18 años

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Sakura no sabía que era peor, tener que trabajar con Sasuke o decirle a Ichigo que iba a trabajar con él. Después de que la directora les dijo a cada uno su jodido castigo les dio la regañiza de su vida, ellos que pensaban que con el castigo era más que suficiente ¡Pero no! La directora le dijo a cada uno hasta de lo que se iba a morir, incluida Sakura, ser la mejor alumna de la escuela o inclusive de toda Karakura no la libro de todas las barbaridades que su querida directora le dedico con una hermosa voz extremadamente fuerte.
Después de que la directora se calmó, mando a Sasuke, Karin e Ino a la enfermería ya que eran los más graves cortesía de Naruto, Sakura y Hinata. Mientras tanto ellos estaban esperando fuera de la enfermería, ya que la enfermera se negó a curarlos ya que si los juntaba a todos capaz de que se volvían a agarrar.
-Naruto, ¿Estás seguro de que te encuentras bien?  -Le pregunto Sakura ya que el chico no tenía muy buena pinta.
-Sí Sakura-chan. –Dijo con una grande sonrisa. –No iba a dejar que el teme te pegara.
-Gracias. –Le dijo con un poco de pena. –Y gracias a ti también Hinata. Gracias a los dos.
-Que agradeces. –Dijo la ojiperla. –A final de cuentas fuiste tú la que me defendió.
-Una cosa es que me jodan a mí, pero no voy a dejar que por mi culpa la agarren contra ti.
-Sakura. –Hablo Naruto. -¿Por qué no te defendiste antes como lo hiciste hoy?
Hinata y Naruto la miraron, la chica simplemente miro el suelo mientras buscaba las palabras adecuadas.
-Supongo. –Comenzó. –Que nunca me intereso lo que hacían.
-Pero salías horriblemente afectada. –Dijo el chico.
-Lo sé. –Dijo con una sonrisa. –Pero no me gusta la violencia.
Hinata se empezó a reír. –Hoy te viste bastante violenta.
-Sí. –Admitió. –Pero no me arrepiento de nada, alguien tenía que bajarle los sumos a esa pelirroja.
-No puedo creer que sea mi prima.
-¿Seguro que no es adoptada? –Le pregunto Hinata.
-Fíjate que aún tengo mis dudas.
Los tres comenzaron a reírse mientras se agarraban las costillas, aunque ellos no estaban tan mal, tenían que admitir que muy bien librados no salieron.
Fue cuestión de unos minutos para que los “shinobis” salieran de la enfermería, no sin antes lanzarles miradas fulminantes a los chicos que sonrieron con arrogancia al verlos.
-Pasen. –Dijo la enfermera que estaba de mal humor. Sin decir nada los chicos pasaron y tomaron asiento en las camas que estaban ahí. –No lo puedo creer. –Dijo cuando vio a Naruto. –Pero que salvajismo es este, en vez de parecer muchachos parecen animales ¿Cómo se les ocurre pelearse de tal manera?, se ve que las cosas no son como antes, hay estos niños de hoy en día.
Con mucho cuido la enfermera atendió a Naruto y Hinata pero cuando fue turno de llegar a Sakura esta simplemente suspiro. –Señorita Sakura, no se deje llevar por el mal camino. –La chica simplemente río por lo bajo ¿Apoco tenía mucha cara de ángel?
Sera mejor que descansen. –Dijo la enfermera. –A los otros chicos los mande a la enfermería del otro edificio, ya que es muy probable que si los juntaba se desatara otra vez el caos. –Dijo mientras negaba con la cabeza. –Ya que hoy no vino la otra enfermera tendré que cuidarlos a ellos que están un poco peor que ustedes, los dejo solos, será mejor que descansen.
-Por mi parte me voy a costar. –Dijo Sakura mientras se recostaba en una de las camas del lugar.
-Supongo que nosotros también. –Dijo Naruto mientras se echaba de panza a la cama y Hinata hacia lo mismo ya que no tenía nada mejor que hacer.
-No puedo creerlo. –Dijo Sakura. –Voy a perder todas las clases.
-¿Eso es lo que te preocupa? –Dijo Hinata exaltada. –Vas a estar un mes con Sasuke-san y solo te preocupan las clases.
-Estoy de acuerdo con Hinata. –Dijo Naruto
-No me preocupa trabajar con Sasuke. –Dijo la chica mientras daba un tremendo suspiro. –Lo que me preocupa es como se lo va a tomar Ichigo.
Y sí realmente eso es lo que le preocupaba más que cualquier otra cosa.
Ichigo.
¿Cómo demonios le iba a decir a ese chico tan testarudo que iba a trabajar con el Uchiha durante un mes? Este hombre es como si le hablaras a la pared.
Dos clases pasaron extremadamente rápido, dando paso a la hora del almuerzo.
-¡Tengo hambre dattebayo! –Grito de repente Naruto mientras despertaba de golpe a Hinata.
-¿Qué? –Dijo la chica confundida hasta que se dio cuenta de donde estaba. -¿Naruto que pasa?
-Tengo hambre. –Dijo haciendo un puchero
-¿Qué te parece si vamos a almorzar? hoy traje fruta picada y ramen.
-¿Ramen? –Pregunto el chico con sus ojos brillosos
-Sí. –Dijo con una sonrisa
-¡Vamos dattebayo! –Dijo mientras saltaba de su cama
-Sí, Sak-chan ¿Vienes? –Pregunto Hinata, pero se llevó la sorpresa de que la chica estaba durmiendo tranquilamente en su cama.
-Sera mejor no despertar a Sakura-chan.
-Tienes razón, ¿Vamos? –Le pregunto
-Nos estamos tardando. –Dijo mientras la tomaba de la mano y corría con ella fuera de la enfermería. En ese momento la rosada sonrió aunque pareciera dormida estaba totalmente despierta, solo que simplemente no quería hacer mal tercio.
La verdad es que se sentía muy bien, la pelirroja golpea fuerte, pero con la fuerza y capacidad que tiene la rosada prácticamente no le hizo ningún daño, en cambio Sakura se podría decir que trapeo el piso con ella, y eso que no fue en serio.
Sakura jamás hubiera imaginado que se estaría matando a golpes con una chica que no valiera la pena, y menos en su salón y justo cuando van a iniciar las clases, si alguien le hubiera dicho eso hace unos meses ella se hubiera muerto de risa.
-Sakura. –La voz de Ichigo se hizo sonar en la enfermería. –Al parecer estas dormida, ¿Tan buena estuvo la pelea?
-De las mejores. –Contesto mientras abría los ojos sorprendiendo al chico. -¿Cómo te fue en química? –Dijo mientras se sentaba
-Ni me recuerdes.
-¿Te volvió a castigar?
-No, pero me bajo dos puntos.
-¿Y eso?
-Por platicar con Ishida en el salón.
-Oh.
-Ahora sí Haruno, me podrías explicar ¿Qué demonios paso? –Dijo totalmente serio
-Me pelee
-¿En serio? –Dijo con notario sarcasmo.
-Larga historia. –Dijo restándole importancia. –En mi defensa, Karin quedo peor.
-No cabe duda. –Dijo con una sonrisa. -¿Te van a expulsar?
-Afortunadamente no, estamos a unos meses de graduarnos y entrar a la universidad. –Dijo la chica. –Así que solo decidió castigarnos.
-¿Quién lo iba pensar?, Sakura Haruno castigada –Se mofó el chico.
-Cállate. –Dijo mientras le daba un pequeño golpe en el brazo.
-¿Te duele tu ceja? –Pregunto mientras señalaba su ceja rota.
-Un poco. –Dijo mientras hacia un puchero
El chico se acercó y le dio un pequeño beso en la parte herida. -¿Y ahora?
-Mmm…. Me dolería menos si me besas aquí. –Dijo mientras señalaba sus labios.
-¿Sí?
-Sí.
El chico acerco su boca a la de la chica, y le dio un dulce y pequeño beso que poco a poco se fue intensificando, sin duda alguna le gustaba mucho disfrutar del sabor de los dulces labios de la chica, era algo así como durazno, el chico bajo a Sakura de la cama mientras la agarraba fuertemente de la cintura, la chica lo agarraba del cuello y jugaba con sus alborotados cabellos anaranjados.
Se separaron un poco por falta de aire pero nuevamente volvieran a besarse pero esta vez era con un poco más de salvajismo y desesperación, las lenguas de ambos prácticamente estaban llevándose un contienda ya que cada una exigía más espacio, dominio y poder.
-Oye. –Dijo Ichigo mientras se separaba un poco de la chica. –Sí seguimos así, cuando llegué la enfermera en vez de atenderte las heridas va a tener que hacerte una prueba de embarazo.
-¡Ichigo! –Grito la chica totalmente roja. –No digas esas cosas.
El chico no pudo evitar reír. -¿Qué? ¿Apoco no quieres bebés?
-¡¡Ichigo!!
-Bueno, bueno, ya me calmo. –Dijo mientras le acariciaba el cabello a la chica. –¿Cuál es el castigo?
-Al final de clases tengo que limpiar el salón de cocina, los baños y la sala de usos múltiples.
-¿Tú sola?
-No, con ….
-¿Con quién?
-Sasuke. –Susurro
-¿Qué?
-Que voy a trabajar con Sasuke.
Ichigo se quedó callado como si estuviera analizando las palabras dichas por la chica. –Es broma ¿verdad?
-No…
-¿No? ¡¿No?! –El chico se apartó de ella bruscamente. –Estás loca si crees que vas a estar con él. –Dijo totalmente furioso. -¡¿Por qué no te negaste?!
-¡¿Crees que no me negué?! La directora fue la que no quiso entender.
-Voy a hablar con ella. –Dijo el anaranjado mientras se disponía a salir de la habitación.
-Ichigo. –Hablo la chica. –Estaré bien. –Dijo casi suplicando
El chico paró en seco , como si las palabras de Sakura lo hubieran paralizado.
-¿Qué dijiste? –Gruño sin voltear a verla.
-Él no me ara nada. –Dijo la chica con voz firme
-¿Cómo estas tan segura? –Dijo encarándola. –Te ah jodido tantos años y ahora no te va a hacer nada, esa ni tú te la crees.
-¿Crees que será tan estúpido para joderme frente a las narices de la directora?
-¿Y tú crees que no? Tal pareciera que tu hobbie es ser molestada por él, inclusive parece que lo disfrutas.
-No pienso discutir con tigo. –Dijo mientras fruncía el ceño, estaba enfadada.
-Lo único que quiero es cuidarte
-Y no lo discuto, pero reaccionas muy mal. –Trato de suavizar la voz.
-¡¿Reacciono mal?! –Grito. -¡¿Y cómo quieres que reaccione cuando MI NOVIA va estar prácticamente toda la tarde con un bastardo que la molesta día a día?!
-¿Crees que me voy a dejar?
-Te has dejado todos estos años ¡¿Por qué ahora no?!
-Ichigo…
-Ichigo nada, es la verdad, en tantos años no has alzado la voz ¡¿Por qué ahora sí?!¡¿A qué se debe este gran cambio?!
La chica lo miro por unos segundos y dando un largo suspiro nuevamente se fue a acostar en la cama que estaba ahí, mientras le daba la espalda a Ichigo, esta harta de esta discusión, no era su jodida culpa sino de la directora. –Ve y habla con Tsunade si es lo que quieres, grita patalea y has un numerito, si consigues que me cambie de pareja entonces ven y búscame, si eso no sucede, nos vemos en la casa y cierras la maldita boca.
-Bien. –Dijo el joven totalmente molesto mientras salía rumbo a la dirección ¿Es que acaso Sakura no entendía que le preocupaba? ¿Cómo iba a poder dejarla sola con ese bastardo? Después de tantas cosas que le ha hecho ese cabron él ya no sabe ni que esperar. Definitivamente iba a hablar con la vieja tetona.
Por su parte Sakura simplemente estaba tumbada en la cama, iba a estar todo el pinche día con Sasuke, y eso no lo podía creer, ¿Cuántos años tiene desde la última vez? ¿13? ¿12? Valla, esto sí que será interesante.
Después de unos minutos Naruto y Hinata estaban entrando nuevamente.
-¿Sakura-chan estas despierta? –Pregunto Naruto
-Sí. –Dijo la chica. –¿Y tú?
Hinata rio por lo bajo mientras Naruto ponía mala cara
-No, soy sonámbulo. –Dijo sarcásticamente
-Ah ya. –Dijo la chica siguiendo su juego. –No sabía que los sonámbulos hablaran, pero bueno…
-Vimos salir a Ichigo-kun. –Dijo Hinata. –Estaba enojado
-Él siempre está enojado. –Dijo la rosada mientras fruncía los labios.
-¿Se pelearon de nuevo verdad? –Pregunto Naruto mientras se sentaba a un lado de la chica.
-Sí. –Dijo mientras miraba los zafiros de su amigo. –Entiendo que se moleste pero me hace entender que todo es mi culpa.
Hinata se sentó en la cama de enfrente mientras le tomaba las manos a la chica. –Tranquila Sak-chan, él solo se preocupa.
Naruto frunció el ceño. –En vez de parecer tu novio parece tu papá.
-Sí. –Admitió la chica. –Parece más mi papá que mi novio.
-¡Lo sabía! –Salto de la cama Naruto. -¡Te dije que era su novio! –Dijo señalando a Hinata
-¿Qué? –Pregunto Sakura hasta que se dio cuenta de lo que dijo. –No es cierto. –Dijo rápidamente
-Si no fuera cierto no estarías tan roja. –Dijo Hinata mientras reía levemente
-¡Yo no estoy roja!
 
 
 
Pronto las clases llegaron a su fin, todos los alumnos iban directo a sus hogares a descansar después de un día agotador, otros se iban de fiesta o hacían los deberes, menos siete personas, seis de ellas estaban castigadas, y la otra no podía estar en su casa con tranquilidad ya que Su Novia tenía que trabajar con un jodido bastardo.
-¡Maldición! –Gruño Ichigo mientras caminaba por los pasillos de la escuela. El joven estaba completamente enojado, súper enojado, después de “hablar” con Sakura fue directo a la dirección a exigirle a la directora que la cambiara de compañero, estuvo discutiendo dos horas con la maldita vieja tetona pero esta no cedió, la mujer tiene su carácter y cuando se hartó de él casi lo saco a patadas de la dirección.
No le quedaba de otra, Sakura tenía que trabajar con el pendejo del Uchiha y eso no le agradaba en lo más mínimo,  pero él no se iba a quedar tan tranquilo, por supuesto que no.
 
 
Sakura caminaba tranquilamente por uno de los pasillos de la escuela, llevaba consigo una cubeta con agua y jabón al igual que unos trapos y un trapeador. A su lado iba Sasuke con cara de muy pocos amigos, también llevaba un cubeta con agua y jabón, dos esponjas y una escoba.
Ninguno se había dirigido la palabras desde que el conserje les dio todos los materiales que iban a ocupar, el pobre hombre aprovechado les dijo “Sigan peleándose más seguido así cobrare más tiempo sin tener que hacer nada” Todos los chicos lo fulminaron con la mirada y ellos dos se fueron al taller de cocina a empezar con toda esta mierda.
Al entrar no pudieron evitar abrir su boca, ¡Era un desastre! Había pilas y pilas de trastes sucios, el piso estaba lleno de todo tipo de ingredientes, tomates, salsa, chocolate, aceite sin mencionar que parecía que había vomitado el techo.
-Mierda. –Dijeron al unísono mientras soltaban todo lo que tenía en sus manos ¡Se iban  tardar horas en limpiar esto! Si de tan solo mirar ya les había dado flojera y saber que aún faltaba la sala de usos múltiples y la peor parte de todo esto los baños.
-Odio a la gente. –Susurro Sakura mientras agarraba la escoba que se le había caído a el Uchiha, sin decir nada empezó a barrer la parte inferior del aula, mientras más rápido acabara mejor.
Sasuke pareció salir del trance en el que se encontraba y se dispuso a escombrar y limpiar las mesas.
Ninguno dijo absolutamente nada, no había necesidad de palabras, lo que había sucedió hace unas horas había dado punto final a una historia que se escribió hace casi 13 años.  Ambos habían tomado esa pelea como el final de esos buenos momentos que vivieron cuando eran unos niños, de esos momento en que ninguno tenía la más mínima intención de despegarse del otros, esos momentos en los que se la pasaban más en la casa del otro que en la propia, para ambos era un golpe fuerte ver en lo que el otro se convirtió y sobre todo ver en lo que se convirtieron ellos mismos, ya que gracias a eso ahora esto esta como esta. Sin solución aparente.
Sakura por instinto empezó a tararear una canción mientras terminaba de barrer, cuando fue por el trapeador para limpiar ese mugroso piso no pudo evitar sonreír al sentir el reaitsu de cierto pelianaranjado que se encontraba fuera del salón.
La chica no podía creerlo, este chico sí que era terco, antes de ir con el conserje la directora le dijo que estuvo prácticamente dos horas discutiendo con Ichigo, que él no se resignaba a ceder, y lo más importante la enfrento a ella enfrentándose a un mounstro vil y despiadado sin temor alguno, aunque la directora dijo que si él no hubiera llegado a la dirección gritando como un estúpido desquiciado lo más seguro que hubiera aceptado el cambio, pero como el anaranjado no se midió en el tono de voz decidió ignorarlo.
Aunque ella se había enojado con su ahora novio por la pequeña discusión que había tenido con él no podía dejar de sentir mariposas revoloteando en su estómago, sonara cursi y lo que sea, pero ella simplemente no podía evitar sonreír como boba al ver que su  novio se preocupa por ella.
La chica comenzó a fregar el piso, le costó muchísimo trabajo sacar todas las manchas, aparte de que estaba trabajando sin guantes, no es que le importara pero era un poco asqueroso meter las manos en el agua sucia, no podía pensar lo que estaba sintiendo su compañero al lavar las cuatro pila de trastes que estaban a su lado, eso sí era un reverendo horror.
 
Dos horas cuarenta y siete minutos y cinco segundos fue lo que se tardaron en limpiar el vendito salón de cocina. Les costó un huevo poder limpiar el techo, a Sasuke le dolía el hombro gracias a la linda mordida de la chica y ella, bueno digamos que simplemente no alcanza un techo ni subida en la mesa.
Nuevamente tomaron sus cosas y como si pensaran lo mismo se dirigieron a la sala de usos múltiples, todo menos el baño eso lo preferían dejar hasta el final. Afortunadamente el lugar no estaba en malas condiciones, solo le faltaba una fregada a los pisos y una lavada a las mesas y ventanas, eso era más que suficiente, con ese lugar terminaron increíblemente rápido, así que llego la hora, el baño.
Ambos iban caminando con muchísima tranquilidad a los baños, iban tan despacio que hasta una tortuga los rebasaba, todo con tal de hacer más y más tiempo para no limpiar ese horrible lugar, por el baño de mujeres no había tanto problema, pero Sasuke era hombre y sabía cómo estaba el baño y más a la ultima hora donde lamentablemente no hay agua, mientras que Sakura se iba haciendo una pequeña idea sin saber que estaba muy lejos de lo que esperaba.
Primero lo primero el baño de mujeres, sí definitivamente era la mejor opción, al llegar ahí a Sasuke casi se le cae la mandíbula al piso ¡Era todo lo contrario el sanitario de los varones! Estaba limpio, ¡Había jabón! ¡Había papel! ¡PAPEL!
Aun estando en buenas condiciones a ambos les dio un poco de asco sacar los papeles sucios, pero ya habían terminado ahora sí, a enfrentarse al baño varonil.
Ambos estaban parados frente a la puerta de es baño, no querían ni entrar, el olor era terrible y eso que estaban afuera. ¿Quién iba a ser el valiente en entrar en ese lugar? Sakura.
Con un poco de duda y con los ojos cerrados entro al baño y más tardo en entrar que en salir, ¡Era el lugar más asqueroso que había visto en toda su vida!
-¡Los hombres son unos puercos! –Grito mientras salía corriendo por el pasillo dejando solo al pobre de Sasuke que simplemente prefirió quedarse afuera de ese horrible lugar, definitivamente al conserje le deben pagar una fortuna por ser tan valiente para limpiar esto sin ponerse a llorar o vomitar.
Media hora más tarde una Sakura llego, tenía puesto un traje impermeable, unas botas de agua, unos guantes y ante todo una máscara de oxígeno, Sasuke que estaba sentado en el piso no pudo evitar reír con todas sus fuerzas al ver lo ridícula que se veía, pero fue callado cuando ella le lanzo una ropa más o menos de su talla para que entra a limpiar.
-Ese. –Dijo Sakura mientras señalaba el traje. –Es el secreto del conserje. –Dicho la chica agarro su escoba y su destapa caños para enfrentar a las bestias monstruosas que había dentro no sin antes rogar porque todo saliera bien.
Después de ese traumático   evento que jamás en su vida van a superar, ambos salieron de ahí totalmente cansados, fatigados, sudorosos y agobiados.
En estos momentos los dos estaban caminando tranquilamente por el patio de la escuela ya que habían llevado lo que ocuparon al almacén.
-¡Sasuke-kun! –Gritaron dos chicas, no hacía falta saber quiénes eran así que simplemente Sakura decidió irse sin decir nada más.
-Estoy cansada. –Susurro mientras caminaba con pesadez a la salida
-¡Sakura-chan! –Escucho el grito del energético Naruto ¿Cómo demonios podía estar tan jodidamente activo después de tantas horas limpiando?
-Naruto. –Lo saludo con cansancio. –Hinata
-¿Cómo te fue? –Pregunto la chica totalmente preocupada.
-Es el peor castigo que me han dado en toda mi vida.
-¿El teme te hizo algo? –Pregunto alarmado Naruto mientras la tomaba de ambos brazos.
-No. –Dijo restándole importancia. –Los hombres son unos puercos. –Susurro. -¡En su baño hay hasta ratas! ¡RATAS! ¡Y de las gordas! ¡¿Cómo demonios meten las jodidas ratas en los baños?! –Grito mientras hacía reír a Hinata.
-Vamos Sak-chan –Hablo la ojiperla. –No hay ratas en los baños, no exageres.
-Etto. –Dijo Naruto con vergüenza. –Sakura-chan tiene razón. –Dijo mientras se rascaba la nuca. –Los baños están horriblemente puercos y si hay ratas.
-¡¿Qué?! –Pregunto Hinata. –¿De verdad?
Ambos chicos asintieron.
-Sí, Hina-chan. –Dijo el rubio. –Tengo hambre, después de limpiar 3000 jodidos balones y trofeos lo único que quiero es…
-Ramen. –Termino de decir la ojiperla
Sakura miro a sus amigos con una sonrisa, Hinata le había confesado que solo estaba con los shinobis por Naruto, por eso aguanto tanto tiempo a la estúpida de Karin. Pero ahora de tan solo mirarlos le daba ternura. Si ella e Ichigo parecían novios ellos parecían esposos.
-¿Vamos a Ichiraku? –Decía el rubio con una enorme sonrisa.
-¡Claro! –Contesto la ojiperla con una sonrisa.
-¿Vienes Sakura-chan? –Le pregunto Naruto
-No. –Dijo con una sonrisa pícara. –No quiero hacer mal tercio.
-¡Sakura! ¡Sakura-chan! –Gritaron los dos totalmente avergonzados. La pelirrosa solo sonrío mientras empezaba a correr antes de que esos dos la mataran, pero se jugaba todos los ojos de peluche que tiene en su habitación a que mañana esos dos van a ser más novios que una fregada.
-¡Adiós! –Grito mientras los despedía con su mano
La chica dejo de correr y empezó a caminar nuevamente hacia la salida. Se topó con unos ojos rojos.
Escarlata y Jade chocaron.
Ambas miradas eran aterradoras y ambas miradas declaraban la guerra.
Después de unos segundos de contacto visual la chica miro en frente y ahí vio a su novio, parado en frente de la puerta, no pudo evitar que una gran pero gran sonrisa que mostraba todos sus dientes se formara en su rostro, le alegraba mucho verlo ahí. La chica quería hacerse del rogar por la pelea de hace rato, pero estaba muy cansada, así que decidió correr los pocos metros que faltaban y abalanzarse hacia él.
-¡Ichigo! –Dijo mientras los rodeaba con sus brazos.
El chico no tardo ni un segundo en devolver el abrazo, definitivamente estaba apostando todo a que Sakura le iba a reclamar por qué demonios estaba allí cuando le dijo claramente que si no convencía a la vieja tetona que la esperara en casa, sin contar la pequeña pelea que tuvieron en la enfermería donde él se pasó un poco de la raya, pero  contra todo pronóstico ella estaba ahí abrazándolo y sonrió con una gran alegría al verlo.
-¿Cómo te fue? –Pregunto sin soltarla
-El baño me dejo traumada. –Dijo mientras un aura depresiva la rodeaba. –Los hombres son unos cerdos.
-Pobre de ti. –Dijo el chimo mientras recordaba la primera y última vez que entro a esos jodidos baños, un pequeño escalofrió recorrió su cuerpo de tan solo pensar en limpiar todo eso.
-Estoy cansada. –Dijo en un susurro Sakura. -¿Me cargas? –Dijo mientras hacia un puchero
-No. –Dijo divertido
-Ándale
-No
-Por favor
-No
-¿Qué te cuesta?
-No
-Ándale ¿Sí?
-No
-Por fis
-No
-No seas malito
-¡Qué no!
-¿Qué te cuesta?
-No
-¿Sí?
-No! Y no!
 
 
Ichigo caminaba por la calle con una Sakura totalmente dormida en su espalda, su novia, que bien sonaba eso, era novio de una extraña cosa rosada.
Volteo a todos lados tenía la sensación de que alguien lo seguía, al instante pensó que eran unos shinigamis pero lo destarcó completamente al no sentir ningún reaitsu que no fuera el suyo y el de su chica.
En cuestión de minutos estaba entrando en casa.
-Ya llegamos. –Dijo Ichigo mientras entraba a casa aún con Sakura en su espalda.
-¡Ichi-nii! –Gritaron Yuzu y Karin para saludarlo, extrañamente estaban completamente rojas y sudadas igual que ayer en la noche ¿Qué demonios les pasa?
-Shhh. –Las callo. –Sakura está dormida
-¿Qué le paso a mi linda nuera? –Pregunto Isshin que estaba igual que sus hijas.
-¡Que no es mi novia! –Reclamo en bajo mientras llevaba a la chica uno de los sillones y era seguido por la bestia. –Y respecto a tu pregunta, tuvo una pelea en la escuela y la castigaron su castigo fue limpiar diferentes partes de la escuela después de clases.
-¿Se peleó? –Preguntaron las gemelas y su padre con muchas dudas, sobre todo Isshin ya que su hijo lo había puesto al tanto de que la chica rosada sufría de acoso escolar desde hace años.
-Si bueno, por lo que sé una chica pelirroja estaba buscando problemas con la Hyuga así que Sakura la defendió y al final se terminaron peleando seis personas… en fin. –Dijo mientras le restaba importancia. –El chiste es que Sakura casi desfigura a Karin.
-¿Por qué mejor no la llevas a que se duerma en tu habitación? –Pregunto Isshin. –Se ve terriblemente cansada, y me preocupa el exceso de trabajo sabiendo que su alimentación no es de las mejores.
-Tienes razón. –Dijo mientras la volvía a cargar. –Luego bajo y me dicen que les encargaron de tarea. –Les dijo a las gemelas. –Ni crean que porque Sakura está dormida se quedaran sin hacer nada.
Dicho esto Ichigo se perdió por las escaleras que van a su habitación.
-Está muy cambiado. –Dijo Karin mientras todos asentían.
-Todos. –Dijo Isshin. –No cabe duda que tengo a la mejor nuera del mundo.
 
Ichigo recostó a Sakura en su cama, le quito los zapatos y la arropo, se le quedo viendo detenidamente, era muy hermosa eso no podía negarlo, su piel parecía de porcelana y sus facciones eran completamente finas, su cabello hacia un lindo contrastes con su piel, y sus pequeña boca con sus gruesos labios de color rosa pálido.
Se había ganado el jodido premio mayor, eso jamás lo hubiera imaginado ni en su más grande sueño.
Después de observarla detalladamente sonrió y bajo a la cocina encontrándose con sus hermanas.
-Ichi-nii –Dijo Yuzu. –Esta es nuestra tarea. –Dijo mientras le plantaba un cuaderno en la cara. El chico al instante lo miro y rápidamente les empezó a ayudar, jamás en su vida las había ayudado con una tarea, esta era la primera vez, nunca se dio cuenta de que las tenía muy descuidadas, pero ahora tenía muchos años por delante, mucho pero muchos años para procurarlas como el hermano mayor que es.
-Ichi-nii –Dijo Karin. –En cuatro días es el cumpleaños de Saku-chan. –Dijo la niña un poco deprimida. El aura de tristeza se apodero de la habitación, los tres hermanos sabían lo que significaba, la chica cumplía 18 y también era el aniversario de la muerte de su familia.
-No creo que lo haya festejado en estos años. –Dijo en voz baja la pequeña Yuzu
-Entonces ¿Por qué no hacemos algo para que ella se sienta feliz? –Pregunto el patriarca de la familia que iba entrando a la sala.
-Eso no está mal, viejo. –Dijo Ichigo mientras le indicaba que se sentara con ellos.
La familia Kurosaki empezó a aportar ideas para alegrar a Sakura en su día, porque 18 años no se cumplían dos veces en la vida.
 
 
-Buenas noches. –Saludo Sakura mientras bajaba las escaleras
-Hola dormilona. –Dijo Ichigo quien la miraba con una sonrisa
-¿Por qué no me despertaste? –Dijo mientras se restregaba los ojos. -¿Quién hizo la cena? –Pregunto ya que eran las doce de la noche y apenas se venía despertando.
-El viejo y yo. –Dijo con simpleza. –No te preocupes, tenías que dormir.
-Gracias. –Dijo mientras se acercaba y le daba un corto beso en la boca.
-Ahora tienes que cenar mujer, no has comido en mucho tiempo. –Dijo mientras sacaba un plato del horno de microondas.
-Te tomo la palabra, me muero de hambre. –Dijo y justo en ese momento su estómago rugió provocando que ambos chicos se mataran a carcajadas.
Sakura trato de cenar en paz, pero Ichigo se encargaba de que eso fuera lo último que pudiera hacer, ya que no dejaba de joder a la chica, a final de cuentas Sakura termino tirándole la comida en la cara a Ichigo para después meterse a bañar.
Después de una larga ducha la chica salió e Ichigo entro a ducharse mientras la chica comía tranquila, luego ambos se pusieron a platicar en el sillón, Sakura tenía una de las pijamas de Ichigo ya que su lindo perro se había dormido sobre su pijama, la pijama le quedaba enorme pero le gustaba tenerla ya que olía a él.
Los siguientes tres días pasaron absolutamente rápidos, las clases traían loca a Sakura, con eso de que ahora tenía que limpiar la escuela saliendo de estas no le daba mucho tiempo, pero ya se estaba acostumbrando. Todas las noches ella e Ichigo se la pasaban platicando ya sea en la sala en la cocina y en la habitación de este, ya hasta se estaban acostumbrando a amanecer totalmente torcidos y adoloridos y empezar la mañana a las carreras, pero la verdad valía la pena.
Sakura ya se había acostumbrado a ir a limpiar el baño, ya hasta iba con su traje y todo la cosa, preparaba prácticamente con su misil para ir a la guerra, pero las cosas con Sasuke eran normales, hasta ahora ninguno de los dos le hablaba al otro, trabajaban en silencio y tranquilos, aunque ambos se lanzaban miradas de muy pocos amigos. Ichigo todos las tardes estaba ahí al pie del cañón sentado en la ventana vigilando desde lejos que el  azabache no le tocara ni un pelo a la rosada, esta estaba encantada con su chico celoso, le gustaban sus celos pero no de manera tan… tan… posesiva. Luego cuando esta salía de la escuela Ichigo la llevaba cargando hasta su casa, en un mes el joven va a estar más fuerte de lo que ya es.
Respecto a su amiga ojiperla y a su amigo rubio justamente había dado en el clavo, al día siguiente de limpiar por primera vez la escuela, ellos dos ya eran pareja, cuando le dijeron a Sakura esta caí casi se puso a cantar con mariachis, la verdad es que hacían linda pareja y ella se alegraba por ambos ya que eran muy importantes para ella.
También la chica había notado algo, su brillante amigo Ishida le mandaba muchas miradas disimuladas a Inoue, y ella no podía evitar sentir una felicidad tremenda por esos dos, pero ella sabía más que nadie que a la anaranjada le gusta Ichigo. Sí Sakura se siente culpable porque para la mala suerte la novia es ella y no su primer amiga. Eso era malo pero de todo corazón esperaba que la chica fuera feliz, ya sea al lado de Ishida o de otro, pero lo único que quería era la felicidad para todos sus amigos. Amigos que jamás imagino tener.
-¡Demonios! –Grito la chica cuando escucho sonar la alarma. –Nuevamente se le hacía tarde y para rematar olvido bañarse en la noche. La chica salió disparada a la cocina mientras empezaba a sacar un montón de cosas del refrigerador y se ponía a hacer de desayunar.
-¡Ichigoooooo! –Grito. -¡Despiértate y ve a darte un baño! –Grito ya que el chico aún seguía dormido en el sillón.
-¿Qué? –Pregunto  Ichigo mientras se levantaba de golpe, hasta que vio el reloj y salió disparado al baño.
En cuestión de varios minutos el desayuno para la familia y para el perro ya estaba totalmente listo.
-¡Buenos días! –Saludo Sakura a la familia mientras corría a ducharse
-¡Buenos días Sakura-chan! –Dijeron mientras corrían a desayunar.
Como ya era costumbre, Sakura desayunaba de camino a la escuela como siempre ya que Ichigo le preparaba su desayuno mientras ella se arreglaba, teóricamente ya estaban acostumbrados, en esto momentos ya estaban llegando a la escuela.
-Nos vemos. –Se despidieron dándose un conto beso en los labios, para que la chica se fuera a su salón y este con sus amigos.
La chica caminaba apresuradamente por los pasillos hasta que llego a su salón, sin dudarlo se fue a su pupitre pero se llevó una gran sorpresa al encontrar una pequeña caja de color rosa y un listón azul sobre su banca.
-¿Qué? –Pregunto mientras tomaba la caja y dejaba su mochila en el piso. La chica tomo asiento mientras abría la pequeña cajita. No pudo evitar reír al ver unos aretes en forma de mini gatitos azules.
-¡Gatos azules! –Chillo emocionada sin dudarlo se quitó los aretes rosas que traía puesto y se puso los pequeños gatos en sus orejas, se veían hermosos y más porque contrastaban con el color de su cabello. Entonces la chica cayo en algo. -¡¿Qué?!. –Dijo sorprendida. -¡Otra vez no me acorde! –Chillo molesta ¡Era su cumpleaños y nuevamente lo había olvidado!
Un pelinegro sonreía al ver la cara de confusión de la chica, tantos años y aún no cambiaba en ese aspecto.
Las horas pasaron rápidamente, ya era hora de salida y Sakura se dirigía a el salón de cocina, esta vez Ichigo le dijo que tenía mucha tarea de química y que no tenía de otras más que ir a su casa. La chica le dijo que no había problema, lo único malo de todo esto es que él no la llevaría cargando a casa.
Estaba entrando al salón mientras se llevaba la sorpresa de que el Uchiha ya estaba ahí, y la miraba atentamente. La chica simplemente paso de largo y fue rumbo a los trastes, mientras él se encargaba del piso, después de dos horas habían terminado más cansados de lo normal, ya que era viernes y el desastre era aún peor.
Sakura tomo sus cosas para ir a la sala de usos múltiples pero una voz la detuvo.
-¿Te gustaron? –Escucho a Sasuke detrás.
-Sí, mucho. –Dijo mientras lo volteaba a ver. –Gracias
-Hmp
Ambos se sumergieron en un incómodo silencio, querían decirse tantas cosas y aclarar tantas dudas pero no sabían que decir.
Sasuke se sentó en una de las mesas mientras que Sakura dejaba sus cosas en el piso y se dirigía a sentarse a la mesa de enfrente.
-¿Y tú? –Pregunto mientras lo miraba. -¿Te gusto tu regalo de cumpleaños número 18?
-Siempre quise la camiseta de mi equipo preferido firmada por todos. –Dijo mientras sonreía de medio lado.
-Me alegro.
Nuevamente se formó un silencio que ambos chicos querían mandar a la mierda.
-¿Cómo quedamos así? –Pregunto al fin el Uchiha.
La chica río amargamente ante la ironía de lo que ocurría. –Tu deberías de saberlo ¿No?
-Solo sé que de un día para otro te empezaste a alejar de todos.
-¿Qué?
-Es la verdad, llegaste e hiciste todo lo contrario a lo que siempre hacías, nos dejaste a todos de lado y jamás volviste a hablar. –Dijo el azabache.
-Tienes razón. –Admitió la chica para luego bajar la mirada. –Me aleje de todos, menos de ti.
-¿Qué? –Pregunto totalmente anonado el chico.
-No volví a hablar con nadie, pero en los recesos, en las clases y en la salida siempre estuve a tu lado. –Dijo mientras mordía su labio.
-No me dirigías la palabra. –Dijo el un poco desesperado. –No me sonreías ya no hacíamos las cosas de antes.
-Y luego tú te fuiste. –Dijo mientras su mirada chocaba con la de él.
-¿Qué?
-Las chicas te empezaron a perseguir, cambiaste de amigos y me fuiste dejando de lado, hasta que se convirtió tu hobbie número uno molestarme.
-¡Te tenías que defender! –Dijo enojado. –La Sakura que yo conocí se hubiera defendido, la primera vez estaba apostando todo lo que tenía a que ibas a sacar las garras ¡Y no fue así! ¿Por qué?
-Porque eras mi amigo.
-¿Qué?
-Por eso no dije nada. –Dijo en un tono muy suave que apenas y era escuchado por el azabache. –Porque a pesar de todo para mí fuiste un gran amigo, muy importante y no podía rematar contra Ino y mucho menos contra ti.
-Pero ¿Por qué ese cambio? –Dijo totalmente sacado. –Yo me hubiera quedado a tu lado, pero de repente desapareció la chica que yo conocí y…
-Mi familia murió, Sasuke.
-Lo sé, mis padres me lo dijeron, quería apoyarte pero tú me alejaste.
-Yo no te aleje.
-¡Claro que sí!
-¡Claro que no! Me separe de todos, de todos ¡Menos de ti! Aunque no te hablara, disfrutaba tenerte a mi lado, que comiéramos juntos, estudiáramos juntos, me gustaba aclararte tus dudas sobre las materias, disfrutaba pasar tiempo con tigo, pero entonces tú de repente cambiaste.
-¡¿En qué?!
-Empezaste a ganar tanta popularidad entre las chicas, tantos amigos varones, la admiración de todos los profesores, y te volviste un patán con aquellos a los que supuestamente no te llegaban ni a los talones, y poco a poco te fuiste alejando de mí.
-¡Yo quería que estuvieras a mi lado!
-¡¿De verdad?! –Pregunto enojada – ¡¿Y que fuera molestando a todos y haciéndoles la vida imposible a las personas?! ¡¿Querías que estuviera con tigo en eso?!
-¡Quería que hablaras! –Grito. -¡Que la jodida Sakura salvaje volviera, la Sakura que siempre reía y platicaba sin parar! ¡Aquella la que siempre olvidaba todo, aquella chica despistada! ¡La que tenía expresiones faciales!
-¡¿Y para eso me humillaste tantos años?!
-¡Sí! –Grito mientras se bajaba de la mesa y comenzaba a pasearse por el salón. –Intente todo por las buenas, intente hablar con tigo, fui amable, fui buena persona, te lleve a mi casa múltiples veces para que hablaras con mis padres ¡Pero no lo hacías! Te iba a buscar a tu casa ¡Pero nunca estabas! Quería hacerte compañía ¡Pero me sentía ignorado cuando hablaba! ¡Así que si no volvías por las buenas lo harías por las malas!
La chica también se bajó de la mesa y lo miro furiosa -¡¿Y cuándo viste que no funciono?! ¡¿Por qué seguiste?! Después de tantos años en los que yo seguía siendo la misma ¡¿Por qué seguiste fastidiándome?! ¡Solo para complacer a la bola de estúpidos con los que te juntabas!
-¡Te seguí molestando porque te odiaba! ¡Odiaba que me ignoraras! ¡Odiaba tu jodido cambio! ¡Odiaba que fueras tan retraída! ¡Odiaba que jamás expusieras! ¡Odiba que te fueras olvidando de vivir! ¡Odiaba que hayas mandado por la borda toda nuestra amistad!
-¡Tu mandaste por la borda nuestra amistad! ¡Un amigo no te trata como me trataste! ¿Querías que volviera a ver como antes después de tantas humillaciones?
-Bien, entiendo tu punto. –Dijo después de un momento.
-Que bien. –Dijo Sakura. –Sasuke ahora ya tengo amigos.
-Lo sé. –Dijo molesto. –Y yo no estoy en ellos.
-Exactamente. –Dijo mientras lo miraba severamente. –Si quieres seguir haciéndome la vida imposible, adelante, pero esta vez no pienso quedarme callada y sin hacer nada, y espero que no se te ocurra joder o fastidiar a alguno de ellos, porque entonces te vas a arrepentir, tú y todo tu grupito y por el propio bien de la perra que tienes como novia, más vale que le pongas una correa porque si hace algo, no voy a dudar en desfigurarla.
Dicho esto Sakura tomo sus cosas y salió rumbo a la otra aula que tenía que limpiar.
-La Sakura salvaje volvió. –Dijo con una pequeña sonrisa.
Se sentía feliz y complacido por ello, pero en el fondo era el más desdichado, porque Sakura volvió y no fue gracias a él, porque cuando Sakura saco las garras fue para defender a alguien que no fue él, porque la primera vez que volvió a escuchar su voz, fue nada más para escuchar insultos hacia su persona, aquella pelea, estaba totalmente furioso, furioso al saber que ella ya tenía amigos, porque muy en el fondo pensaba que ella siempre sería su amiga, alguien que siempre lo iba a recordar, y le dio una rabia tremenda, darse cuenta de que ya no es así, que ella prefiere mil y un veces mandarlo a maldita mierda a él que a uno de sus nuevos amigos y fieles compañeros, la furia era tan grande por el dolor de ser cambiado, y era una estupidez porque después de todo era de esperarse que esto pasara él sabía las consecuencias y aun así decidió seguir haciéndole daño, daño por el daño que ella le hacía a él con el simple hecho de no defenderse y de no volver a verlo a la cara.
Después de tantos años ambos chicos cumplieron su promesa de seguir regalándose cosas en sus cumpleaños, pero a pesar de cumplir todo lo que prometieron ese día, ambos sabían que las cosas ya no eran ni iban a ser como antes.
Y eso le dolía al azabache y aunque ella lo quisiera negar, también le dolía, más que a nadie. Porque aunque el ya no es su amigo, ella sabe todo el esfuerzo que él hizo para volver a hacerla feliz, pero también sabe que en su parte ella arruino todo al no poner de su parte. Pero jamás va a olvidar al Uchiha, en primera porque durante doce años le hizo la vida imposible, en segunda porque durante trece años él le recordaba el cumpleaños que ella siempre olvidaba y en tercera, porque él fue su primer amigo, y él fue el que hizo aunque sea por un año, que la pérdida de su familia no doliera tanto.
Después de una hora el baño de las chicas y la sala de usos múltiples ya estaban completamente limpias en este momento Sakura estaba a punto de ir por su traje para el baño de hombres.
-Yo me encargo. –Dijo el Uchiha
-¿Qué?
-Hmp, molestia. –Dijo con su típica sonrisa arrogante. –Solo porque es tu cumpleaños, el lunes limpiaras y nada te salvara.
-¿En serio? –Dijo con una sonrisa made in Sakura.
-Solo por hoy, Haruno.
-Gracias por librarme de eso. –Dijo mientras tiraba la escoba al piso. –Suerte con los animales de ahí dentro. –Dijo y desapareció por el pasillo.
-Hmp.
 
 
 
Sakura no insistió más, ¿Qué mejor regalo de cumpleaños que no tener que limpiar ese horrible baño asqueroso?
La chica caminaba tranquilamente por la calle, en vez de ir directamente a la casa de Ichigo, decidió ir a dar una vuelta, a fin de cuentas era su cumpleaños, hoy cumplía 18 años, no pudo evitar imaginar cómo sería este día si estuviera con su familia, si las cosas  hubieran sido diferentes lo más seguro es que nuevamente hubiera olvidado su cumpleaños, y Sasuke se lo hubiera recordado, tal vez ellos hubieran seguido siendo muy buenos amigos, su madre y su hermano nuevamente no hubieran sabido que comprarle y le hubieran pedido ayuda a papá, y este hubiera olvidado su regalo y hubiera improvisado uno en el mero momento.
¿Cómo serían las cosas si su familia no hubiera muerto?
Dio un pequeño paseo por el parque que estaba unas cuadras antes de llegar a la escuela. Y tomo asiento en una banca para tomar el aire fresco. Hoy es 28 marzo, por ende ya están en primavera, los arboles de cerezo están a su esplendor mientras pétalos caen al piso, todos los pasillos están rodeados de un mantel rosa, definitivamente la mejor estación que puede haber y existir.
Sakura caminaba tranquilamente por la calle mientras iba rumbo a la casa de su novio y de una familia a la cual quería tanto, pero al menos este día no puede olvidar la perdida de la suya.
Flash Back
-Papá. –Dijo una pequeña niña rosada
-¿Qué paso princesa? –Pregunto mientras la cargaba y la sentaba en sus piernas.
-¿Por qué te gusta tanto el futbol? –Pregunto mientras señalaba la televisión donde pasaban un partido.
-Ah, porque en jugando futbol te des estresas, se sube tu ánimo, estas feliz. –Dijo mientras sonreía.
-Pero tu siempre te enojas. –Replico la niña. –Terminas encerrándote en tu habitación y no sales hasta el otro día.
  -Ah. –Dijo mientras se rascaba la nuca. –Lo que pasa es que…
-Su equipo nunca pasa a las semifinales. –Contesto la mamá mientras se acercaba a ellos.
-¿Semifinales? –Pregunto la niña
-Lo que pasa es que el equipo de papá es un perdedor. –Aporto Sasori.
-¡Eso no es cierto! –Grito mientras saltaba de sillón y tiraba a Sakura al piso. -¡Mi equipo es el mejor!
-Si claro. –Refunfuño en mini plata. –Por eso tiene 10 años que no llega a la final
-Mamá. –Sollozo la pequeña. –Mi papa me tiro. –Dijo mientras pequeñas lagrimas salían de sus ojos.
-Kakashi. –Dijo mientras causaba un gran escalofrío en su marido. El la volteo a ver con miedo y lo último que vio fue a una pelirrosa con su cabellos alzado y una gran pero gran aura negra rodeándola. –¡Hatake!
Fin de Flas Back
Flash Back
-¡Mamá papá quiere entrar a la cocina! –Gritaban dos hermanos totalmente alarmados mientras corrían por la casa de un lado a otro.
-Vamos cocinar no es tan difícil. –Decía el hombre el cual traía un lindo mandil rojo con flores.
-¡MAMÁ! –Gritaron mientras cascadas salían de sus ojos. -¡No queremos morir tan jóvenes!
Justo en ese momento se escuchó una explosión en la cocina.
-¡Mamá! –Volvieron a gritar. -¡Papá volvió a incendiar la cocina!

Los bomberos nuevamente salían de la casa de la familia Hatake.
-Señora. –Le dijo el bombero a la peli rosa. –Por enésima vez, le suplico que no vuelva a dejar entrar a su marido en la cocina.
-Hai. –Dijo mientras cascadas salían de su ojos.
-Que tenga buen día.
-Hai.
-Hasta luego.
-Hai
Sasori y Sakura se acercaron a su madre que parecía que estaba en trance.
-Mamá. –Susurro Sakura mientras la jalaba del pantalón.
-Madre. –Dijo Sasori mientras volteaba a ver a su padre. –Papá está delirando por la golpiza que le diste.
-Hai. –Dijo en su estado de trance.
-¿Mamá? –Preguntaron ambos pequeños.
-¡Mi casa! –Lloró la mujer mientras se caía de rodillas y empezaba a llorar.
Fin de Flash Back
Flash Back
-¡Sasori! ¡Sasori! ¡Sasori! –Apoyaba toda la familia Hatake al chico que estaba jugando futbol.
-¡Hijo mío gana! –Gritaba la madre que estaba totalmente emocionada.
-¡Estoy muy orgulloso de ti campeón! –Gritaba su padre totalmente feliz mientras cascadas salían de sus ojos.
-¡Onee-san gana que aposte un chocolate a que tu ganabas!
El chico estaba totalmente feliz porque su familia estaba con él, a pesar de todo ellos nunca le fallarían así que estaba dispuesto a ganar por su familia!
-¡Confíen en mí! –Grito emocionado. –Vamos a ganar Itachi. –Le dijo a su fiel amigo y compañero
-Tu familia es muy energética. –Decía el moreno al cual le salían varias gotitas en la cabeza.
Fin de Flash Back
Flash Back
-Corran niños, corran. –Lloraba un peli plata que corría con sus hijos como si su vida dependiera de ello.
-¡Para que haces enojar a mamá! –Gritaban los pequeños al unísono
-Tú mamá es un mounstro cuando se enoja. –Lloraba el hombre. –¿Por qué me case con ella?
-¡No corras Kakashi! –Gritaba un pelirrosa. -¡Cobarde!
Fin Flash Back
-Sakura, perdón porque te vamos a dejar sola, de ahora en adelante tendrás una vida difícil, pero recuerda que te amamos, cuídate cerecito.
-Cuídate mucho chicle, te quiero.
-Sakura, tienes que ser fuerte, de ahora en adelante estarás sola, y no vamos a estar más con tigo, perdón por no llevarte a ver las estrellas, pero recuerda que te amamos. Te amo princesa.
Fin de Flash Back
-Bueno. –Dijo la chica con una sonrisa que mostraba todos sus dientes. –La vida sigue ¿No? –Dijo mientras abría la puerta de la casa Kurosaki.
-¡SORPRESA! –Se escuchó un gran grito dentro de la casa lo que provoco que la chica saltara hacia atrás.
Ahí frente a ella estaban todos su amigos, Mun, Yuzu, Karin, Orihime, Tatsuki, Ishida, Chad, Naruto, Hinata, Urahara, Yuroichi, Ururu, Jinta, Isshin y su gran amigo y novio Ichigo.
-Chicos. –Dijo con una sonrisa mientras los veía, todos tenían un gorrito de fiesta, había un gran cartel que decía ¡Feliz cumpleaños Sakura-chan! Estaba de múltiples colores, hab

Notas finales:
Bueno ahora subo lo demás en el siguiente capitulo
Los amo :D


Dos almas, un mismo camino.Where stories live. Discover now