35. Ocultar

535 93 25
                                    

Diciembre 2010

KiBum entra en la habitación con cuidado. No quiere hacer ruido porque va a despertar a JongHyun.

Mira el reloj, son las 2 de la mañana.

Es tarde, muy tarde. Ni siquiera sabe cómo tuvo fuerzas para trepar el muro de la universidad con la muñeca rota y las piernas golpeadas.

Su rostro... es quizá la peor parte.

Pero bueno, tampoco podía quedarse afuera a esperar a que algún ángel llegue a salvarlo.

Él necesitó en ese momento llegar a la habitación lo antes posible. Sabía que ver a JongHyun le haría sentir mejor aunque estuviera dormido.

Y sí, su cuerpo está magullado, adolorido, pero ahora piensa que todo ésto último ha valido la pena. Cada golpe, empujón, patada e insulto vale su libertad para confesar lo que tanto siente.

Aunque es probable que JongHyun lo rechace, simplemente ya no importa.

Va a decirle que lo ama.

Es hora de hacerlo.

— ¿Bummie, eres tú?

KiBum detiene su camino en cuanto escucha a su amigo. Éste balbucea medio dormido, y gracias a Dios no abre los ojos.

— Tranquilo, vuelve a dormir.

Le susurra, tratando de que se le entiendan las palabras. Su labio partido no ayuda mucho, y además le duelen los pómulos.

Pero finalmente JongHyun se da vuelta, acurrucándose. A los segundos sus ronquidos resuenan más fuerte.

KiBum suspira, intenta tranquilizarse para no tirarse a llorar ahí mismo.

Quiere correr a la ducha, sin embargo, sus piernas parecen inútiles. Le duelen mucho.

Valió la pena.

Vuelve a repetirse. Porque aunque esté seguro de haber hecho lo correcto al terminar con Hyeongseop, no quita que cada golpe lo haya humillado de la manera más cruel.

Como un saco de boxeo con el que te puedes desquitar.

Porque sí, eso hizo Hyeongseop con él. Lo utilizó para descargar toda esa ira que tenía dentro y que KiBum se la había provocado.

Utilizó sus puños para marcar el bonito rostro que según sus propias palabras... no volvería a ser el mismo nunca más.

Por supuesto que luego pidió disculpas.

Por supuesto que luego lo llevó al hospital.

Pero ahora... ¿Qué más daba?

KiBum nunca en su vida pensó que pasaría por algo así. Ni que Hyeongseop fuera capaz de hasta romperle una muñeca.

Sin embargo, nunca dejas de conocer a las personas.

Y ese chico dulce que alguna vez se le declaró... ya no existía más.

Es horrible.

Para KiBum es una situación difícil de asimilar.

Ni siquiera puede creer cómo se ve su reflejo en el espejo del baño.

Es... de terror.

Por lo que ahora sí, llora con fuerzas, con el corazón en la mano. Él no merece nada de lo que le ha sucedido, ni la más mínima parte.

Incluso trató de razonar con Hyeongseop por una última vez, pero no pudo. Faltó sólo oír la palabra "terminar" para que los puños llegaran.

Y sólo de recordarlo le hace sentir peor.

Por ahora, es suficiente.

Minutos después decide meterse a la ducha, despacio y con cuidado para que sus piernas magulladas no le fallen. El agua helada golpea su cuerpo, le arde cada trozo de su piel amoratada, pero trata de no hacer ningún quejido que pueda despertar a JongHyun de nuevo.

«Perdóname, KiBum. Perdí la cabeza, por completo. Por favor, perdóname.»

Esas palabras siguen repitiéndose en su cabeza, le hacen llorar de nuevo.

¿Realmente puede ser tan miserable cómo para pedir perdón luego de haberlo molido a golpes?

Sí, y mil veces sí.

KiBum se dezlisa en los azulejos hasta quedarse sentado sobre el suelo. Todo su cuerpo le duele y siente que ya no tiene fuerzas más que para llorar.

Todo éste tiempo ha sido tan idiota que aceptó cada disculpas, cada perdón, cada súplica con un gesto lindo.

Fue tan imbécil que aguantó cada regaño sin siquiera estar enamorado, sin quiera amarlo.

Pero sí, la cabeza te hace hacer cosas así.

Te hace actuar como un verdadero estúpido.

¿Y ahora qué?

Tiene su muñeca rota, su cuerpo golpeado y el respeto por sí mismo en el subsuelo.

¿Qué va a hacer ahora?

¿Qué va a-

— ¿Bummie?

KiBum levanta la cabeza. JongHyun está al otro lado de las cortinas de la ducha preguntando por él.

Por favor no abras las cortinas.

Por favor no te asomes y deja que me humille yo solo.

— ¿Qué sucede? - pregunta JongHyun de nuevo, metiendo la cabeza para verlo - ¿Por qué estás...

No hace falta preguntar nada.

El llanto incesante de KiBum hace que JongHyun se meta a esa ducha con todo y pijama.

No lo importa mojarse, pero tampoco puede tocar a su Bummie porque el shock es demasiado grande.

Se siente como si su alma hubiera sido partida en dos.

¿Qué te han hecho?

¿Quién te ha hecho esto?

Mi Bummie...

Mi pequeño...

— Por favor... - susurra KiBum, con cuidado. Su labio partido le duele mucho - Por favor, solo abrázame.

JongHyun no necesita más.

Lo abraza, y se asegura de no hacerle daño.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
ᴄᴏʀᴀᴢᴏɴ ʀᴏsᴀ  | JongKey FanficWhere stories live. Discover now