Catorce.

10.2K 873 443
                                    

~.Catorce.~

— Me echaron de mi casa je.—Le avisé a Valentín cuando atendió mi llamada, escuché que se ahogó con algo y lo único que esperaba era que no haya sido con la teta de Ángela.

— ¡¿Cómo?! ¿Por qué? ¿Qué hiciste?—Preguntó alterado, mordí mi labio algo nerviosa y empecé a caminar para mi departamento, por suerte seguía pagando todos los servicios.

— Después te cuento.—Hablé largando un suspiro, escuché su queja y giré los ojos.

— Eu veni a mi ghetto, tengo que mostrarte mi nutria.—Dijo cambiando de tema, largue una carcajada y subí las cejas como si me estuviera viendo.

— ¿Ghetto? Si vivís en un departamento re cheto capo.—Respondí sin dejar de reír.—Y la nutria no la pienso ver.—O bueno capaz que si, bueno en realidad si quería.

— Tonta, estoy hablando se una nutria posta, de la nutria animal, no nutria humana.—Acotó riendo, giré los ojos y me reí también.—¿Venís? Mira que te espero desnudo eh.—Dijo divertido, mis mejillas ardieron cuando escuché eso y tenía unas ganas de decirle que si me espere desnudo, pero no en chiste, de verdad.

— Y bueno pero solo porque me insistís.—Respondí cambiando la dirección de mi departamento a el de él.—¿Llevó algo?

— Eh no, porque esta noche vos, yo, nosotros... pensalo nena.—Habló, largue una risa y empecé a caminar más rápido, riendome también.—¿Te puedo hacer una vídeo llamada? Así no me aburro.—Pidió en tono bajo.

— Claro, y vos me vas a pagar los datos no.

— Que mala, y yo que te quería ver y caminar con vos.—Sonreí con la panza llena de cosquillas y mordí mi labio, evitando soltar un gritito de emoción.—Te espero Juno. —Habló despacio.

Estaba completamente enamorada de su voz suave y tierna, mi panza se revolvía cada vez que lo escuchaba hablarme así.

— Espérame.

— Siempre.

Y cortó, dejándome con una sonrisa estúpida y el pulso a mil, caminé rápido, estaba ansiosa de ver a Valen, desde el Luna que no nos vemos y ya había pasado una semana, había estado muy ocupado programando las otras fechas de sus conciertos, viajando y no sé que más. Seque mis manos en mi pantalón cuando estuve en frente de su departamento y golpee la puerta.

Mirando para otro lado, respire una tres veces y tragué saliva, me iba a controlar, hoy iba a aprender a manejar mis emociones.

— Hola reina.—Y no sirvió nada, porque al escuchar su voz algo ronca mi corazón ya se había descontrolado, y más todavía cuando lo vi sin remera.

Ay ese abdomen marcado, estaba con un joggin hasta un poquito mas abajo que su cintura, tragué saliva con las mejillas rojas, dejé de pensar en ese cosquilleo que apareció en mi zona baja y me concentre en mirarlo a los ojos.

— Hola Valen.—Sonreí, se rió agarrándome de los brazos y tirandome encima de él, hundió su cara en mi cuello y respiró hondo, bajando sus manos hasta mi cintura y apretando fuerte.

Me arrastró hasta adentro y cerró la puerta de una patada, me cargó hasta el sillón y se tiró aplastandome toda, igualmente no me queje, estaba demasiado nerviosa como para hacerlo, tragué saliva intentando alejarlo para que no escuché mi corazón por casualidad y suspire.

Chino ; WosWo Geschichten leben. Entdecke jetzt