— ¡No puedes prohibirme nada, Kim JongHyun! - exclama KiBum, cruzando los brazos sobre su pecho. Está intentando no llorar por todo el escándalo que está haciendo el mayor - ¡Eres mi mejor amigo, no mi padre!
KiBum se mantuvo callado en cuánto los reclamos de JongHyun empezaron. Sólo se quedó ahí, de pié escuchando cada regaño que le daba por haberse dejado tocar por Hyeongseop.
Y sí, le dijo todo lo que pasó antes, porque a KiBum no le duran mucho las mentiras en la lengua y terminó por soltarlo sin pensar.
A JongHyun se le soltó la molestia a penas oyó el nombre de Hyeongseop, y desde ahí se la ha pasado gritando como un tonto, regañando a KiBum como si tuviera 5 años en vez de 17.
— Sabes perfectamente que ese tipo no es bueno para ti - continua el castaño, caminando por la habitación con las manos en la cintura - Y sé que tampoco soy tu padre, pero siempre me has hecho caso cuando te advierto sobre alguien... Así que me sorprende, y me enoja que esta vez haya sido distinto. ¡Encima con el idiota ese!
— El idiota tiene nombre, se llama Hyeongseop - murmura KiBum, sintiendo que el enojo está apoderándose de su voz. La actitud de JongHyun le hace enojar demasiado - Te comportas como si yo no pudiera cuidarme solo, y te recuerdo que fuiste tú el que hizo las cosas mal al acostarse con esa tipa que ni conoces. Y yo te apoyé, a pesar de tus excusas estúpidas.
JongHyun se detiene en seco, pero no lo mira directamente. Se ha quedado en el marco de la ventana que da hacia la calle de enfrente.
— Entonces él te gusta lo suficiente como para ignorarme - dice JongHyun, apretando los puños. KiBum no le responde - Hyeongseop de verdad te gusta y lo escogerás por sobre nuestra amistad. Es así ¿cierto? Yo ya no te importo.
Al rubio esas palabras no le gustan para nada. En ningún momento se le dio a escoger, ni mucho menos lo pensó.
La actitud de JongHyun es tan extraña para él, cuando siempre ha sido dulce y comprensivo. Pareciera que en frente tiene a un hombre duro, posesivo y nada amable.
— Creí que yo era importante para ti, mucho más que otras personas, pero ahora sólo me siento decepcionado, KiBum. - escupe JongHyun, golpeando el vidrio de la ventana - ¿Eres tan tonto cómo para no darte cuenta que sólo quiere alejarte de mí?
KiBum tiembla. Le duele la forma en que le habla.
¿Por qué se comporta de esa manera?
¿Acaso lo escrito en su carta de cumpleaños son puras mentiras?
¿O... es posible que JongHyun esté celoso de Hyeongseop? ¿Acaso tiene sentimientos por él?
KiBum se obliga a dejar de pensar en esa posibilidad, porque es francamente imposible. Aunque así fuera cierto, jamás va a aceptar que JongHyun sea posesivo, y que lo obligue a aceptar todo lo que dice.
Ellos son amigos. Se supone que se quieren, que se respetan. Este berrinche sólo le hace sentir triste e inseguro de que su Jjongie sea el mismo de siempre.
Esta persona no le gusta.
— Creo que... es mejor que te vayas - susurra, y JongHyun le devuelve la mirada con sorpresa - Jamás pensé que tú fueras de esta forma, haciéndome escoger entre nuestra amistad y alguien que a mí me agrada - KiBum se sienta en su cama, dándole la espalda - Pero ¿Sabes algo? por más que yo te quiera, y que tú tengas cierta influencia en mí... no voy a dejar que me trates como si fuera un imbécil.
JongHyun parece devastado, reaccionando por primera vez a todo lo que ha estado diciendo en los últimos minutos.
Quiere acercarse al rubio, pero es tan orgulloso que se impide hacerlo.
— Bummie... yo sólo...
— ¡Ahora soy Bummie, ¿no?! - grita el menor, mirándolo con lágrimas en los ojos. JongHyun ahora sabe que lo ha lastimado con sus palabras -¡Ahora me llamas de esa manera cuando hace dos segundos te la pasaste recriminándome cosas! - KiBum baja la cabeza, retrocede cuando ve que el castaño quiere acercarse - Por favor, vete. Necesito estar solo.
JongHyun quiere abrazarlo, pedirle perdón, pero sabe que el rubio está demasiado herido por su culpa.
Ni siquiera él entiende por qué le molesta tanto Hyeongseop, sin embargo, de sólo imaginarse que KiBum se va a alejar por estar con ese tipo le provoca náuseas. Odia la idea.
Aún así, el rubio tiene razón en enojarse, en pedirle que se vaya.
JongHyun entiende que no quiera verlo, es por eso que toma su mochila del suelo, al lado de la cama del rubio, y se va sin decir nada.
Se detiene de llorar, pero solo basta cerrar la puerta y escuchar los sollozos de su rubio para sentirse miserable.
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