𝓣𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪

547 27 19
                                    

Chris y yo subimos a la camioneta en cuanto James llegó con los niños quienes creían que íbamos a dar un paseo. Pensé que James vendría con nosotros pero dijo que nos alcanzaría después y llevaría nuestras maletas con las cosas necesarias, le agradecí y aproveché para disculparme por mi comportamiento de hace un rato, él me entendió y con una sonrisa nos despedimos antes de arrancar.

—¿A dónde vamos?—preguntó Dean luego de que le dije al policía de la entrada que le entregara un juego de llaves de la casa a James.

—A San Francisco—contestó Chris sin dar más detalles.

—¿Vamos a ver a papá?—preguntó Madi haciendo que nos volteemos a ver.

—Cariño...—intenté hallar alguna excusa pero no la encontré hasta que Christian habló.

—Iremos a conocer la ciudad, ¿no es divertido?

—¡Si!, suena divertido—exclamó Madeleine antes de concentrarse en ver el paisaje por la ventana junto a su hermano.

No pensamos muy bien en eso de tomar la camioneta y comenzar a conducir hasta San Francisco sabiendo que queda a seis horas manejando. Aún así, no nos hemos detenido desde que salimos de la casa y yo me he metido tanto en mis pensamientos como para evitar decir aunque sea una palabra, al igual que no le presto atención a la conversación que mantienen los niños con Chris.

—¿Quieres comer algo rápido, amor?—habló él primero.

—¡Ah!, si, si, claro—respondí despistada observando como paraba frente a un Oxxo.

—¿Y ustedes, chicos?, ¿tienen hambre?—miró por el retrovisor a ambos.

—¡Mucha!

—Bajaremos a comprar algo y nos lo comemos en el camino, ¿bien?

—Si—contestamos.

Salimos de la camioneta y al entrar a la tienda escogimos lo más veloz que podíamos para después volver a subir y comer durante el transcurso.

Comencé a preocuparme por la hora en que llegaríamos. ¿Y si es muy tarde?, ¿y si sucede algo?. Serían las ocho cuando estemos allá, y me dieron la noticia cerca de las dos de la tarde, era mucho tiempo de diferencia.

Tendría que hacer nuevamente una llamada al colegio de los niños y perderían clases por estar allá. También le pediría a la familia de James que cuidara de Odie y de la casa.

Era todo un dolor de cabeza, y más porque una pregunta rondaba por mi mente.

¿Y Camila?

Era un poco raro que a la primera persona que llamaran fuera a mi, aunque dijeran que era quien estaba más cerca relativamente. Aún así, Camila tenía que estar enterada pero seguramente ella no se encontraba en San Francisco.

Llevamos la mitad del camino y ya estoy cansada. Esto me hace angustiarme y ponerme nerviosa. Era impresionante cómo todo fue a pasar y tan de repente.

—¿Te sientes bien, amor?—preguntó Chris poniendo una de sus manos sobre mi pierna y yo coloqué la mía sobre la de él.

Recordé mi actitud de hace unas horas en la casa. Veía su rostro de confusión puesto que yo nunca había explotado de esa forma frente a él.

—Estoy muy preocupada.

—Todo va a salir bien, Elle. Sé que nos hablaron porque fue una urgencia pero en realidad no sabemos absolutamente nada sobre el accidente, tal vez solo haya sido algo leve como rasguños y no algo peor.

—Si—suspiré.

—¿Hay algo más?—me miró extrañado—te ves todavía agobiada.

—Me siento mal por lo que te dije en la casa, por gritarte—dije apenada mirando hacia otro lado.

—Cariño, no pasa nada—formó un agarre entre nuestras manos—entiendo por que reaccionaste así, y sé que no debí dudar de una situación de esta magnitud, pero ya pasó y ahora estamos aquí, juntos.

—Lo siento—volteé hacia él.

—Yo también lo siento—sonreí dándole a entender que no importaba y él hizo lo mismo.

—Sabes que eres un amor, ¿verdad?

—Siempre me lo recuerdas—sonreímos.

El tiempo en la carretera no pasó muy rápido pero en cuanto pudimos llegar me sentía más aliviada. Le recordé a Chris la ubicación del hospital así que todavía condujo entre las calles de San Francisco.

—¿Los niños siguen dormidos?—miré hacia atrás observándolos dormir. Se ven tan tiernos.

—Si—contesté incorporándome—¿tengo que decirles?—pregunté.

—Es su padre quien esta corriendo riesgo, creo que como si madre deberías hacerlo—opinó—sé que podrás manejar bien la situación y ellos tratarán de entender, porque los tres son muy fuertes—las comisuras de mis labios se alzaron formando una sonrisa.

—Lo voy a intentar.

Cada maldito semáforo, calle y vuelta era un infierno. Yo solo quería llegar y saber que todo estaba bien. Aún recordaba que los niños hablaron con él anoche e incluso yo también por unos minutos, y ahora todo cambió radicalmente.

Christian tuvo una corta charla con el policía pero no me di cuenta de lo que realmente se trató porque en cuanto volví a la realidad, él ya estaba estacionando la camioneta. Me dijo que fuera al hospital mientras despertaba a los niños, después me alcanzarían, me aseguré de que todo estuviera bien y bajé con tan solo mi teléfono, al entrar fui a la recepción para pedir información, aunque nada más me pudieron decir en donde se encontraba y eso fue todo.

Subí al elevador y cuando se detuvo dos pisos arriba, bajé y caminé por el pasillo de la izquierda observando que afuera de la habitación se encontraba Andrew.

—¡Elle!—soltó un suspiro de alivio.

—Andrew—lo abracé—¿dónde está?, ¿cómo estás?, ¿y él?, ¿qué fue lo que sucedió?—pregunté desesperada.

—Dani, calma—respiré profundo y asentí.

Me pude percatar de que Andrew llevaba puesto un collarín y el brazo izquierdo estaba enyesado acompañado de un par de cortadas presentes en su rostro.

—Teníamos una junta en el edificio de Island Records. Yo iba en el asiento del copiloto y él condiciendo. Un auto se estrelló de su lado, el de nosotros de volcó. Cuando abrí mis ojos, Shawn se encontraba herido e inconsciente. Emergencias ya había llegado, me sacaron y a Shawn se lo llevaron en una ambulancia. No lo he vuelto a ver.

—Por Dios...

—Después una enfermera se acercó y me preguntó por alguien que viviera cerca para informarle sobre lo que sucedió, di tu nombre y número. Era su primer día de trabajo y por eso te llamó de esa forma, tan nerviosa.

—Entiendo pero, ¿qué hay de Camila?, ¿ella sabe?

—Si, fue a la segunda persona a la que llamamos después de que tú no nos contestaras pero dijo que ya venía en camino y es hora que no ha llegado.

—¿Está aquí en San Francisco?

—¿Dónde más va a estar?—dijo sarcástico volteando los ojos.

𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 ・*:.˛ ˚𝗦𝗠Where stories live. Discover now