[HIATUS] Aliento del lobo • Kimetsu No Yaiba.

12- Misión al extranjero.

Fui llamada por el Patrón para una misión, así que me presenté ante él lo más rápido que me fue posible. Estando allí, en la finca del Patrón, percibí la agradable presencia de cierto pilar.

─ ¡Tsuki!

─ ¡Kyojurō!

Además de Uzui-sama, el pilar de la llama también se dirigía hacia mí con el mismo apodo. Y, como se hace notar, era al único pilar al que llamaba por su nombre de pila y sin honoríficos. No es por ninguna falta de respeto, al contrario, yo respeto mucho a Kyojurō y a todos los pilares, es solo que a la familia Rengoku le conozco desde que nací, pues eran amigos de mi familia. Por ende, Kyojurō y yo somos amigos de la infancia, aunque él sea mayor que yo.

─ ¿El Patrón también te llamó para una misión? ─ me preguntó el apasionado chico, moviendo mis manos de arriba hacia abajo en un apretón de manos.

─ Sí, ¿a ti igual? ¿Vamos a la misma misión? ─ comencé a reír al ver que seguía saludandome con el apretón de manos que se estaba volviendo muy largo.

─ ¡No lo sé! Pero en breve lo sabremos. ─ soltó mis manos cuando las hizo subir a la altura de su cabeza, sonriendo tan alegre como siempre. ─ ¿Estás mejor, luego de la pelea con la sexta luna demonio?

─ ¡Sí! Mi cuerpo está totalmente recuperado, física y mentalmente.

─ Me alegra escucharlo. ¡Por cierto! ─ alzó la voz repentinamente, cosa de la que ya debería estar acostumbrada pero que aún me toma por sorpresa. ─ El pésame por Ichika y Misu… supe que murieron en batalla.

─ Murieron como verdaderos guerreros. ─ sonreí nostálgica. ─ Gracias.

─ Ah, también supe que Yukiko está embarazada. ¿Cuándo tendrá a sus cachorros? ─ ahora acariciaba mi cabeza. ¿Trataba de consolarme?

─ Oh, muy pronto. Debería dar a luz este mismo mes. La he dejado al cuidado de las esposas de Uzui-sama mientras tanto.

─ Es bueno oírlo. Me llamas cuando suceda. ─ se cruzó de brazos al terminar de hablar.

El Patrón apareció.

─ Buenos días, Oyakata-sama. Tsukuyo y Kyojurō rezan por su bienestar, mientras estamos a su servicio. ─ rápido como una chispa, Kyojuro ya estaba saludando a el Patrón.

─ Gracias, hijos míos. Pueden ponerse cómodos.

─ Estamos bien aquí, mi señor. ─ dije ganándole la palabra al pilar a mi lado.

─ Si es así, prosigo. Podemos comenzar asignándoles su próxima misión. ─ una de las hijas de Oyakata-sama sacó un pequeño rollo. ─ Aquí se encuentran los detalles de la ésta. Ahora, hija, lee para nosotros.

─ De acuerdo, padre. ─ aclaró levemente su garganta y comenzó a leer. ─ “Tenemos malas noticias para usted, Ubuyashiki-sama, y para todo el cuerpo de caza-demonios. Lamentamos tener que comenzar por informar esto, pero por ahora no hay ninguna buena noticia para transmitirle.

”Prosiguiendo con lo que escribimos al principio, me temo que hemos encontrado un largo y muy evidente rastro de demonios dirigiéndose a Corea del Sur. ─ Nos sorprendimos ante eso. Era la primera vez que se hacía mención de demonios fuera de Japón. ─ Es la primera vez que sucede algo de este calibre, ¡una caravana de voraces monstruos saliendo de los límites de nuestro territorio de caza! Esto solo nos traerá problemas y mayor destrucción. Se dice que en otros países hay más personas de sangre extraña de la que podrías contar. Así que tememos por el bienestar de la humanidad ahora que esto está pasando.

"Pedimos su ayuda, Ubuyashiki-sama, para que mandé a experimentados espadachines rápidamente para que acuda a nuestro auxilio. Debemos acabar con la caravana de demonios antes de que puedan llegar al siguiente país, y no somos lo suficientemente capaces por nosotros mismos de matarlos y acabar con todos y cada uno antes de que crucen al extranjero. Desafortunadamente, desde el lugar donde nos encontramos y el momento en que nos dimos cuenta de lo que sucedía, hasta que escribimos esta carta y haya llegado a sus manos, los demonios habrán cruzado a Sur Corea y, seguramente, nosotros estemos muertos. Consiga los permisos necesarios y mande a sus espandachines a Sur Corea; las personas esperan a sus héroes.