Demon's Witch.

V

Jungkook salió de su habitación tras mirar la hora en su celular.

3:30 a.m.

Y estaba muriendo de sed.

Prendió la luz del pasillo y esta parpadeó un par de veces hasta extinguirse.

Miró el foco que emitía ruidos extraños.

El pasillo se sentía frío.

Tragó saliva. Y caminó a oscuras hasta la cocina con temor.

Allí presionó el interruptor de luz pero al igual que la luz del pasillo sucedió.

Cerró los ojos, y manteniendo la calma.

Respiró profundo y abrió nuevamente los ojos, y caminó hasta el dispensador de agua en una esquina de la cocina. Sus manos torpes tomaron un vaso de vidrio a un lado del fregadero y lo dirigió hasta la boquilla del dispensador.

Justo antes de de servir el agua un roce en su espalda se hizo presente, y junto con un susurro de aire frío en su nuca.

Se volteó rápidamente pegando su espalda a la pared. Dejando el vaso en la mesa a un costado de él.

Miró hacia dónde pudo, y su mirada intentando acoplarse a la oscuridad.

Silencio.

Un silencio aterrador.

Que se rompió con su vaso estrellándose hasta la pared del otro lado de la cocina.

El estruendo lo sacó de su pánico y corrió hasta su habitación. Fallando.

Su puerta se cerró en su cara. Él intentó abrirla pero estaba bloqueada por dentro.

Un conjunto de sonidos a su espalda lo hizo girar. Sin encontrarse con algo. El sonido lo pegó en la puerta.

Se llevó sus manos hasta sus orejas tratando de calmar el horrible sentimiento de los sollozos y gritos de múltiples seres penetrando en su ser.

Su peso se fue hacia atrás, su puerta había sido abierta.

El aire en su interior se salió y se petrificó al mirar que estaba a los pies de aquel ser de boca gigante con millar de dientes en su interior.

No vio más. Nuevamente estaba en el pasillo intentando abrir la puerta.

Oscuridad.

Silencio.

Un sonido húmedo.

Caminó sin poder detenerse hasta el otro extremo del pasillo. En el rincón.

El demonio succionaba su cabeza... Se miró a sí mismo siento devorado por el ser.

Gritó.

Despertó en su cama.

Sudando.

Se levantó. Rápidamente. Notando que era de noche.

3:30 am.

-T-¡Taehyung! -  gritó espantado.

El joven entró por su puerta con una ropa elegante y un racimo de uvas en sus manos a medio comer.

- ¿estás bien, hermoso? -  preguntó sentándose en la cama.

- me hacías daño. -  murmuró.

El demonio dejó de masticar.

-uhm... No -  dijo confundido.

Estudió el rostro del humano y miró el pánico en él.

-Hey... -  se acercó al humano y lo tomó de su mano,  atrayendolo hasta la cama, y sentandolo en su regazo.

Jungkook ni si quiera parpadeaba, estaba pálido.

Taehyung se molestó. Él no había sido.

-¿dejaste el portal abierto? -  le preguntó suavemente frotando su espalda.

Jungkook no respondió, temblando sobre él.

Taehyung lo hizo encararlo.

- ¿dónde está el portal? -  le preguntó.

- bajó mi cama. -  respondió con un hilo de voz.

-bien. -  le dijo observando su rostro. - estás muy mal mentalmente... ¿Me dejarías ayudar? - le preguntó con voz grave.

Jungkook parpadeó pero asintió. De verdad se sentía mal.

De pronto se perdió en el púrpura que emanaba de los ojos de Taehyung.

Sintiendo la respiración ajena sobre sus labios. Hasta sentir un suave roce en ellos.

Siguió el beso. Sin poder evitarlo.

Era un beso extraño, cada roce iba directamente en placer hacia su interior. Haciéndolo estremecerse.

El miedo en su espalda desapareciendo.

No había otro tipo de movimiento más que el de los labios ajenos sobre los suyos.

Gimió. Jadeo. Besándole con desespero.

El demonio parecía capaz de eliminar el terror de sus pesadillas.

Quizo moverse sobre la entrepierna de Taehyung pero este sostuvo fuertemente sus caderas impidiéndole.

Justo antes de poder quejarse la lengua ajena tocó su belfo inferior. El placer acumulado en la zona de su vientre explotó.

Se corrió en sus pantalones.

- Quiero más... Demonio- era un ruego.

Sin embargo el ser negó con la cabeza y de un momento a otro ya estaba en su cama arropado. Solo.

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