Capitulo 14: El beso robado

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Catalina.

—¡¿Que hiciste que?! —exclama mi hermana quien por poco y se atraganta con el pop con.

—Lo que oíste Kayla—contestó girando el cuello y cogiendo un puñado de la misma del pequeño bowl que hay en medio —Lotti es buena dando ideas.

Felicito a la rubia que se encuentra al lado mio, estamos dentro de mi habitación, sentadas en círculo sobre el tapete rosa. Kayla se encargo de ordenar malteadas, pop corn, papas fritas, cupcakes y demás.

Y es cuando de chisme se trata, le gusta ponerse cómoda.

—Pero esa no fue mi intención—alega la rubia un poco avergonzada —No crei que lo usarías como tu primer movimiento.

Río.

—¿Solo le dijiste que te tiro a la pileta?—pregunta Kayla cambiando la posición de sus piernas.

—Si solo eso, que mas podría decirle, es cierto que quiero vengarme pero no lo metería en problemas con su padre.

Ironizó tanto mis palabras que ni yo me la creo, tanto mi hermana como la rubia me miran con cara de "¿Esperas que nos creamos eso?"

—Bien, quizás mentí en algunos puntos—aceptó cruzandome de brazos —Pero es que él se lo busco.

Cojo una malteada de fresa e inserto la pajilla de metal —Aún no entiendo la razón por la cual ese idiota no deja de molestarme—digo mientras sorbo por ella.

El delicioso sabor de la fresa con leche me hace cerrar los párpados y disfrutar de mi malteada.

—Le gustas—afirma Charlotte haciendo que abra los ojos de un tiro y que por poco me atore con el líquido.

Mi hermana ríe al igual que Lotti, las fulmino con la mirada. No fue nada gracioso su comentario.

—No digas tonterías—me remuevo incomoda y dejo la malteada a un lado, se me quitaron las ganas de seguir bebiendo —Si le gustara no me haria sufrir a cada segundo con sus estúpidas bromas.

—Un estudio en Nueva York afirmó que el 80% de los hombres cuando les atrae una mujer, una forma de llamar su atención es molestándola para que así los tomen en cuenta—nos informa la rubia removiendo la masa pastelera de su cupcake de chocolate.

—Pará que sepamos que existen —se burla mi hermana al mismo tiempo que abre la bolsa de papas fritas.

—No creo que sea el caso de el Princeso—pronuncio sería.

—¿Porque no?

—Porque no Kayla, porque el me molesta con la única intensión de joderme la existencia—respondo irritada, no me esta gustando por donde va esta conversación.

—Eso dices tu, pero para mi tu le gustas—mi hermana se mete una papa frita a la boca.

Le jalo un mechón de su cabello castaño haciéndo que su cabeza la eche hacia atrás.

—¡Au Catalina! —chilla sobandose la cabeza —¿Porque me jalas?

—Pará ver si así se te acomodan tus neuronas y pienses antes de hablar.

Lotti quién ha estado presenciando nuestra pequeña pelea se ríe por lo bajo.

—Haber señoritas—habló con la poca paciencia que me queda —Las llame aquí para que me ayuden a planificar mi venganza, no para que estén diciendo tonterías.

Miro a Kayla luego a Lotti, repito la acción.

—Bueno, si quieres acabar con un hombre solo necesitas seguir tres pasos que serán fundamentales en tu venganza—la rubia que tengo como amiga empieza a hablar con seriedad, toda mi atención se centra en ella.

Una princesa en zapatillas ©️Where stories live. Discover now