Capitulo 41: «¿Qué estas planeando Arturo?»

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Catalina.

Al tener la atención de mi hermana y de Lotti empecé a relatarles todo lo acontecido desde la existencia de esta princesa usurpadora hasta el trato que hice con el príncipe Carlos, no pude evitar enrojecerme en cuanto les conté del porqué me cargo entre sus brazos hasta el castillo.

—Es extraño—expresó la rubia frunciendo el ceño después de haber finalizado de hablar —. Mi padre jamás me hablo sobre esa princesa ni tampoco oí de ella en el reino.

—No se que es lo que está tramando Arturo al hacer esto— murmure con frustración cruzando las piernas y llevando una almohada sobre mi regazo —. Ahora no solo debemos encontrar el documento si no a esa usurpadora también—gruñi con fastidio.

Suficiente tenia con hallar el testamento de mi abuelo la cual era la llave para liberar al reino de Arturo, ahora resulta que también teníamos que encontrar a Stella y saber el motivo por el cual mintió por tantos años.

—Primero debemos encontrar a Stella—me hizo saber Charlotte, gire el cuello hacia ella y la observé confundida «¿Que estaba diciendo?» la rubia al notar mi desconcierto, explicó —. El pueblo y los reinos vecinos conocen de la existencia de la princesa Stella, creen que es la nieta del Rey Luis, así que si ella encuentra el testamento antes que tú—se detuvo y me miró con preocupación —. Se coronará reina de Inglaterra y tendrá el apoyo de muchas personas importantes de la realeza.

Una corriente helada recorrió mi cuerpo desde la punta de mis pies hasta la cabeza, mi corazón comenzaba a palpitar con demasiada fuerza debido a la ira que empezaba apoderarse de mi ser.

—No—masculle entre dientes negando con la cabeza —. Eso no sucederá, esa perra no me quitará lo que es mío.

Estaba dispuesta a pelear hasta con el mismo Diablo si era necesario por lo que me pertenecía y por lo que mi padre tanto quería. Ya no tenía miedo, eso lo había dejado atrás, ahora solo deseaba que Arturo pague por todo lo que estaba haciendo. Sus planes iban más allá de solo conquistar Inglaterra, él quería más.

—Debo encontrarla—mencione aún con la mandíbula tensionada.

—Nosotras la encontraremos—contradijo Charlotte,—. Tu debes buscar el testamento, solo tú conoces bien a tu padre y a tu abuelo. Confía en nosotras, la vamos a encontrar y lo va pagar.

—Esa bruja no sabe con quienes se ha metido—agregó mi hermana colocándose al lado de la rubia, su rostro era de miedo, lo cual me hizo sonreír.

—Gracias a las dos, por todo.

Las tres sonreímos.

—Bien—mi amiga se puso de pie y camino hacia el lugar donde se encontraba mi mochila —. Encontramos algunas cosas que quizás te puedan ayudar—cargo la mochila entre su brazos y la trajo hasta la cama.

Lance la almohada a un lado y doble mis rodilla hacia atrás e impulse mi cuerpo hacia adelante para estar más cómoda al momento de que Charlotte abriera la mochila.

—En la biblioteca general no había tanto que ver, ya que los libros ahí eran solo de lectura y para conocimiento en materias específicas—comenzó a hablar Lotti mientras deslizaba el cierre de la mochila, extrayendo lo que parecía ser un diario de color dorado con letras azules —. Así que antes de darnos por vencidas buscamos todos los lugares secretos que podría haber en la biblioteca y nos dimos cuenta que había una zona que estaba resguardada por un soldado—siguió hablando con fluidez mientras sacaba más objetos de la mochila.

—¿Y cómo lograron distraer al soldado?—pregunté curiosa.

—Yo me encargué de eso—respondió mi hermana, desvíe los ojos hacia ella y le di una mirada de «¿Otra vez Kayla?» —. ¿Qué? Necesitábamos un plan—se excusó.

Una princesa en zapatillas ©️Where stories live. Discover now