6- Arte demonio.

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Tanjirou nos aseguró que no eran ilusiones. Era obvio que ahora son tangibles, pero también estaba el extraño hecho de su enorme parecido el uno del otro. ¿No serán clones?

Cuando aparentemente aseguramos a todos los lugareños que andaban por las calles, los demonios seguían multiplicándose. Para Zenitsu y para mí era como si repentinamente aparecieran en el pueblo, sin embargo yo fui quien no servía de nada allí. Zenitsu-kun era tan rápido que cuando aparecían los acababa y Tanjirou trataba con los más fuertes. En ese ciclo de aparecer, cortarles la cabeza, morir y volver a aparecer, el demonio hechicero se presentó ante nosotros, tal vez fastidiado porque sus clones no lograban comerse a ningún humano. 

Confiaba en que ellos tres (Nezuko era muy útil, más de lo que pensé) podrían contra él. Inosuke no volvía desde que subió la montaña y posiblemente necesitaría ayuda. Aunque no me consideré capaz hace unos segundos, es porque no soy tan rápida como Zenitsu y no tengo el olfato de Tanjirou para ubicar a los demonios. Cuando aparecían Zenitsu venía y los acababa. Pero estoy segura de que podré ser de ayuda allá con Inosuke. Les avisé a los chicos y dejé a Dekotsu, Hina y Misu con ellos. Llevé conmigo a Yukiko e Ichika y subimos la montaña lo más rápido que podíamos. Afortunadamente podía seguirles el ritmo. En el camino debí toparme con algunos demonios, pues me hice unas cuantas heridas repentinas y no supe de dónde vinieron los ataques.

Las espadas de Inosuke resonaban, lo que me causó un gran alivio. Seguía vivo y lo suficientemente bien para seguir luchando.

Justo en la cima de la montaña lo primero que vi fue a Inosuke, sin su máscara y cubierto de notables heridas, tambaleante. A unos metros frente a él un demonio vestido en una simple yukata color oscuro fumaba, su pipa color rojizo brillaba a la luz de la luna, chorreando hilillos de sangre, mientras que con una sonrisa burlona miraba a Inosuke jadear y tambalearse por la perdida de sangre. ¿Una Luna demoníaca inferior puede verse tan arrogante?

Inosuke no estaba tan bien como creí y mis dudas crecían con respecto a este demonio. No tenía siquiera una herida después de luchar con un chico tan capaz como Inosuke.

Iba a llamar al ojiazul, pero sería mejor actuar, antes que nada.

Aliento del lobo. Quinto estilo: Aullido a la luna.

Un silbido con la mayor agudez posible se hizo presente, tan agudo que era imposible que un humano lo escuchara. Todos los lobos en el bosque, incluyendo los míos, comenzaron a aullar, desconcertando a todos. Con una mano en el suelo, tomando la postura de un lobo a punto de saltar contra su presa, respiré profundamente y concentré mi respiración en las piernas, para ir contra el demonio. Estando a solo un metro del demonio este soltó una gran cantidad de humo frente a sí, el cual se solidificó al instante.

Doceavo estilo: Sonrisa mutua.

Gracias a esa postura, rodando en el aire y formando una luna delgada, como una sonrisa de la Luna en el cielo estrellado y otra de un lobo mostrando fiero su hilera de colmillos, corté ese extraño humo que se había convertido en una pared tan de repente. Esta debe ser el arte demoníaca de este tipo.

Justo cuando crucé la reciente pared cortada el demonio hizo una nueva pared, esta vez con una gran curva. Eso no me permitía usar el mismo aliento que hacen un momento.

Primer estilo: Nakotsu.

Es la primer postura que creé, inspirada en Nakotsu, uno de los lobos que me protegió. Él siempre fue como un cachorro, inquieto y desastroso. Su manera de pelear era un poco peculiar, pues de alguna manera lograba hacer trocitos cualquier cosa que cazara.
Moviendo de izquierda a derecha a gran velocidad mi katana, destrocé la pared. En el aire me apoyé en uno de los escombros y lo usé para saltar contra el demonio.

— Qué molesta eres. — chasqueó su lengua y volvió a exhalar una gran cantidad de humo, que se fue transformando en títeres de forma humanoide.

Estos títeres de humo corrieron hacia mí. No los podía subestimar, seguramente serían duros como piedra, por lo que vi hace unos segundos.

Séptimo estilo: Azul, luz de Luna. (Moonlight)

Con este movimiento pude esparcir por completo a los títeres de humo, en parte con ayuda de Yukiko e Ichika. Y de nuevo, me acerqué al demonio. Esta vez estaba mucho más cerca y fue tan repentino que el demonio no pudo reaccionar.

Enfoque completo. Treceavo estilo: Luna nueva.

Esa era el estilo más fuerte de los trece. Hacía un agujero en el cuerpo del demonio, que hacía explotar su tórax completo. Cortaba el cuello y las demás extremidades, separándolas de su caja torácica y esta misma era destruida en el movimiento. Eso provocaba que el demonio se desintegrara más rápido de lo normal.

Este demonio había intentado cubrir su cuello con humo solidificado, pero no lo hizo lo suficientemente rápido.

Hace mucho que no usaba estilos uno detrás de otro en tan poco tiempo. Hasta ahora me voy fijando que mi aliento debería llamarse "de Luna".

— El demonio no pudo herirte, mientras que yo quedé así con un poco de pelea… — murmuró Inosuke cuando me acerqué a él. — Qué patético. — estoy segura que se lo dijo a sí mismo.

— Todavía puedes hacerte más fuerte. — me acerqué y puse una mano sobre su cabeza. Él alzó la vista hacia mí. — Todos tenemos largos caminos por recorrer. — ante mis palabras Inosuke bajó la mirada, por lo que no pude ver su expresión. Y aproveché para acariciar su sedoso cabello, puesto que él se dejó.

Unos minutos pasaron hasta que llegamos a la base de la montaña. Había ayudado a Inosuke para bajar – luego de aplicar primeros auxilios–, haciendo que montara sobre el lomo de Ichika. Sus ojos brillaban emocionados, como un niño pequeño. Parecía más animado.

En el pueblo ya no se escuchaban ruidos y los ciudadanos estaban devuelta en el suelo. Nezuko estaba intacta, en su forma de niña se acercó a mí diciendo "Mm mmph!", con una mirada de orgullo. Parece que se sentía muy bien consigo misma por no haber sufrido heridas. Tanjirou tenía leves rasguños y Zenitsu parecía haber sufrido una golpiza.

— Parece que pudieron contra todos los demonios, ¡felicidades! — hice notar mi presencia con eso. Pero no me esperaba la reacción que iban a tener.

Se echaron a llorar, bueno, Tanjirou solo hizo una mueca de disgusto, y se acercaron a mí.

— No fuimos nosotros los que acabamos con el demonio hechicero. Y era una Luna demoniaca inferior.

— ¡¿También?!

— Era la tres.

— ¿Y quién acabó con ella?

— ¡¡Sabía que estarías aquí, mi extravagantemente preferida alumna!!

— ¡¡Uzui!!

— ¡¡¡Aahhh, te faltó el "-sama"!!! — gritó con gusto.

[HIATUS] Aliento del lobo • Kimetsu No Yaiba.Where stories live. Discover now