CAPÍTULO 25

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VIERNES


La mañana llegó sin demora y el día más temible para Krist se acercaba a cada segundo.

Su padre había llegado en la madrugada y él sabía que sólo era el inicio del infierno, una vez que las manecillas del reloj marcaran las 7pm todo sería peor y no podía evitarlo.

Aún sin ánimos, Krist asistió a la universidad, era el único lugar donde podía escapar de todo lo que le estaba consumiendo, aunque sea por un tiempo.
Sabe que Singto es el único que puede calmar su angustiado corazón, no quería ser un débil. No obstante ver al hombre que decía amarlo y que prometió que cuidaría de él, lo hacía muy feliz.

Muchos pensamientos atraviesan su cabeza y el que más se repetía es:

Huye con él

Sin embargo, estaba muy confundido y con miedo, el terror de pensar que su padre descubriera las cosas que estuvo haciendo en su ausencia solo desataría al dominio que tenía guardado su padre en sus adentros y todo terminarían peor de lo que podrían estar.

Así que, como de costumbre trato de poner la mejor cara y saludó a Singto, para tomar asiento a su lado; esperando que las horas no avancen más, quería detener el tiempo.

—¿Qué pasa Krist?— preguntó el joven alfa, al notar el extraño comportamiento de su pareja.

—Nada Singto, estoy bien.

Era una mentira, la más grande que se le escapaba de sus labios, pero ¿qué esperaba que dijera "Singto, tengo miedo de mi padre y no sólo de él, sino también de su amigo ."? Pues no, ese era el último pensamiento de Krist. Sin embargo y aunque piense que Singto le creía alguna palabra que salía de sus dulces labios cereza, no era así, la unión que tenían por la marca le hacía sentir su miedo y angustia.

—Krist, dime lo que pasa —insistió el pelinegro.

—Ya te dije que no es nada.

—Por favor, confía en mí. — Suplicó, manteniendo su último granito de esperanza.

—Yo confío en ti, Singto.

—No, no es así, tú me estás ocultando cosas, Krist. No soy tonto, una cosa es que respete tu privacidad pero es muy distinto que te guardes todo y me hagas a un lado como sino fuera nada. ¿Acaso no somos pareja?

Krist miró directamente a eso hermoso ojos y descubrió que la mirada de Singto era un poco diferente a los otros días, y en su interior sabía que si seguía cerrando sus emociones o su situación a su pareja las cosas no iba a funcionar, ya que las relaciones se basan en confianza y compromiso; y Krist no estaba dando el cien por de ninguna de las dos.

—No es así, no te estoy ocultando nada. —Insistió.

—Si, si lo estás haciendo, siempre lo haces ¿Por qué no confías en mí?

—Singto...— susurró el omega mientras sentía su corazón doler.

—No, Krist, no quiero que me des otra de tus excusas, quiero la verdad.

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