XIV

23.1K 2.6K 2K
                                    

╔═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╗

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

╔═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╗

El enojo de James.

  ╚═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╝.

          ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

—¿Besarme? ¿A mí? ¿Estás bien? Merlín, no debí dejar que bebieras tanto —Pasó su mano frente a sus ojos, el chico rió.

—Jane, he estado seguro de hacerlo desde la primera vez que hablamos.—Rió, evitando sus nervios.—Pero si no quieres, no te preocupes. No te presionaré.

—No es eso, si no que, no soy alguien muy cotizada, ¿Sabes? Creo que le he gustado a un chico durante toda mi vida. Sin mencionar que mi primer beso fue con uno de mis mejores amigos, para que no me sintiera mal por ser la última en hacerlo.—Rió sin ganas.— Y no lo sé, todo es muy complicado y confuso.

—Hay miles de chicos allí afuera esperando una oportunidad contigo, galletita.

¿Galletita?

—Eres como una, digo, las galletas con chispas se asemejan a tus pecas y...

Jane no podía estar más conmocionada por las palabras del chico. Nunca había sido tan elogiada por su "belleza" durante un día. ¡Y Merlín, se sentía tan afortunada y agradecida de haber dejado inconsciente a Peter! Pero ¿Y James? Era obvio que seguía sintiendo algo por él. La verdadera pregunta es, ¿Tenía una oportunidad con James? James, James. El desgraciado seguía en su mente. Y já, enfrente tenía a un chico que en verdad la quería, que hasta se podía decir que a él le encantaría intentar algo con ella. Tomó aire y entre sus dos manos, tenía la cara del chico. Este la miraba un poco extrañado, hasta que Jane juntó sus labios a los de Eric. Era un beso tierno y lento, sin apuros. Jane sintió un ligero cosquilleo en su estómago, no tan explosivo como el que sentía al estar con James.

—Tomaré eso como un sí.—Murmuró Eric al separar sus labios de los de ella.

—¿Seguro? Porque si no te ha quedado claro, puedo volver a aclarártelo.—Susurró antes de volver a juntar sus labios con los de él.

Se besaron durante un rato, hasta que notaron lo tarde que era. Eric, con timidez, entrelazó sus dedos con los de la chica y partieron a la sala común. Al lado de la escalera, un chico de ojos avellana se encontraba detrás de una capa de invisibilidad; suspiró y partió hasta su sala común.

James había ido aquella noche a la torre de astronomía a pensar un poco, como lo hacía algunas noches sin que sus amigos lo notaran. Sus pensamientos se aclararon en cuanto vio a la pelirroja con su cita.

(...)

—¿Alguien puede decirme por qué James actúa así?—Preguntó la joven animaga mientras le quitaba la tarta a su amigo Sirius.

—La verdadera pregunta es: ¿Por qué James actúa así contigo?—Cuestionó sabiamente Sirius y le quitó la tarta a su amiga, dándole una lamida para que la chica no volviera a quitársela.

—¡Eres asqueroso, Sirius!

—Jane, y eso que no me has visto...—Fue interrumpido por el golpe de parte de Remus.— Mierda, Lunático, deja de hacer eso.

—¡Entonces deja de hacer comentarios puercos enfrente de la niña!

—Remmie, te recuerdo que soy mayor que tú.

—Unos meses no son nada.—Rodó los ojos.

Un enojado James apareció por las puertas del Gran Comedor. El chico tenía su cabello aún más alocado de lo normal, sus gafas estaban algo torcidas; tomó asiento al lado de Peter, sin emitir una palabra.

—¿Se te pegaron las sábanas a tu cuerpo, Jimmy?—Se burló Jane, mientras le compartía de su tarta de frutas.

—¿Se te pegó la saliva de alguien más,
Janey?—Ironizó en forma de respuesta.

—¿De qué hablas?

James no le respondió. Sirius, Peter y Remus se miraron entre sí. Esperaron que todos dejaran de comer para caminar hasta un árbol. Era domingo y tenían todos sus deberes al día. ¿Por qué no relajarse un poco?

—¿Cómo te fue ayer, Liz?—Preguntó Remus mientras acariciaba el anaranjado cabello de la chica, quien se encontraba recostada en sus piernas.

—¡Lo pasé genial! Bebimos hidromiel hasta que  nos cansamos y y y...—Se sonrojó y dejó de hablar.

—¡No me digas que te metió el basilisco!—Exclamó Sirius fuertemente, unos alumnos de tercer año que pasaban por ahí, abrieron los ojos como platos.— Bah, no se hagan los sorprendidos, a su edad ya me sacudía la nutria.

—¡Puerco!

—Cállate y sigue contando. Oh, no me digas que...

—Deberías limpiar tu conciencia, Canuto.

—¿A qué te refieres, manzanita? Estamos en una edad llena de hormonas. ¿O acaso crees que Peter cierra las cortinas porque le molesta el sol?

—No me digas que...

—¡100 puntos para Bennett!

—Te estoy escuchando, Canuto.—Dijo Colagusano mientras subía a un árbol.

—Pero bueno, no hablemos de las cochinadas de Peter.—Miró a Jane.—Manzanita, queremos saber tus cochinadas.

La chica rodó los ojos.

—Sí, Jane. Ilumínanos.—Habló por primera vez  James.

—¡Nos besamos!—Chilló emocionada. El azabache se incorporó y se apoyó sobre el árbol.

—Supongo que con tu nuevo amorío, no nos dejarás de lado, ¿Verdad? Porque la luna llena se acerca y no me sorprendía que nos dejaras por irte a compartir saliva a la torre de astronomía.—Peter, quien se balanceaba en una rama, cayó al pasto. Sirius golpeó su rostro con su mano y Remus, sintió que el corazón se detuvo.

—¡No hables mierdas, James!

—¿Al menos eres algo del chico Saucet? ¿O eres de las que se besan con cualquiera?

—¡Eres un estúpido!—Gritó la pelirroja mientras le lanzaba un levicorpus.— Quizás así te funcionen las únicas dos neuronas que tienes, Potter.

𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 ✓Where stories live. Discover now