𝓓𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼𝓮𝓲𝓼

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Mantuve una buena charla junto a Jessi hasta que su enfermera llegó y luego de despedirnos, ella se fue pero en cuestión de segundos Shawn apareció diciéndome que podíamos pasar a la sala de estar enfrente de la habitación donde se encontraba Karen. Le pregunté si sabía qué la había traído hasta acá pero dijo que no le quisieron decir nada por órdenes de su padre, así que con pocos ánimos continuó diciéndome que la veremos hasta que el doctor lo indiqué. Pasamos unos cuantos pasillos y subimos un par de pisos hasta que llegamos a la sala donde estaban Aaly, Mark y Manny. 

—¡Shawn!—la menor de los Mendes fue hasta su hermano y lo abrazó con lágrimas en los ojos.

—Me alegra verte—se acercó Manuel hacía mi.

—También me da gusto verlos, aunque sea aquí—le di un abrazo como saludo.

Su rostro expresaba tristeza y sus ojos se mantenían hinchados de tanto llorar, luego lo escuché sollozar e intenté decirle con un apretón que todo estaría bien pero es que no pude seguir siendo fuerte y también derramé unas cuantas lágrimas en silencio.

¡Maldita sea!

Es increíble como en situaciones de este tipo, se vienen a tu mente todos los momentos que pasaste junto a esa persona, esta vez no fue la excepción porque recordé cada pequeña acción que ella tuvo hacía mi.

Karen siempre ha sido una mujer maravillosa y muy fuerte, sé que es valiente y puede recuperarse de cualquier cosa que haya pasado.

—Ya, tranquila—susurró esta vez Shawn tomándome de imprevisto—no podemos hacer mucho pero estamos juntos en esto. Ella nos ha demostrado lo fuerte que es, puede con esto—me rodeó entre sus brazos.

—Si, lo sé—me separé a unos pocos minutos de él y limpié mis lágrimas.

—¿Estás mejor?—solamente asentí—bien—acarició levemente mi mejilla.

—Tome asiento, deben de estar muy cansados—dijo Mark señalando el sofá.

—Si, claro—respondió Shawn sentándose al igual que yo.

Saludé a las únicas dos personas que faltaban y luego de consolarlos un buen rato, Shawn decidió ir por comida junto a ambos hombres, dejándonos solas a Aaly y a mi.

—Ustedes dos ya...—trató de formular incómoda. 

—No, no—la interrumpí—ambos seguimos teniendo pareja. Solo lo acompañé porque se veía mal, además, yo quería estar cerca de Karen ahora—le expliqué.

—Entiendo—asintió mirando un cuadro en la pared de enfrente.

—Sé que tú mamá va a estar bien—intenté animarla luego de percatarme de que no diría nada más—sé que no querría que estén tristes, es mejor ser positivos por ella—aconsejé.

—Si—suspiró—pero es frustrante...¡Agh!—me miró desesperada—todo mundo dice que va a estar bien pero es mi mamá quien correr riesgo allá adentro mientras yo me siento inútil aquí afuera. No puedo hacer nada.

—Escucha, Aaly. No me imaginó estar en tu lugar, y no me gustaría estarlo pero tienes que ser fuerte por ella, porque es tú mamá, tú mejor amiga, una persona muy importante para ti y te necesita estable ahora.

—Elle...—sus ojos se pusieron cristalinos—tengo muchos miedo de perderla—sollozó.

—Eso no va a pasar, no tienes por qué pensar así—la abracé.

—Tengo mucho miedo.

—Yo también—susurré acariciando su cabello—pero seamos valientes.

Ella me contó lo qué pasó. Me explicó que desde hace una semana, Karen tenía fiebre y náuseas, todos los síntomas aumentaron y nunca guardó reposo hasta que ayer por la tarde se desmayó, Manny llamó a una ambulancia y la internaron, no saben más allá de que no ha despertado aún. Traté de convencerla de que estaría mejor y que pronto nos darían buenas noticias, pero fui interrumpida por una llamada de Zara diciendo que tenía que ver Instagram en este momento, así que lo hice.

𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 ・*:.˛ ˚𝗦𝗠Where stories live. Discover now