectivamente. –Contesto con una sonrisa al ver un deje de ilusión en los ojos de la chica.
-Tengo un tío. –Susurro con una sonrisa. –Tengo familia.
-Obito podría decirse que es tu tío, tu única familia.
-Obito Hatake.
-No le gusta el Hatake. –Comento. –Dijo que su apellido único y original es y siempre va a ser Uchiha, desde niño siempre se sintió orgulloso de ese apellido aunque aún no se el porqué.
La chica se quedó en un leve estado de shock ¿Uchiha? Sera…
-Y de tu madre, era una chica muy guapa y bondadosa, siempre estaba al tanto para todo y todos, era un chica extraña, siempre sabía lo que quería la gente, siempre fue muy maternal y ayudaba a todo el mundo, era fuerte pero nunca le intereso atacar a alguien o ser capitana, su inteligencia era algo que siempre la caracterizaba, cuando se enojaba era peor que una fiera, por más tranquila que fuera tenía un carácter de los mil demonios, inclusive una vez que se peleó con tu padre destruyo la residencia principal de su clan, era fuerte sin duda alguna.
-Ella era muy hermosa.
-Lo dices porque eres su retrato.
La chica sonrió. –Lo sé, pero hermosa en forma de ser, tan llena de vida, de esperanza de cariño, mucho amor para dar a todo mundo.
-En eso tienes razón, jamás juzgo a alguien, y siempre creía en las segundas oportunidades. Sin contar de que medio sereitei andaba tras de ella, sigo sin entender cómo es que de tantos buenos partidos eligió a tu padre.
-Enigmas de la vida.
-Efectivamente.
-Y tú también andabas tras de ella.
-Sí pero me dejo en la friendzone como dice los humanos.
Sakura comenzó a reír. –Ahora entiendo porque mi madre te tenía bastante criño, de otra forma jamás te hubiera dicho sobre mi existencia.
-Siempre fui de confianza.
-Bueno. –Dijo mientras se ponía de pie. –Tengo que ir a la casa Kurosaki.
-Haruno….
-Esperare a que él venga por mí, tu encárgate de los demás.
-Hijo de tigre pintito. –Se mofo el peliblanco
-Nos vemos. –Se despidió la rosada mientras caminaba a la residencia Kurosaki.
 
 
 
 
 
-Sakura no creo que. –Comento Ichigo con pena mientras veía a la chica.
-Es lo mejor. –Dijo con una sonrisa, ya todo había hecho la tarea y habían cenado.
Sakura estaba en la sala, a un lado del piano coloco la cama de su perro con su traste lleno de croquetas y el otro lleno de agua, colgó todas sus correas y sus collares mientras le daba a Ichigo jabones para bañarlo, su cepillo y a un lado de la cama coloco la foto de la familia Hatake.
El patriarca Kurosaki y el hijo veían como a Sakura le estaba costando mucho trabajo hacer esto.
-Bueno creo que es hora. –Dijo mientras reía. -¡Mun! –Grito.
Las gemelas y el pero llegaron corriendo hasta donde estaba ella, pero las gemelas pararon en seco al ver todo lo de Mun acomodado.
-Hola muchacho. –Le hablo Sakura a su perro mientras lo acariciaba. –Has sido mi amigo mi amigo más fiel y al que más quiero. –Dijo con dolor. –Durante 14 años estuviste conmigo y jamás te apartaste, siempre me diste consuelo en la noche y siempre te preocupaste por mí.
El perro miro a Sakura mientras movía su cola.
-Gracias por todo esto muchacho, siempre serás mi mejor amigo y parte de mi familia, pero desde hoy te vas a quedar aquí. –Dijo mientras lo tomaba de su cara y lo acercaba a él. –Aquí eres más feliz que a mi lado y como tú lo sabes y yo lo sé, es mejor que de hoy en adelante dejas a la familia Hatake, para integrarte a la familia Kurosaki.
Mun chillo mientras subía sus patas delanteras a los hombros de Sakura.
-No te pongas triste Mun, nos seguiremos viendo, ya vez que casi no salgo de aquí. –Dijo mientras lo acariciaba. –Anda, ve con Yuzu y Karin, ellas te quieren de la misma forma que yo.
Mun miro a Sakura y le lenguteo la cara para luego correr con Karin y Yuzu quienes lo recibieron con los brazos abiertos.
 
 
 
Sakura había despertado, se puso de pie y camino a tomar un vaso de jugo de naranja, sabía lo que vendría así que salió de la casa Kurosaki con el pretexto de que ya no pasaba tiempo en su casa.
Durante todo el fin de semana estuvo pensando, y llego a la conclusión de que había un 32.3% de que sobreviva si es que llega a pelear con Aizen, y había un 97.8% de probabilidades de que si peleara con él.
Dejar a Mun con los Kurosaki es lo mejor, ellos lo cuidarían muy bien, la fecha se aproxima, por lo que había hablado con Urahara ayer en la noche, es pocos meses tal vez dos o tal vez menos Aizen activara completamente el Hogyoku, definitivamente tenía que encontrar a Hirako y activar su Bankai, la guerra había comenzado y por más que no quisiera estar metida esto, estaba metida en lo más hondo posible.
Sakura Salió de su casa, suspiro y corto un rosa del jardín y camino atrás de su casa donde se encontraban tres lapidas, las de su familia.
Y entonces vio lo vio.
-Los muertos reciben más flores que los vivos porque el arrepentimiento es más fuerte que la gratitud.
Hablo mientras veía a Byakuya Kuchiki sentado observando con devoción la cripta que le pertenecía a su madre, la cual tenía un ramo de lirios (Los cuales eran los preferidos de Hana) y la cripta de Sasori tenía una flor azul.
-¿Para Kakashi no hay flor? –Pregunto con sorna mientras se acercaba a dejar la rosa en la tumba de Kakashi y se ponía a un lado de Kuchiki.
-Vine a llevarte a la sociedad. –Hablo sin apartar la mirada de la cripta.
-Lo sé.
Es hora de enfrentarse a la sociedad de almas, al lugar donde pertenece. 

Notas finales:
¡Los quiero mucho a todos, gracias por leer.
¿Alguien gusta darme ideas?
Me siento un poco blanca con esto.
¡Espero comentarios!

Dos almas, un mismo camino.Where stories live. Discover now