ende

2.4K 370 325
                                    

El departamento de Taehyung es acogedor, cálido, bien decorado y con detalles curiosos. Aunque Hoseok ha estado una vez aquí, ahora puede apreciar mejor los adornos que hay en ciertas esquinas. Le gusta, le hace saber que todo pertenece al chico que ha estado quitándole el sueño. Solo con ver esas pequeñas cámaras de cerámica sobre el aparador, puede afirmarlo.

El aroma de comida recién preparada es distinguible, pero Hoseok no puede hacerse una idea clara de lo que es. Taehyung luce muy hogareño, su cabello está un poco despeinado, lleva una camisa blanca muy suelta y que podría llegarle hasta las rodillas más un jean oscuro. Hoseok, en cambio, lleva una remera negra y un jean claro (había salido tan rápido que ni siquiera se percató adecuadamente de lo que llevaba, pero no estaba mal). La suave brisa le hace espabilar, él tan enfrascado en Taehyung y su existir tan etéreo. Es gracioso que casi no pueda recuperar la concentración.

—¿Adivinas qué he cocinado? —pregunta Taehyung, una sonrisa tenue surca sus labios. Se ve bien—. Puedes dejar lo que has traído en la mesa de la cocina, por favor —continúa, dejando sus pantuflas a un lado. Una manía suya. Medias delgadas le protegen de lo frío del piso.

—Huele bien, pero no estoy seguro de qué es —responde, soltando una risa corta. Hace lo que le ha sido indicado y termina tomando asiento en una de las tres sillas que acompañan una mesa mediana—. ¿Bulgogi?

—¿Cómo lo sabes? —Taehyung jadea sorprendido. Se acerca a la mesa, pero se queda de pie, pues aún debe servir la comida—. ¿Es que acaso ves el futuro?

—Lamentablemente, no. Sería genial poder verlo.

Taehyung sonríe y asiente, muy de acuerdo. Espera que su emoción y su actitud de 'enamorado' no sean muy obvias. Empezaba a ser tormentoso. Solo una sonrisa de Hoseok podía poner colores hermosos en él y hacerle ver rebosante de alegría, seguro.

—Creí que no vendrías —murmura después de un momento. Hoseok frunce el ceño, al parecer un poco confundido—. Es de noche y te invité de improviso.

—Quería verte. —La frase escapa, sin permiso. No podía arrepentirse ahora—. Quería decirte algo —corrige o intenta hacerlo.

—¿Algo que decirme? —Taehyung jala la silla solo para tomar asiento y acomodarse—. Yo también quería decirte algo, pero iba a esperar para hacerlo mañana... Me pareció mejor.

—Mañana es una mejor opción, preciso...

¿Lo sería? Hoseok empieza a cuestionarse sobre ello. No lo sabe con certeza, pero viendo a Taehyung, cualquier momento parece bueno. Aquí solo son ellos, sin interrupciones, sin restricciones. Aquí todo fluye con naturaleza. Taehyung siempre luciendo cálido, con esa mirada poseedora de un brillo especial, radiante, esa aura de felicidad. Taehyung siendo él mismo es todo lo que necesita para atreverse a confesar que esa actitud intrépida y juguetona le ha hecho caer en el amor. Aún existe un pequeño temor.

—Pero si tú necesitas decirlo, yo escucho —aclara Taehyung. Él no lo sabe, pero donde está, la luz que proviene de la cocina, le hace brillar. "Como un ángel", piensa Hoseok, enfrente—. La cena puede esperar.

—Muero por probar lo que has preparado.

—Aish. —Se queja, no seriamente. Es más que todo su timidez haciendo acto de presencia—. No esperes mucho porque es la primera vez que me animo a cocinar. ¡Ni siquiera dejé marinar la carne toda la noche! No, yo tenía que ser un impaciente que quería probar el bulgogi hoy.

Hoseok suelta una carcajada por lo que escucha. Sabe que está mirando a Taehyung con cariño, pero espera que no sea tan notorio. Es inevitable no derretirse un poco cada vez que el chico enfrente de él hace expresiones dignas de ser apreciadas. Quizá exagera, es que está atortolado.

❛Strange connexion❜ ๑ hopevWhere stories live. Discover now