Capitulo 20: Secretos y más secretos

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Catalina.

—Te estuviste besando con Eithan Catalina—dice Charlotte en casi un susurro.

Hago caso omiso a su comentario, paso por su lado y cierro la puerta de mi habitación con fuerza. Estoy realmente enojada con ella. Como se le ocurre mentir al princeso y decirle que tuve una cita con Alexander cuando eso es totalmente falso. Necesito que me dé sus explicaciones.

—¿Estas bien?—me pregunta cuando nota mi molestia.

—Siéntate, por favor—le indico el sillon.

Ella obedece un poco confundida.

—Seré directa Charlotte—Me cruzó de brazos, yo estoy de pie a pocos centímetros de ella —. ¿Sientes algo por Eithan?

Por alguna razón mis ojos se conviertan en dagas afiladas y atraviesan a la rubia. Mi tono de voz es duro y exigente.

La veo tragar saliva fuertemente y la tranquilidad con la que cruzó esa puerta, se ha esfumado por el contrario se ha puesto muy inquieta.

—Yo, el no, no me gusta, si es lo que quieres saber—encuentra su voz y tartamudea —. ¿Porque me preguntas eso?

—Por qué tu le dijiste que había tenido una cita con Alexander, cuando sabes que eso es totalmente falso. Te confesé mis sentimientos de mi hacia Eithan y aun así le hiciste creer que estaba interesada en Alexander—respondo entre dientes, ella se remueve incomoda —. ¿Puedo saber por qué le dijiste eso?

—Fue lo primero que se me ocurrió decirle después de que el me preguntara que hacíamos nosotras separadas de Kayla.

Frunzo el ceño—¿Y como el sabia que estabamos alejadas de mi hermana?

—Eithan vio a Kayla dormida y creyó que mi hermano le había hecho daño, lo tomó de su camisa y comenzó a golpearlo—¿Que? Entonces esos documentos no mentían—. En mi desesperación le explique él no le había hecho nada pero no medí mis palabras y de casualidad le conté que nosotras estábamos lejos de la fiesta.

«Si no es Kayla es Charlotte»

Su explicación es convincente, algo que relaja mi tensión. Pero por otro lado no puedo creer que Eithan haya golpeado a Chad, aveces se comporta como un maldito cavernicola.

—Te pido disculpas Catalina—se levanta y se aproxima —. No debí decir eso, pero no sabia que decirle. No quería que descubriera lo que estábamos haciendo. Aveces soy tan tonta.

Se cubre la cara con ambas manos y la escucho sollozar. Mi enojo se ha disipado por completo.

—Esta bien, te perdono lotti—suavizo mi tono de voz al mismo tiempo que le doy suaves palmaditas en su espalda —. Tranquila.

Deja ver su rostro y esboza una débil sonrisa.

—El te gusta mucho verdad—su afirmación me sonroja de inmediato.

—Comamos, esta delicia se va derretir—desvío el tema de la conversacion porque no me conviene.

Ella ríe por lo bajo.

Tomó la copa con el delicioso helado, meto la cuchara y me lo llevó a la boca. Ella imita mi acción y ambas nos sentamos sobre el tapete rosa a devorar nuestro postre.

—¿Lograste encontrar algo relevante en el archivo de Eithan?—curiosea la rubia mientras da su último bocado a su helado.

Me cruzó de piernas y hablo.

—Si, descubrí que la mayoría de su vida estuvo en suiza y que regresó por el matrimonio de mi madre con el Rey.

—¿Y que hacía allí?

Una princesa en zapatillas ©️Where stories live. Discover now