JongHyun ya no sabe qué hacer para que los cuchicheos acaben. Sólo ha pasado una semana, una jodida semana, y ya han metido sus libros al inodoro, han escondido sus cuadernos, le han regañado por no querer trabajar en equipo con sus estúpidos compañeros, y lo peor de todo... están empezando a molestar a KiBum.
A penas ayer lo vio con unos morados en los brazos. Por supuesto el rubio mintió, diciendo que se había caído mientras salía con Hyeongseop hacia un centro comercial, pero JongHyun lo conoce demasiado y en un instante notó que estaba mintiendo.
Ni quería imaginarse lo que harían con él cuando empezaran a utilizar las habitaciones, y para eso solo faltaban dos días.
JongHyun no siempre podría defenderlo, así que necesitaba bajo todo costo mantenerlo seguro, porque KiBum es una persona demasiado amable como para ponerse a pelear, o siquiera defenderse.
Incluso al estúpido de Lee TaeMin no para de sonreírle, y es casi insoportable para JongHyun verlo.
En su cabeza no cabe como alguien como KiBum puede ser adorable con ese niño idiota.
Tal vez el rubio ha sido enviado del cielo.
Otra explicación no hay.
— Hyung, te estoy hablando.
JongHyun reacciona ante la voz de KiBum. Están en la cafetería almorzando, y por alguna razón se ha terminado perdiendo en sus pensamientos.
— Lo siento, estaba distraído - se disculpa, regresando a una hamburguesa que ha dejado a medio comer.
— ¿Y qué te tiene así? - pregunta KiBum, inclinándose con una expresión preocupada - ¿Te fue mal en el examen de entrada?
JongHyun niega, mientras intenta buscar la forma de decirle a KiBum lo que realmente sucede.
Sabe que va a molestarse con él, pero es mucho más preocupante ponerlo en riesgo. Y no desea verlo siendo acosado, golpeado o algo peor.
Tiene que hacer lo necesario.
Es lo mejor.
— Bummie... - susurra JongHyun, dejando su comida a un lado, tomando la mano de su rubio. Éste le devuelve la mirada con curiosidad - Tenemos que mantenernos alejados por un tiempo.
KiBum suelta su mano con fuerza. Pasa de mirarlo con dulzura a tener un aire enojado y dolido.
— ¿E-es por TaeMin? - pregunta el rubio, su voz volviéndose cada vez más delgada - Yo le he dicho que deje de molestarte...
— Sabes que no sólo se trata de él - responde JongHyun, con dureza - ¿Acaso no te has dado cuenta el riesgo que corres al seguirme a todos lados? Esos moretones en tu brazo sólo son el comienzo, KiBum.
El rubio siente a su cuerpo vibrar dolorosamente. JongHyun, su JongHyun está pidiéndole que se alejen, y así sea sólo por un tiempo... ¿Cómo va a estar lejos de él?
KiBum quiere cuidarlo, quiere tenerlo cerca...
¿Qué va a hacer si JongHyun va a empezar a evitarlo?
Tiene ganas de llorar, de gritar, pero ya no es un bebé. Pronto cumplirá los 20 y debe actuar como un adulto responsable.
Tiene que calmarse...
Tiene que pensar con la cabeza fría...
— ¿E-estás seguro que eso es lo que quieres? - le pregunta, intentando aguantar las lágrimas y verse mucho más patético.
— Es lo mejor, Bummie.
JongHyun lo dice como si no le importara en lo absoluto, como si no le doliera tener que separarse.
Parece que sólo él va a quedarse afectado por la noticia.
Y parece que sólo él va a esconderse en algún lado para llorar.
— B-bien.
Dice finalmente, antes de salir casi corriendo para evitar que JongHyun lo vea llorando de nuevo.
Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.
