— Así que Lee TaeMin te da chocolates y cartas - comienza JongHyun, avanzando hacia el rubio con las manos en los bolsillo.
— Así que Choi MinHo está enamorado de ti - responde KiBum, avanzando también con los brazos cruzados.
El ambiente está muy tenso. Ninguno de los dos se ve feliz, ni mucho menos decidido a pasar por alto las buenas nuevas.
Hay enojo, celos aunque no quieran aceptarlo. Pero también hay miedo, porque si ninguna persona (a excepción de Onew) allá afuera sabe que están juntos es muy sencillo que intenten coquetear.
Los amigos de KiBum saben que tiene novio, pero a Lee TaeMin no le importa mucho y efectivamente, le regala chocolates y le da cartas.
Esto no quiere decir que el rubio le corresponda, sin embargo, tampoco puede hacer mucho por evitarlo.
En cambio JongHyun, sí podría haber rechazado a MinHo.
Pero claro, no lo hizo.
Es por eso que KiBum está enojado.
Y tal vez, por eso también JongHyun lo está.
— ¿Por qué no me dijiste que te estaba dando cosas? - pregunta el castaño, serio - ¿Crees que es correcto que sigas recibiéndolas?
— Creo que puedo recibir regalos de quien yo quiera mientras le aclare mis sentimientos - responde KiBum, bufando - TaeMin sabe que tengo novio, y sabe que no me interesa de esa forma.
— Pero sigue insistiendo.
— ¿Y? ¿Acaso tú me dejas decirle que eres mi novio? - escupe KiBum, alzando los brazos - Esto pasa porque pediste alejarme de ti, e inventaste todo ese cuento de que nos peleamos y ya no somos amigos.
JongHyun resopla. Es molesto para él que esa sea la explicación de KiBum a los coqueteos de Lee.
— Lo hice para que dejen de molestarte - dice, cruzando sus brazos - Y esto no tiene nada que ver con TaeMin. Tu me ocultaste esto.
— Porque te conozco, JongHyun - responde KiBum - Sabía que decirte era ocasionar una pelea grande, y tienes que comportarte para que te den la beca.
— ¿Crees que me importa eso ahora?
— No, ya me di cuenta que lo único que te importa es no romperle el corazón a tu querido Choi MinHo. - escupe KiBum, dándole la espalda para meterse a su cama - Tienes el descaro de reclamarme cuando tú estás dándole alas a ese sujeto, sin importar que yo esté aquí escuchando todo.
KiBum se acurruca en su cama, cubriéndose con las sábanas mientras toma un libro de su mesita de noche.
JongHyun se siente atacado por sus palabras, y decide acercarse más.
Le ha dolido escucharlo.
— ¿Estás acusándome de no echar a MinHo de mi vida? - pregunta, y KiBum se encoge de hombros - ¿De verdad me crees capaz de engañarte?
— Tú me acusas de aceptarle regalos a TaeMin ¿no? - contraataca KiBum, mirándolo con enojo - Ni siquiera te tomaste el tiempo de preguntarme si tengo esas mierdas guardadas y sólo me señalaste.
JongHyun parpadea en su lugar. Le es sorprendente que KiBum diga groserías, cuando en realidad nunca antes lo ha hecho.
Está tan enojado como él.
— Sólo te pedí explicaciones, KiBum - responde, sentándose a su lado - Soy tu novio y no me gusta saber por otras personas lo que pasa.
— Tampoco me gusta saber que ese tipo está interesado en ti - se queja KiBum - Pero parece que no te molesta eso, y prefieres abrazarlo en vez de rechazarlo.
— ¿De verdad piensas eso de mí?
JongHyun se levanta de la cama cuando no recibe respuesta.
La desconfianza de KiBum le molesta, a pesar de saber que él también está teniendo dudas respecto a TaeMin...
Pero piensa que son situaciones distintas. Y no va a disculparse por eso.
— Nunca pensé que ibas a ser tú el que menos confiara en mi - dice JongHyun, tomando una chaqueta y yendo a la puerta.
— Yo pensé lo mismo de ti - responde KiBum, dejando el libro sobre la mesita y dándose la vuelta en la cama - Te amo, pero hay cosas que no voy a aceptar, JongHyun.
— Yo tampoco.
La puerta de la habitación se cierra. JongHyun se apoya contra ella cuando está afuera.
Sabe que no debe hacer ruido porque sus demás compañeros están descansando, y tampoco quiere ponerse a llorar.
Él no llora.
Pero es su primera discusión con KiBum siendo novios, y mentiría si dice que no le duele.
Necesita aire para pensar con calma.
Aunque también necesita a su novio, que sin él saberlo está llorando bajo las sábanas de su cama.
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