XXXIV

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Advertencia: El siguiente capítulo puede contener violencia, contenido delicado, leve mención de pedofilia y/o abuso sexual.





















-vamos a casa. - dijo el demonio, dándole espacio en la puerta para que el mortal pudiera salir.

Jungkook caminó aún con un poco de dificultad. Y justo cuando iba a pasar por su lado se detuvo.

Taehyung observó cómo el pelinegro se giraba hacia él, no mirándolo realmente, y de pronto él menudo cuerpo del mortal abrazaba su torzo con fuerza.

Taehyung había esperado muchas cosas. Que le gritara, que llorara, que le tuviese más miedo, que no quisiera verlo.
Porque debía admitir, que se le había pasado la mano con el castigo.

Y es que el pequeño humano bajo su cuidado provo a cosas en él, le hacía sentir cosas que no deberían existir en el interior de un demonio.

La verdad, le temía a los murciélagos que parecían comer sus intestinos cada que Jungkook hacía algo tierno.

Por tal motivo, los celos que sintió fueron excesivos. Pero ya no era una posesión sobre humano/demonio. Si no que no quería que nadie tocara a él mortal.

A su mortal.

El cuerpo de Jungkook empezó a temblar. En señal de que estaba llorando.

Tenía su carita enterrada en el pecho del demonio.

-Lo siento mucho. - había dicho. - Lo lamento Eurdo. Te extrañé Taehyung. - pidió acariciando la espalda del rizado.

Taehyung frunció el ceño. ¿Por qué parecía que Jungkook le había hablado a dos personas diferentes?.

-Ya, no llores por favor - le pidió de manera suave. Enojado por sentirse débil ante las lágrimas del menor. Pasó sus brazos sobre Jungkook y lo apretó contra el en un intento de corresponder el abrazo.

-vamos a casa. - y con eso Jungkook lo soltó, asintiendo y sorbiendo sus nariz.

Jungkook caminaba como un pequeño pato. No llevaban ni medio pasillo cuando sintió pena por su humano.

Cuando dieron vuelta al pasillo, ya estaban en su habitación.

Jungkook abrió sus ojitos sorprendido. Dio vuelta a de donde venían, pero estaban totalmente en casa.

Miró a Taehyung con ojitos de Bambi sorprendido.

-Mujjundi. - ordenó entrando al cuarto y sentándose en su trono.

Jungkook de inmediato corrió y se dejó caer sobre sus rodillas frente a él.

Taehyung sonrió.

-Estoy muy molesto contigo. - decretó - haz hecho más de dos cosas que no me gustan, y eso, amerita incluso la muerte para que pases un castigo eterno.

Jungkook abrió sus ojos pero no dijo nada. Sólo asintió arrepentido.

-aún no te he perdonado. - sé inclinó al frente para estar más cerca del rostro del mortal. - debes de entender, que yo soy quien manda aquí, y ahora. -

Jungkook tragó saliva perdido en el color morado oscuro en los ojos del demonio.

-¿algo qué decir? - dijo más bajo.

- Lo siento. Estaba molesto. - murmuró sin poder retener la información. - sólo, me enamoré. Y me molesta que no hagas nada al respecto. - frunció el ceño al final.

Demon's Witch. Where stories live. Discover now