CAPÍTULO 28

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Los brazos de Singto apretaban con fuerza a Krist, con todo su cuerpo intentaba calentar al dulce chico que parecía desvanecerse en su regazo. 

Todo parecía desmoronarse en un instante, por eso dicen; vive el hoy, mañana puede ser muy tarde. 

Es así como un automóvil negro se abria paso por la carretera, iban a toda marcha rumbo al hospital, en el asiento trasero se encontraba un delicado cuerpo luchando para sobrevivir, mientras que su amado rogaba a los cielos que salven al amor de su vida. 

Al llegar al hospital, entraron lo más rápido posible en busca de ayuda. 

—P'Tay —murmuró Singto apenas reconoció al doctor de la familia. 

—Traigan una camilla —ordenó el doctor, unas enfermeras llevaron la pequeña cama frente al alfa que sostiene el frágil cuerpo. —Singto colócalo con cuidado. 

Eso hizo el joven alfa, aún sin lograr asimilar todo lo sucedido con su lindo omega, pensó que la situación no podía empeorar…hasta que las enfermas retiraron la cobija que cubría el delicado cuerpo. A Singto se le rompió el corazón, toda esa suave y delicada piel de porcelana se encontraba manchada, dañada y teñida de colores que nunca debían adorarla. 

No pude protegerlo, no puede—  Se culpaba una y otra vez de lo ocurrido. 

Aún en shock, observó cómo las enfermeras se alejaban con el pequeño cuerpo del joven que no puedo ayudar, que no puedo proteger y mucho menos cuidar como había prometido. 

Una vez que logró reaccionar giró hacia el único que podía darle respuestas. 

—P... ¿Qué pasó? —esta vez su mirada reflejaba enojo e ira. 

—Lo siento Sing... —sus palabras se cortaron, cuando el novio de su hermano lo tomó del suéter con gran fuerza. 

—¡Dime quién le hizo eso! —Demandó con gran enojo. 

—Mi padre — susurró Off casi sin fuerzas, era una voz débil y lamentable. Sington soltó al mayor ante tal confesión. 

Todo su cuerpo tembló, ahora entendía todo, el porqué Krist quería tener su relación en secreto, el porqué le pedía tiempo, él porque no quería que hablara con su padre... 

Todo este tiempo tenía miedo de "su padre", se sentía de lo peor, todo estuvo frente a él siempre y no fue capaz de verlo. 

Ahora lo confirmó, no era la persona correcta para cuidar y proteger a Krist. Nunca lo fue y se dio cuenta de la peor forma posible. 

—Singto quédate con Krist, yo resolveré esto. —Aún en sus atormentados pensamientos escuchó la voz de Off 

—¿A dónde vas, P? 

—Eso no importa, quédate y cuídalo mucho. Yo llamaré a mi madre. 

 

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