Capítulo 30

2.3K 206 78
                                    

Narra Purre

Unos golpes en la puerta nos sobresaltaron a mí y a Thor. Mi perro se levantó con rapidez de mi regazo y yo le seguí unos pasos por detrás.

Me asomé por la mirilla y me sorprendí de verlos a ellos dos juntos.

— ¿Qué hacéis aquí? —pregunté encontrándome con Colin y Pilar al abrir la puerta.

Ella tenía la cara demasiado pálida y estaba respirando rápidamente como si acabara de correr una maratón.

—Te han mentido. —dijo Colin y pasó junto a Pilar adentro de mi casa.

— ¿Cómo? —contesté sin entender nada y aguantándome las ganas de abrazar a Pilar.

¿Qué la pasaba? Nunca la había visto tan asustada.

Thor se acercó a su pierna y ella se agachó para acariciarle.

Colin la miró un momento y con un gesto de cabeza me indicó que fuera con él a la cocina.

— ¿Qué ha pasado? —pregunté ya estando solos.

—Estaba volviendo a casa en moto y justo en un paso de cebra la he visto correr. La estaban siguiendo dos chicos, Purre. No les he llegado a ver la cara porque iban tapados, pero sabemos los dos que no hace falta tener una foto suya para saber quién ha sido. Se sabían su nombre. —me respondió.

—Joder. —exclamé y di un golpe a la mesa.

¿Por qué no podían dejarme en paz a mí y al resto de gente que me importaba?

—Te han dicho que te habían dejado en paz a ti, pero como puedes ver te la van a hacer pagar con Pilar. —siguió. —Si no fuera porque pasaba por allí, no sé qué hubiera pasado.

—La madre que... —murmuré. — ¿Y ahora qué hago?

—Arreglarlo.

—Wow. Gracias, Colin. Hasta ahí había llegado yo solito.

Suspiró hondo y se cruzó de brazos. —Mira, yo te dije hace tiempo que te marcharas.

—Me lo dijisteis todos y no os hice caso, lo sé. No estoy para sermones ahora mismo. ¡Pilar está en peligro!

—Ya sé que está en peligro, la acabó de traer a casa porque estaba aterrada de miedo ¿sabes?

— ¿Puedes dejar de hablarme por un momento como si lo supieras todo? —le pedí.

— ¿Y tú puedes dejar de pensar como un auténtico gilipollas?

Levanté la mirada para mirarle. — ¿Ahora yo soy el gilipollas de aquí?

—Siempre has sido el único de los dos. —se encogió de hombros. —Esto no hubiera acabado mal si no te hubieras metido con nadie.

— ¿Te recuerdo que tú también estabas metido?

— ¡Pero me salí!

— ¡Pero lo estabas! ¡Y digas lo que digas seguro que aun sigues haciendo algo!

— ¿Qué estas insinuando? —preguntó.

— ¿Crees que somos idiotas? Muchas veces vienes con los ojos rojos, Colin. ¿Qué te estas metiendo ahora? ¿Éxtasis? ¿Cocaína?

— ¿Qué más te dará a ti? Hace un año eras tú el que se drogaba y no había ningún problema.

— ¡Pero lo dejé!

—Sí y mirarte ahora. Tienes ataques de ansiedad y necesitas quitar la adrenalina de tu cuerpo con carreras. Sin duda estás genial.

—Sabes que todo tiene sus consecuencias. Lo he intentado manejar de la mejor manera posible. Mejor que tú sí estoy ahora mismo.

Mi vecino me espía [✔]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora