CAPÍTULO 8

3K 374 29
                                    

KRIST'S POV

—Realmente quiero estar aquí.... Me gusta. —susurró Singto cerca de mi oído.

Me gusta, me gusta, me gusta

No lo puedo creer, él dice que le gusta estar cerca de mí, quiere estar conmigo. Con Krist Perawat y no con otra persona.
Y lo más increíble es que a Singto le gusta mi aroma, ya que continúa con su cabeza en mi cuello y su mano acaricia con delicadeza mi cabello.

Tal vez estoy soñando, si es así, no quiero despertarme nunca. Quiero seguir aquí en mi pequeña fantasía, que me hace sentir seguro y cálido. No quiero ilusionarme, pero me encanta lo que está haciendo. Singto sigue frotando su nariz sobre mi piel y lo dejo. Realmente me encanta.

Ahora que su cuerpo está cerca al mío, bajo lentamente mi rostro hacia él, en una respiración profunda logro percibir mejor su olor, y sin duda me pierdo. Su aroma tiene un toque de chocolate amargo, con una pizca de canela.

Esa mezcla de olor me recuerda a los postres que hacía mamá antes de irse...extraño esos momentos a su lado.
Era feliz, Hum…bueno estaba mejor que ahora.

Y sin darme cuenta, mi cabeza también está sobre su cuello queriendo obtener más de Singto, sin embargo la burbuja que nos cubría explota al instante que siento sus labios sobre mi piel.

—¿Q-qué haces? —pregunté asombrado.

—Perdón, ¿te asuste?

—N-no... Solo me sorprendió —le aseguré.

Singto asiente con una cálida sonrisa en su rostro, mientras coloca sus manos a cada lado de mi cadera, lentamente fue apretando más su agarre en mi cuerpo. Por inercia abrí un poco mis piernas para que se acomode mejor entre ellas. Ese lindo alfa me mira con esos hermosos ojos color ámbar y esas largas pestañas. Su mirada es penetrante pero no da miedo.

—¿Quieres que lo haga otra vez? —pregunta tiempo después.

No sé qué responderle, si quiero que me bese otra vez…aunque no estoy completamente seguro si quiero que sea mi cuello el afortunado de sentir esos dulces labios por segunda vez. Pero mis palabras se han quedado atascadas en mi garganta y yo simplemente me he perdido en la suavidad de su mirada.

Aún así, con la poca cordura que me queda muevo mi cabeza en señal para que siga y él lo entiende a la perfección. Singto sigue repartiendo besos desde mi clavícula hasta mi oreja, es romántico pero a la vez es muy excitante.

No sé cuánto tiempo llevamos aquí, yo sentado sobre un escritorio en el laboratorio de Química con el nuevo alumno entre mis piernas, y él rodeándome con sus firmes pero suaves brazos, que por alguna razón que desconozco me hace sentir que ese es ...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No sé cuánto tiempo llevamos aquí, yo sentado sobre un escritorio en el laboratorio de Química con el nuevo alumno entre mis piernas, y él rodeándome con sus firmes pero suaves brazos, que por alguna razón que desconozco me hace sentir que ese es el lugar al que siempre pertenecí.

Sé que suena tonto…pero ¡ey! Nada cuesta soñar.

Y por un momento creo que soy capaz de olvidar todo, mi pasado, mi presente y solo veo mi futuro así, a su lado.
No obstante, algo en mi interior se retuerce, me asusta e inquieta.

«Alfa... Alfa... Alfa» grita una voz en mi interior.

¡Ay! No...mi lobo. Mi omega.

Desde que me presenté como omega no he mantenido una conexión con esa parte de mí y con todo lo que pasa con mi padre y su odio hacia mí, mejor dicho su odio a que yo sea un omega... Simplemente la olvide y ella a mí.

Pero ahora está llamando...grita por este alfa que nos abraza.

Y es a él, a ese hermoso alfa que me envuelve en el calor de sus brazos al que busca mi omega. Él quiere a Singto.

Aún así, no tengo que dejarme vencer por ese lado mío... No puede ser débil y caer.

No voy a caer

No voy a rendirme

No voy a...

—Mío...—gruñe Singto, frotando su mejilla con la piel expuesta de mi cuello.

Esa simple palabra me desarma y sin duda su significado es aún más profundo, ya que él también me reconoce, su alfa reconoce a mi omega.

—MÍO —vuelve a repetir, pero está vez me mira directo a los ojos.

¿Estoy haciendo bien, al dejar que Singto entre en mi vida? No lo sé. Tal vez no…sin embargo una voz en mi interior grita ¡Si!

Al diablo con todos esos pensamientos... Me tiene.

—Tuyo.... — respondo con seguridad.

Solo por hoy no quiero pensar en mi padre o en la vida que tengo, solo quiero centrarme en este momento, donde encuentro paz y calidez conmigo mismo. Donde adoro ser omega y no me importa tener un dulce aroma, porque sé que a alguien también le gusta. Y aún sabiendo eso quiere estar aquí conmigo.



🌸

Gracias por leer

SÁLVAME Where stories live. Discover now